“Este equipo de gobierno sigue apostando por un modelo caduco y obsoleto de urbanismo”, le decía desde la oposición Miguel Molina (PA) al alcalde de Barbate, Rafael Quirós (PSOE), sobre el proyecto del Següesal en el Pleno Extraordinario a petición del PA el 28 de junio de 2012.
Sin embargo, desde que el Sr. Molina pasó a ser alcalde de Barbate hace algo más de 6 años se puede aplicar esa frase a si mismo, ya que inexplicablemente pasó a apoyar, defender y movilizar la macrourbanización del Següesal. En resumen, se trata de un complejo de 635 apartamentos turísticos, 235 habitaciones de hotel, 450 viviendas, centro comercial, colegio de alto standing y campo de golf de 18 hoyos. Una ciudad o gueto del lujo segregada de Barbate, a medio camino de Vejer, con la que se cuadruplicará la superficie del actual núcleo urbano barbateño. Por ser una zona forestal y agrícola, la mayor parte del área afectada está clasificada como no urbanizable, y para llevarlo a cabo se debe modificar el PGOU reclasificando más de 3 millones de metros cuadrados. Y es que este proyecto está en mitad de la nada, o mejor dicho, la nada es una zona natural de alto valor ecológico, donde se conservan importantes masas forestales en parte protegidas al ser Hábitats de Interés Comunitario (siguiendo la Directiva Hábitat por su relevancia a nivel europeo), donde destacan bosques mixtos de alcornoques, acebuches y pinos, además de áreas muy diversas de matorral mediterráneo y pastizales.
Por un informe de la antigua Consejería de Medio Ambiente se destaca que llevarlo a cabo supone la destrucción de 230 hectáreas de superficie forestal bien conservada, aunque el total afectado en esta primera fase del proyecto asciende a 4.672.000 metros cuadrados. Esta inmensa superficie se verá alterada y muy transformada para llevar a cabo las edificaciones y el campo de golf. Por ello, la destrucción de hábitat natural bien conservado es muy elevada, afectando a un importante número de individuos y especies de flora y fauna que verán reducida su distribución. Además el proyecto limita con la vertiente norte del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, que al igual que todo el resto de zona natural que limita con el Següesal se verá muy afectada por la presión humana, el incremento del tráfico, contaminación acústica y lumínica, además de la posible alteración de los acuíferos de la zona. El Següesal provoca el corte del corredor verde que une el Parque Natural con las masas más importantes de los singulares “Acebuchales de Cádiz” protegidos por la RedNatura 2000, tan propios de la Janda y que se extienden hacia el noreste de Vejer. Sólo hay que ver cualquier imagen área de la región para darse cuenta que el Següesal corta de forma radical la franja forestal, que destaca por el verde oscuro y denso de su arboleda (véase la figura).
La importante fragmentación que produce el Següesal provocaría un aumento en la desconexión de las poblaciones de flora y fauna, aumentando las muertes de animales en carreteras y caminos, y en general, favoreciendo su empobrecimiento genético, al ver reducidas sus poblaciones y disminuido el intercambio de organismos. En resumen, la destrucción de hábitats naturales y su fragmentación provoca que la flora y fauna sean más vulnerables, disminuyendo sus poblaciones, empeorando su adaptación a futuros cambios y reduciendo sus capacidades de recolonizar áreas donde se produzcan extinciones locales, debido a su mayor aislamiento y menor capacidad de movimiento.
Estaba claro que la actual Junta de Andalucía iba a apoyar este proyecto, ya que lo primero que hizo al empezar su legislatura fue eliminar la Consejería de Medio Ambiente, relegando a segundo plano las urgencias medioambientales que afronta Andalucía. Así que en las últimas semanas la Junta de Andalucía ha incluido el Següesal en la “Unidad Aceleradora de Proyectos de Interés Estratégico en Andalucía”, por lo que han aparecido nuevas entrevistas del señor alcalde de Barbate y textos desde el Ayuntamiento sobre el tema. Esto me ha hecho escuchar y leer barbaridades que me indignan y me duelen, como barbateño y como andaluz.
“No es más ecologista el que más prohíbe, si no el que más ordena”, Miguel Molina, Alcalde de Barbate. El mensaje de esta afirmación es pasable, ya que es cierto que la ordenación del territorio es muy importante para un presente y futuro sostenible. Sin embargo, en ningún momento se puede vincular el Següesal con la sostenibilidad o la ordenación del territorio, ya que hace justo lo contrario: destruye, altera y fragmenta el entorno natural de Barbate y Vejer con consecuencias medioambientales y patrimoniales nefastas y de imposible vuelta atrás. Miguel Molina y su equipo deben saber que existe el llamado Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) que sostiene que cuando en el PGOU de un municipio queden suelos libres destinados al aprovechamiento turístico-hotelero, no se deben recalificar otros suelos para el mismo fin, porque de esa forma se rompe con el modelo de ciudad compacta que consagra tal plan.
En Barbate se ha repetido mucho el falso mantra de que el Parque Natural y el terreno cedido al ejército (Retín) dejan al pueblo sin sitio en el que crecer. Eso falta a la verdad y es fácil verlo en el PGOU. Siguen vacías, esperando interesantes proyectos, toda la rivera del río Barbate, grandes parcelas en el puerto, la explanada del Bay-Bay, el Zapal, o grandes manzanas, como donde estaba proyectado el hotel que el Sr. Molina anunció a bombo y platillo hace años. Es más, existen algunos edificios que se están cayendo por falta de uso, como lo que fue el reciente Museo del Atún o el cercano edificio para bares y comercios también en el puerto deportivo, abandonados y en ruinas prácticamente desde que se hicieron. Un despropósito.
Por supuesto, el POTA tiene como objetivo garantizar el futuro de los sectores productivos clave, como son el turismo y la agricultura, pero de manera compatible con el equilibrio territorial, el desarrollo urbano ordenado y la preservación de los valores naturales, ambientales y paisajísticos. Por ello, si hay algo que respeta estos valores es aprovechar el terreno ya alterado dentro del pueblo o colindando con este, lo básico de un crecimiento ordenado y compacto.
Si el Sr. Molina y su equipo quieren hacer cosas para mejorar el medio ambiente, la vida de los barbateños, y también para los amados turistas que vienen a dejar dinero, podrían trabajar más en serio por un crecimiento ordenado del pueblo. También podrían hacer algo para que por una vez la depuradora de Barbate funcione correctamente. La playa del Carmen de Barbate vuelve a tener este año la bandera negra por ser una de las playas más contaminadas de España debido a la mala depuración de nuestras aguas residuales. La Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) de Barbate lleva 20 años depurando de manera insuficiente. Las causas de esto son compartidas por el Gobierno central, que debe establecer el programa de financiación para la nueva depuradora, la Junta de Andalucía, que tiene que realizar el proyecto, y el municipio, que debe agrupar vertidos y desarrollar la red separativa de aguas pluviales y fecales. ¿Hasta cúando tiene que esperar Barbate para que la depuradora funcione correctamente? ¿Esta preparado Barbate para soportar y gestionar alguna macrourbanización cuando no ha podido ni depurar sus aguas fecales en los últimos 20 años?
Otra de las motos “sostenibles” que nos quieren vender con el Següesal es que se usará el agua depurada por la EDAR de Vejer para regar el campo de golf que se construirá. Reutilizar el agua depurada en sí favorece al medio ambiente porque reduce el gasto de tan preciado recurso. Destacar esa acción en una propuesta de un campo de golf que destruirá una zona de alto valor natural es una forma de greenwashing, marketing que nos vende algo como respetuoso con el medio ambiente aunque en realidad no lo sea. La decisión de a qué y a quién se le da la cada vez más escasa agua es muy importante frente a la presente emergencia climática, en la cual Andalucía se va a ver muy afectada. En realidad ya hemos empezado a tener problemas de abastecimiento de agua en la región principalmente por las políticas de Tarifa. No hay recursos hídricos suficientes para atender el desarrollo urbanístico de los últimos años y el que se está proyectando a medio plazo en su término municipal. La urbanización imparable, mayoritariamente en Atlanterra, condena a que los propietarios sufran cortes de agua con regularidad. Desde el verano de 2019 los vecinos de Atlanterra, Almarchal, la Tahona y la Zarzuela se han movilizado en diversas ocasiones por el escaso caudal de agua que les llega a sus viviendas y los repetidos cortes de suministro. Barbate y Vejer suministran por convenio agua a Atlanterra desde varios pozos en la finca de la Oscuridad, zona donde va el Següesal, pero no va a ser suficiente ya que en Tarifa se sigue construyendo a destajo. Ante esta situación de saturación y emergencia climática ¿es responsable destruir medio natural para hacer otro campo de golf de 18 hoyos?
Digo otro porque a escasos kilometros del Següesal existe un campo de golf de 18 hoyos, en Montenmedio. Si queremos subirnos a la sostenibilidad se podría regar ese campo de golf, ya construido, con el agua de la EDAR de Vejer. Y es que Andalucía, siendo una de las comunidades españoles más secas y en mayor riesgo por el cambio climático, está atestada de campos de golf. En el año 2020 sus 106 campos de golf la perpetúan en el primer puesto a nivel estatal, teniendo el 24% de los que existen en España, seguida por Castilla-León con 45 campos (10% del total). Aunque estas áreas recreativas nos parezcan amables por ser un ambiente ajardinado, hay que entender que para ellos se modifica el relieve, el paisaje y se elimina la vegetación natural, siendo grandes depredadores de suelo porque ocupan grandes extensiones. Son mantenidos contra natura en el área mediterránea con un riego intensivo e insostenible, creando un ambiente artificial, con una biodiversidad mínima de flora y fauna, muy inferior a la de los terrenos agrícolas o naturales que suplantan.
Por otro lado, según las estadísticas de la propia Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía (año 2016, no hay más informes recientes) el golf está entre las últimas prioridades de los 25 millones de turistas que cada año visitan Andalucía (inferior al 1%). Sin embargo, el interés por la naturaleza y el medio rural es del 6.5% para turistas de otras regiones de España y del 4.0% para los extranjeros, y sólo hace falta leer a los expertos para entender que el turismo del futuro crecerá hacia un modelo respetuoso, verde y sostenible. Por lo tanto, además de perjudicial por muchos motivos es absurdo que en Barbate con sus excelentes atractivos naturales y gastronómicos se apueste por este proyecto. El turismo de naturaleza, gastronómico y cultural supera la demanda de turismo de golf, siendo mucho más beneficioso por su menor consumo de recursos e impacto al medio ambiente, promover el intercambio cultural, la valoración de nuestro patrimonio y promocionar los productos locales y artesanos. La gente que viene a Barbate, y en general a la Janda, viene buscando exactamente eso, lo rural, sus playas vírgenes y su medio natural bien conservado. Esa es nuestra riqueza, nuestro punto fuerte a preservar y lo que debemos promocionar, nunca destruir.
Lo que ocurre es que los campos de golf son excelentes herramientas para recalificar terrenos y desarrollar proyectos inmobiliarios a su alrededor. Así se generan muchos beneficios, pero son para unos pocos, mientras la inmensa mayoría de la ciudadanía pagamos y pagaremos sus destrozos y consumo de recursos y patrimonio. Un buen ejemplo de la burbuja relacionada con este deporte, o mejor dicho, con el lobby inmobiliario del golf, es Golf El Puerto en el Puerto de Santa María. Actualmente abandonado por no ser rentable, también fue objeto de modificaciones polémicas del PGOU de tal localidad. Este campo de golf fantasma, ocupa más de millón y medio de metros cuadrados que eran municipales antes de ser vendidos a las constructoras. Otra consecuencia negativa que nos ha dejado además de la alteración y la ocupación del suelo, es que sus antiguos jardines han sido entrada del plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), una planta invasora muy problemática y dañina que se va extendiendo fuera de las instalaciones. La quiebra de Golf El Puerto también es indicativo de la situación y demanda real del golf en nuestra región.
Siento decepcionar al Ayuntamiento de Barbate, seguir apostando por hacer más campos de golf en Andalucía es irresponsable, insostenible e irrespetuoso con el medio ambiente, y como dijo el propio M. Molina, es “un modelo caduco y obsoleto” en 2012 y más aún en 2021.
Algo que parece que nos cuesta ver es que cuidar el medio ambiente implica de forma directa mejoras en nuestra calidad de vida. No cuidar el medio ambiente, devaluará nuestra calidad de vida y también el turismo. Uno de los principales atractivos de Barbate es su entorno natural, el cual destaca por su espectacular belleza y haberse librado del ladrillazo, gracias al Parque Natural y al terreno cedido a los militares. El reto de Barbate es desarrollarse respetando su entorno, de forma sostenible, pudiendo convertirse en referente. Si empezamos a alicatar la Breña, seremos otro pueblo más, masificado y sin personalidad ni alma, al que la especulación y el turismo devora, como otros tantos pueblos marineros que ahora son parques temáticos de cartón piedra con un paisaje machacado.
Por otro lado, también se han hecho afirmaciones vinculando al Següesal con ser “un proyecto que contribuye a grandes metas como lograr el empleo estable y de calidad”, como se menciona en un post de Facebook desde el perfil del Ayuntamiento. El paro y la pobreza campa en Barbate desde mucho antes de las famosas crisis. Entre toda España es el quinto municipio más pobre con una renta media anual por habitante menor a 8.000 euros y tiene la tercera tasa de paro más alta de los municipios entre 10.000 y 40.000 habitantes.
Por supuesto, apoyaré cualquier proyecto que genere empleo estable y de calidad en Barbate, pero ese tampoco es el caso del Següesal. ¿En qué momento un campo de golf y más de 600 apartamentos turísticos generan empleo estable y de calidad? Supongo que una macrourbanización generará muchos puestos de trabajo en su construcción, ¿pero luego qué? Toda Andalucía está repleta de campos de golf y apartamentos que se alquilan a turistas, y eso no libra a los municipios andaluces de precariedad, de paro y pobreza. El modelo de turismo actual genera pocos puestos de trabajo, son mal pagados, muy duros e inestables. Muchos barbateños y barbateñas malviven de limpiar apartamentos en la masificada Atlanterra o de camareros en el pueblo o en Zahara de los Atunes. El turismo es estacional en Barbate y como hemos visto recientemente a nivel mundial por la pandemia es mejor no apostarlo todo a este sector, porque nos hace vulnerables. Igualmente, el turismo hay que planificarlo y gestionarlo, controlando que no sea un monstruo que engulla nuestros pueblos, destruya el patrimonio natural y paisajístico, y acabe echando a sus vecinos, robándole su identidad y destrozando aquello por lo que el turismo venía. Barbate necesita mayores miras.
Gran parte de mi generación ha tenido que emigrar en busca de trabajo, o mejor dicho, por tener un trabajo más digno. Tarragona, Madrid o Barcelona, están llenas de barbateños que con dolor de su corazón han tenido que dejar el pueblo porque no pueden vivir de 3 o 4 meses de verano, donde se tiene que partir la espalda por una miseria de sueldo. Precisamente, esta semana el coordinador de Andalucía Por sí (AxSí, antiguo PA), Modesto González, está alzando la voz para que se construya en Andalucía la fábrica de baterías eléctricas que Volkswagen quiere construir en España, sosteniendo que el Gobierno quiere reindustrializar el norte de España y dejar a Andalucía al abandono. Oportunidades como esta es la que cualquier alcalde de Barbate no debería dejar pasar, moviendo cielo y tierra para traer esos proyectos a nuestro pueblo donde el paro es endémico.
A modo de conclusión tengo que decir que es incongruente que AxSí sostenga la aberración del Següesal, que continúa prostituyendo nuestro patrimonio natural, cultural y paisajístico. Hay que tener en cuenta que en este proyecto son malas las formas y también el contenido. Aunque se trata como si fuera un proyecto turístico es pura especulación urbanística, con sólo un 3.17% del proyecto dedicado a usos hoteleros, frente al 24.24% de uso residencial. La burbuja inmobiliaria y el turismo insostenible han sido y son unas de las formas más grandes de expoliar Andalucía. Drenan nuestro patrimonio y nuestras vidas para darnos a cambio limosna en forma de trabajos precarios, mientras que una élite formada por cuatro gatos se reparte el pastel. Por esto, el proyecto del Següesal es justo lo que el andalucismo combate. Por eso, me parece chocante y doliente que AxSí lo defienda. Este no es el camino y hay alternativas.
Hay que mencionar que el terremoto en Barbate acaba de comenzar. En primer lugar se ha cobrado la renuncia de nada más y nada menos que el concejal de Medio Ambiente, Ganadería y Agricultura, Enrique Álvarez, el cual expone en un comunicado que uno de sus motivos es que el Sr. alcalde no tolera críticas dentro de su equipo de Gobierno. También que se han llevado a cabo acciones que afectan al área de medio ambiente sin su conocimiento o consentimiento, como talas de árboles en época de cría de aves, con la destrucción de nidos y muerte de polluelos. No ha sido el único. A los pocos días renunció el delegado de Presidencia, Javier Rodríguez, aunque en este caso se anunció bajo un aparente clima de cordialidad. Desde luego, no parece que estén a las puertas de llevar a cabo un proyecto que pintan como la panacea para Barbate.
Espero que esto sirva para que los representantes de los barbateños en el equipo de Gobierno analicen la situación desde otro prisma y se replanteen qué es lo mejor para el pueblo, tomen cartas en el asunto y si hace falta que el Sr. alcalde se quede sólo con su “modelo caduco y obsoleto de urbanismo”. Es incomprensible que con la cantidad de problemas que tiene Barbate y sus núcleos de población -descontrol urbanístico, abastecimiento, falta de alcantarillado y depuración de aguas residuales-, tanto el Ayuntamiento como la Junta no se dediquen a solucionar ninguno. Están centrados en vender Barbate, en la recalificación de unos terrenos forestales y agrícolas, con exclusivo beneficio de la empresa privada interesada. Además, esto no ha hecho más que empezar. Hay una clara tendencia descontrolada desde el Ayuntamiento de Barbate en esta línea, y es que el Sr. Molina acaba de anunciar otro macroproyecto en Zahora, que ocupará 650.000 metros cuadrados de suelo no edificable, para crear 1.000 plazas hoteleras.
Por último, añadir que esto no va sólo de Barbate. Vejer se verá tremendamente afectado por el Següesal debido a su cercanía geográfica (véase la figura). Y por supuesto, aunque los barbateños y vejeriegos serán los más perjudicados, toda la ciudadanía perderá y verá devaluado su patrimonio, el cual no hay que olvidar que es de todos. ¡Barbateños, Vejeriegos, Andaluces, levantáos!.
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