Susana Díaz, como Joaquín Sabina, lo niega todo, pero crecen los cantos de sirena desde Moncloa para que acuda a la llamada del presidente Pedro Sánchez para convertirse en ministra. ¿Su puesto? Según desvelaba Enric Juliana en La Vanguardia pasaría por suplir a Margarita Robles al frente de la cartera de Defensa. ¿Su relevo al frente del liderazgo del PSOE de Andalucía? Recaería en el prometedor Felipe Sicilia, tal y como ya avanzó hace muchos meses lavozdelsur.es.
En enero pasado ya publicaba este medio que el diputado jienense es el hombre de consenso que quiere Ferraz para renovar la dirección (y las caras) del socialismo andaluz, tras la histórica sentencia de los ERE que, indefectiblemente, se vincula por la oposición, y parte del imaginario andaluz, con los liderazgos actuales. La jugada sería la típica que en política, o en cualquier jerarquía, se conoce vulgarmente como patada para arriba. Es como si te premiaran, pero en realidad te castigan.
Por eso, no extraña que Díaz, que quiere repetir a toda costa en las autonómicas de finales de 2022 —si no hay adelanto, que parece que no— para quitarse la espinita de haber ganado las últimas autonómicas y no haber seguido siendo presidenta de la Junta, haya negado la mayor este pasado lunes. "(Pedro Sánchez) sabe que en política estoy por pasión y que lo que me apasiona es estar con Andalucía. Mi compromiso es estar en mi tierra", decía en declaraciones a 7TV. Entonces, ¿por qué el río suena? Según Susana, "puede ser una filtración de la cara rabiosa de la derecha, aunque también podrían haber sido de "algunos" de su propio partido".
Reconquistar el poder para el socialismo andaluz es objetivo prioritario desde Ferraz y son muchas las voces que saben que con la actual dirección será complicado. Por si fuera poco, la opción de reeditar a nivel andaluz posibles pactos con Unidas Podemos es casi imposible en un escenario actual donde la izquierda en la comunidad aún está más fragmentada. Susana Díaz dijo ayer que Felipe Sicilia es un compañero "muy válido", pero, con retranca, zanjó: "Quien me busque por Sicilia no me va a encontrar". Fue su particular homenaje por los cien años del nacimiento de Benedetti: "Oigo pasos de alguien que jamás llegará". ¿O sí? No está nada claro.
Mucho peor fueron las declaraciones, también este pasado lunes, del portavoz adjunto del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, José Ignacio García, de Anticapitalistas, formación que lidera Teresa Rodríguez, quien advertía de que "parece que hay gente en la dirección de Izquierda Unida que está más preocupada por coger puestos en un posible gobierno con el PSOE en Andalucía que por hacer oposición a la derecha". Mal asunto. La derecha se frota las manos.
Comentarios