Nuestro útil necesario para el lejano desplazamiento, incluso apto para customizarse como hogar móvil, nos hace sentirlo como algo más allá de lo material. Arrancamos, nos movemos y automáticamente se bloquean seguros de las puertas, para evitar que puedan abrirlas desde el exterior. Primera sensación de estancia segura. Ante una tormenta eléctrica, con aparatosos rayos, el lugar más seguro es dentro del coche, donde estaremos aislados ante una posible descarga sobre nosotros.
Los nuevos modelos de automóvil, hoy en día, se dotan de innovadores sensores para evitar somnolencia o distracción del conductor, llamada al 112 en caso de accidente, parpadeo en panel de control al exceder el límite de velocidad por donde se circula, en definitiva, minorar los riesgos inherentes al movimiento, desde la prevención.
Nos enseñan cómo actuar ante balsas de agua en la calzada, con bloqueo de dirección, levantando el pie del acelerador, e incluso preguntando por el aquaplaning en el examen teórico de conducir.
Los cruces de arroyos y ríos crecidos por vados inundables en vehículos, han provocado demasiadas muertes humanas, al verse arrastrados sin compasión por la fuerza del agua. El desconocimiento de la misma, no exime de su respeto.
Ante una avenida, la flotación y empuje hacen incontrolable el vehículo, a pesar de su peso - con 40 cm de agua puede verse arrastrado el coche y con 60 cm la mayoría -, teniendo sus ocupantes que intentar salir adecuadamente lo antes posible, para que no sea un habitáculo mortal. Un silbato rompe cristales con cuchilla para cortar el cinturón, lo llevan cono seguridad personal encima todos los nórdicos, ante el riego de caída en vías autorizadas en los miles de lagos congelados en invierno.
Al vivir en zonas inundables, con coches aparcados en garajes subterráneos o en ramblas, se ha de tener claro cómo actuar, sabiendo cuándo puede ser demasiado tarde, no mereciendo la pena el intentarlo a cambio de nuestra existencia. Lo material se puede reponer, el Consorcio de Compensación de Seguros trabaja en ello. Salvar los coches no es la prioridad, se pueden reemplazar. Proteger y auxiliar vidas humanas, nuestra razón de ser.
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