El programa electoral que presentó Juanma para las elecciones autonómicas de 2022, venía precedido de una serie de 'méritos y avances'. Así decía que ha bajado los impuestos, cuando lo que ha hecho es dar libertad ¡carajo!, para que las grandes fortunas decidan si sus impuestos se queden o no en Andalucía.
Lo que sí ha hecho es eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones y ha bonificado el 100% del impuesto sobre el patrimonio, todo, con la intención, dijo, de dinamizar la economía andaluza, si bien, los datos no acompañan y son tozudos. Por un lado, las familias y las rentas del trabajo siguen pagando lo mismo o más (IRPF/IVA). Y, por otro, el resultado económico en los ejercicios 2022/2023 ha dado que los ingresos por “Servicios” se incrementaron en un 4,1%, mientras que la cifra de negocios de la industria baja un 16 %. En el sector servicios trabaja el 73,5% de las personas con empleo, lo que contrasta abiertamente con los datos publicados en el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca que solo representan, en su conjunto, el 11,9%. A peor han caminado la industria, energía, agua y gestión de residuos situándose en solo un 8,5% y la construcción, en el 6,2%. Lo que nos lleva a la conclusión que al más mínimo cambio de criterio de los tours operators el seísmo dejará a la altura de la alpargata el provocado por la especulación bancaria y que todavía seguimos pagando.
A lo anterior, hay que añadir, según la EPA, que la tasa de desempleo se sitúa en un 17,7%, (730.000, personas sin empleo) seis puntos arriba de la media estatal o, dicho de otra forma, que es como le gusta simular a Juanma cuando en febrero pasado dijo que Andalucía es la comunidad que 'subió' más empleo, un 1,9%. Cuando la verdad es que estamos muy lejos de Madrid (creció un 3,85%), que es donde se llevan gran parte de las plusvalías de nuestra comunidad las empresas amigas de Juanma como resultado de la extracción de nuestros recursos. Pero, si nos vamos a los datos publicados por IECA, los salarios de los andaluces y las andaluzas son 4.200 euros menos que la media española. Y, las muertes en el trabajo por falta de medidas de seguridad (2023) alcanzaron el trágico número de 116, según datos del Ministerio de Trabajo. Y, el 37,6% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social, siendo la precariedad laboral la regla general y no la excepción, lo que afecta singularmente a la Administración pública andaluza y en, especial, a la Sanidad Pública, como forma de expulsión de la persona usuaria del sistema público hacia el sector privado.
Juanma toma a los andaluces y las andaluzas como imbéciles al vender trampantojos, también cuando afirma que se ha avanzado en la cohesión territorial lo que desmiente de plano la fuerte concentración institucional y económica en Sevilla, que tiene como objetivo político la quiebra del consenso que hizo posible el Estatuto de Andalucía, que se basaba en asegurar un equilibrio de poder territorial. Aglutinar todo el dominio en la capital andaluza desnivela a la parte oriental de Andalucía, que se ve empobrecida por una decisión exclusivamente política que, en este caso, comparten el PP y el PSOE, que no es otra que mantener debilitada a Andalucía, impidiendo que como nacionalidad histórica ocupe el lugar que le corresponde en el ámbito estatal. De ahí la sumisión de esas organizaciones en territorio andaluz al acuerdo de intereses de las élites económicas de Madrid, Catalunya y Euskadi, lo que sirve de freno a un pacto entre pueblos que sustituya al de intereses señalado. Acuerdo que se vería favorecido por el componente de liderazgo histórico de argamasa que tiene Andalucía que avalaría la construcción de un Estado federal respetuoso con la riqueza plurinacional de España.
El verdadero 'programa' de Juanma no es el que se publica en la web de su partido, sino disminuir políticamente a Andalucía y entregar sus recursos a las corporaciones y aseguradoras a las que sirve y de paso asegurarse la puerta giratoria. Para conseguir esos fines políticos y económicos, además, es necesario seguir con la conversión de los Ayuntamientos andaluces, siguiendo la estela iniciada por el PSOE, ahora perfeccionada, en meros gestores administrativos, haciéndolos desaparecer como entidad autónoma y política, reivindicativa y no conformista, llegado el caso, quedando sustituida la democracia local por una burocracia de trámites. En definitiva, Juanma versus Andalucía.