El comedor escolar era un bien necesario, lugar de relación entre niños y su nutrición, confianza de padres en cocineros de productos locales y ecológicos, con un supervisor de comérselo todo y el director lo pedía todos los años a los presupuestos venideros; sin embargo, siempre era muy caro, casi medio millón de euros.
Un grupo de madres y abuelos propusieron con ayuda de un arquitecto, convencido de su profesión, hacerlo por menos de la mitad, cumpliendo todas las normas de edificación y seguridad laboral. La clave era el trabajo colectivo, la colaboración entre todos, clave social relacionada con la mayor longevidad y calidad de vida, demostrada mundialmente en Okinawa (Japón).
Materiales prefabricados y recuperados, contratados por el Ayuntamiento según Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, montados con polipasto, donde cada uno de los 800 desinteresados colaboradores, de todas las edades, se formaban in situ para ser útiles, cualificados y esenciales para el buen fin funcional. "Permitido el paso a toda persona ajena a esta obra" destacaba un gran cartel en la entrada.
Los roles de redactor del proyecto, director de obra y coordinador de Seguridad y Salud recaían en la misma persona, un convencido del "juntos, llegaremos más lejos". Hoy es una realidad, cada niño siente este nuevo espacio como propio, ninguno tira nada al suelo, ni se les pasa por la cabeza vandalizarlo. Educación desde los cimientos. *
Las vías de comunicación son esenciales, desde tiempos inmemoriales, siendo las infraestructuras sobre cursos de agua, motivo de admiración e historia, con denominación propia.
Una vía ciclopeatonal necesaria para la conexión del núcleo urbano con el cercano monte, es relativamente fácil de conseguir, al discurrir mayoritariamente por terreno público, con la complejidad de los dos arroyos que cruzar. Una pasarela peatonal de madera laminada con pequeño mirador, un interés añadido, a la hora de unir las dos orillas.
Hacer un puente entre todos, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, como el comedor escolar, una escenificación en movilidad sostenible de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
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