El pasado fin de semana vivimos en Jerez algo extraordinario. Un programa de actividades culturales de carácter alternativo amenazaba con romper el sepulcral silencio que recorren las calles empedradas de su corazón histórico. La que fuera ciudad bodega, antes ciudad convento y medina andalusí, relegada al olvido, se preparaba para presenciar algo nunca antes visto allí.
Mujeres anónimas pasean al encuentro de mujeres singulares cuyas historias fueron olvidadas. Coloridas flores llenan la plaza del Mercado. Los niños corren y juegan a ser gigantes entre enormes mamás. Una maga les asombra. De sus manos, llenas de barro, sus padres, sonriendo y bailando al ritmo de exóticos tambores. Una dulce voz nos recuerda al fado. Rock para los modernos y música de la tierra con savia fresca para todos. Mujeres que se preguntan qué es ser mujer y vecinos y amigos preguntándose qué es ser ciudad en una ciudad que, en muchas ocasiones, vive de puertas hacia adentro y que, en otras, simula que lo hace, olvidándose de sí misma, de puertas hacia afuera.
La apuesta era arriesgada, pero el objetivo se ha cumplido. Son miles de personas las que el fin de semana pasado se acercaron a San Mateo para perderse por unas calles que muchos abuelos conocían como la palma de su mano. Para conocer y lamentar el estado de uno de los cascos históricos más olvidados y, sin embargo, más interesantes, por su entramado y singularidad, de Andalucía. Para despertar conciencias al tiempo que se disfruta de la cultura. Un acercamiento a la identidad simbólica de Jerez con una propuesta fresca, original y rompedora.
Eran las metas que teníamos puestas en este I Festival de Cultura Alternativa Mujeres de Intramuros. Un festival que, si bien impulsamos y dirigimos desde Izquierda Unida, ha sido posible gracias a la aceptación del gobierno local y la desinteresada colaboración de los vecinos del centro histórico y compañeros y compañeras como los amigos de Ganemos Jerez. Un rotundo éxito que se repetirá –en esta línea ya estamos trabajando– el año que viene. La mujer en intramuros como punta de lanza. La cultura alternativa como llave para abrir los ojos, para abrir las puertas del casco histórico.
Sebastián Chilla es miembro del Consejo Político de Izquierda Unida Jerez.