“Ya se está trabajando en los contenidos de ese museo a través de una comisión que está dedicada a proyectos museográficos”. Entre esa frase de la que fuera delegada provincial de Cultura de la entonces Junta socialista, Bibiana Aído, y el movimiento de albañiles, demoliciones y materiales de construcción que ya se observa estos días en la calle Barranco han pasado 15 años.
En década y media, Aído se fue a trabajar a la ONU, PP y Cs (con el apoyo de Vox) conquistaron San Telmo, ha habido tres alcaldesas en Jerez (Pilar Sánchez, María José García-Pelayo y Mamen Sánchez) y se han aprobado varios proyectos y planes integrales para el intramuros de la ciudad. Sin embargo, desde aquellas declaraciones tan rotundas, el Museo del Flamenco de Andalucía, que en principio iba a estar integrado en la Ciudad del Flamenco, no empieza a ser realidad hasta ahora. En la fachada de esos edificios que llevan décadas apuntalados tras la antigua Comisaría del Arroyo (que a este paso pronto tomará el relevo en los apuntalamientos) aún puede leerse en una chapa ‘Plan de Promoción Integral del Centro Histórico. Centro Internacional de Español. Para seguir avanzando’.
Obviamente, aquel centro jamás se puso en pie, como tampoco lo hizo la Alhóndiga del Barranco. Como tampoco pudo ser lo de la Ciudad del Flamenco. El Museo del Flamenco de Andalucía, en cambio, quince años después, que no son pocos, sí será. Ver el trasiego de operarios en Barranco, ver la zona acotada para el trabajo en el interior de los inmuebles que conformarán el equipamiento cultural de la zona de plaza Belén, ilusiona.
Entre los escombros, un cartel de un restaurante marroquí que hubo en el antiguo Zoco de Artesanías, las viejas carnicerías de la plaza Peones. Un inmueble recuperado con fondos europeos allá por 2005 y que naufragó sin remisión. Un inmueble municipal que ahora se integrará, como nueva sede del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, dentro del entramado de fincas que comprende el futuro complejo museístico del flamenco. El que está llamado a ser punto de inflexión, revulsivo, del futuro centro histórico de Jerez, en principio a partir de mayo de 2023, justo cuando toquen unas nuevas elecciones municipales. Hasta entonces, la pregunta es: ¿nuevo parque temático o zona con mucho futuro para residir? ¿Realmente un proyecto de ciudad integrador o un artefacto especulativo y segregador?
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