A comienzos de año todo el mundo quiere tener sus propios presupuestos. Antes era algo que se solía abordar a finales del año anterior para el siguiente, pero la vida se está complicando mucho a todos los niveles y este nivel, el presupuestario, no iba a ser una excepción. Jerez de la Fra, sin ir más lejos, quiere tener presupuestos para el año en curso, después de tres años de prórrogas. El presidente Sánchez daría lo que fuera –bueno, eso ya lo está dando, ya van varios ‘lo que fuera’– por tener unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que le asegurarían, sin demasiados problemas, salvo error o sorpresa, lo que queda de legislatura e incluso la comunidad de vecinos donde reside este cronista está enfrascada en tener sus propios presupuestos, con sus derramas y todo, no se vayan a pensar.
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Pero centrémonos ya en Jerez de la Fra, ciudad muy noble, muy leal y desde hace años muy arruinada que suele ser el orbe sobre el que gira esta sección un tanto disparatada, Marca ACME.
Como ocurre en deportes que requieren de una gran sincronización –por ejemplo, el salto de altura o el salto de longitud– la alcaldesa Pelayo ha hecho lo primero que tiene que hacer, que no es otra cosa que marcar bien los pasos. ¿Qué es lo primero que hay que hacer? Pues un borrador de presupuestos. Reunirse con todos los concejales delegados, preguntarles cuánto necesitan y dividir por dos (broma). Luego surge ya el cómo… pues, hombre, preferiblemente con las cuentas cuadradas al céntimo en lo que se refiere a las previsiones de ingresos y gastos, o con más ingresos que gastos, lo que viene siendo superávit, sobre todo si quieres caer medianamente bien a la instancia superior a la que quieres cortejar… perdón, enviar, tu borrador.
Hasta aquí va todo bien: son 5,4 millones de euros de superávit lo que se ha presupuestado, una especie de ofrenda para el Ministerio de Hacienda, esa instancia superior que tiene la última palabra y con la que el Ayuntamiento de Jerez tiene muy claro que tendrá, como mínimo, que negociar. Y tendrá que negociar no solo porque Jerez forma parte del PJJ, que no es el acrónimo de un supuesto Partido de Jóvenes de Judea, así, uno de tantos de los que se nombran en ‘La vida de Brian’, sino las iniciales de Parla, Jaén y Jerez, las tres grandes ciudades que más telarañas acumulan en sus respectivas arcas municipales.
Y tendrá que negociar porque ha decidido hacer el borrador de su presupuesto de una manera un tanto personal o particular, aún no está muy claro. Desde Marca ACME aplaudimos la creatividad en todos los ámbitos de la vida, pero llevarla a un presupuesto municipal ya es digno de elogio. Jerez siempre a la vanguardia. En el borrado no se incluyen 20 millones del Fondo de Ordenación, a devolver, claro está, porque se pretende hacer frente a dicha cantidad cuando se lleve a cabo la liquidación de lo que le corresponde a Jerez de la PIE, la Participación en los Ingresos del Estado. No sabemos lo que pensará el funcionario de Hacienda que reciba el borrador de Jerez, a lo mejor exclama en modo rociero ¡Ya está aquí Jerez!, antes de sacarse un pañuelo con el que restañar el copioso sudor que en ese momento corre por su despejada frente… o lo mismo tiene orden de ir directamente al despacho de la ministra Montero a comunicar la buenanueva, no sabemos.
El caso es que la alcaldesa Pelayo pide desahogo, desahogo para… no, tal vez desahogo, así, signifique otra cosa. La alcaldesa Pelayo, decíamos, lo que quiere es que no se ahogue a Jerez, que bastante tiene ya con su pobreza. Eso, mejor. Por lo menos, remedando la frase de aquel jornalero, "en mi jambre mando yo". Sobre todo, ahora que parece que a Jaén le van a dar algo para que rerereestructure su deuda –que algo tendrán que darle tras el cambio de gobierno municipal, que si no sería como el refrán: alguien habría hecho un pan con unas hostias– y a Andalucía, si quiere, le van a condonar 18.000 millones de euros de deuda para validar la condonación de deuda que cuenta, la de Cataluña.
Venga, señor funcionario de Hacienda: arremánguese los manguitos y póngale el sellito azul a Jerez de la Fra, que tampoco pide nah…