La libertad de prensa: fundamento de la democracia

El periodismo no sólo nos cuenta lo que pasa, sino que, en sus mejores momentos, también nos ayuda a entender quiénes somos y quiénes queremos ser como sociedad

Sandra Moreno

Jurista, doctora en Derecho. Presidenta de la sociación de Mujeres Feministas Radicales

La redacción de lavozdelsur.es, en una imagen reciente.
La redacción de lavozdelsur.es, en una imagen reciente. MANU GARCÍA

En el décimo aniversario del diario lavozdelsur.es es motivo de celebración y reflexión profunda el papel esencial que tiene la prensa en nuestras sociedades democráticas. En un contexto donde el flujo de información es constante y el acceso al conocimiento parece ilimitado, recordemos que la libertad de prensa, defendida desde hace siglos como derecho fundamental, constituye uno de los pilares más necesarios para el bienestar de una democracia.

Y tan importante es que el reconocimiento a la libertad de expresión y de prensa fue la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, concebida como un derecho inalienable de la ciudadanía. Esta disposición no es casual, pues quienes redactaron esa Constitución sabían que la libertad de informar a la opinión pública, en la búsqueda incesante de la verdad, protege y fortalece los cimientos de una sociedad justa y democrática. De ahí que en la justicia estadounidense se diga que “la prensa fue protegida para el beneficio de los gobernados, no de los gobernantes” y que la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos considere a la prensa "guardián de la democracia"; pronunciándose en similar sentido el Tribunal Constitucional español. 

No es fortuito que se denomine al periodismo como el "cuarto poder", ya que su función es servir de contrapeso frente al poder público y los poderes fácticos, señalando abusos, denunciando injusticias, resistiéndose a los intentos de control ilegítimos y recordándonos que la búsqueda de la verdad, la transparencia y la rendición de cuentas son esenciales en el ejercicio del poder. Para ello, resulta esencial que la prensa sea libre y se tenga en cuenta que la mejor defensa contra la desinformación no es el control o la censura estatal, sino el fortalecimiento del periodismo profesional, independiente y comprometido con la verdad.  En palabras de Albert Camus, “la prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa no será otra cosa que mala”.

En tiempos de posverdad, fake news e intentos de excesivo control estatal sobre la información, la prensa rigurosa y comprometida con los estándares profesionales resulta más necesaria que nunca. El periodismo no sólo nos cuenta lo que pasa, sino que, en sus mejores momentos, también nos ayuda a entender quiénes somos y quiénes queremos ser como sociedad.

Mi Enhorabuena al director de lavozdelsur.es y a todo su equipo editorial por esta primera década de existencia, donde el profesionalismo, la ética periodística y el compromiso con el servicio público han sido sus principales señas de identidad. Agradeciendo el honor de ser parte de lavozdelsur.es, os deseo muchos éxitos y una larga vida de buen periodismo. 

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