La Zambomba de Jerez: con la RAE hemos (ha) topado

Ay, qué problema, una Navidad más con que si la Real Academia recoge (o no) la fiesta jerezana entre sus acepciones, cuando la cuestión sería más bien si se ciñe a la definición tradicional o se va a la 'explosión' actual

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

Una Zambomba durante el pasado puente de la Constitución en Jerez.

La Real Academia Española de la Lengua (vulgo, RAE) ha vuelto a hacerlo, ha vuelto a ignorar el término ‘zambomba’ más allá del complejo instrumento musical para acompañar tradicionalmente a los villancicos.

¿Eso qué significa? Pues, de entrada, que ha causado decepción (si no es profunda, no es decepción ni nada) entre las fuerzas vivas, de muy distinta procedencia e intereses, que llevan años propugnando que la RAE dé entrada a una nueva voz para el término ‘zambomba’, sobre todo desde que la fiesta navideña de Jerez y de Arcos de la Fra fuera reconocida como Bien de Interés de Cultural (BIC) hace cosa de una década. Desde entonces, todos los años, la misma (profunda) decepción.

Pero vamos a ver, ¿qué le pasa a la RAE?, puede que se pregunte el navideño lector, la festiva lectora… ¿A qué viene esta contumacia por parte de la institución? ¿Si este año han entrado palabras como musealizar, groupie, indie, rapear, espóiler, sérum o dana, qué leche pasa con la acepción que se solicita para zambomba? Pero si hace años que la RAE reconoció términos como almóndiga (aunque deja claro que se trata de un vulgarismo en desuso… de lo primero sí, de lo segundo este cronista no estaría tan seguro) o balconing o vapear, no se entiende que año tras año se postergue la modesta solicitud de Jerez y Arcos y añadir un cuarto significado a ‘zambomba’. Porque, a ver, más allá del instrumento musical, ¿quién recuerda a estas alturas que una zambomba es también una vejiga de cerdo inflada, la segunda acepción que viene en el diccionario? Incluso la tercera: manifestación de sorpresa. ¿Pero quién dice hoy zambomba o su familia de palabras tipo recórcholis, cáspita o caramba, pudiendo decir un taxativo joder? Pero si es que suena más en los medios de comunicación de toda España la zambomba por la fiesta de Jerez que la vejiga o el modo interjección que también acoge la palabra... sumados y multiplicados por diez.

Este cronista, siempre dispuesto a ofrecer soluciones en estas líneas y no quedarse en la mera conjetura, cree que el problema puede deberse a que no hay acuerdo sobre cuál sería la definición exacta de ese cuarto significado, que no es tanto que no se quiera atender la legítima reclamación de esas distintas fuerzas vivas de Jerez y Arcos de la Fra como de que puede que haya sobre la mesa de estos sabios más de una posible definición y eso, amigas y amigas, sí puede ser un problema. Porque, a ver, ¿qué se quiere que ponga el diccionario de la RAE? Pues cabe suponer que algo así: “en algunas localidades de la provincia de Cádiz, caso de Jerez y Arcos de la Frontera, tradicional celebración prenavideña en la que se reúnen familiares, amigos e incluso vecinos para cantar villancicos mientras se comparte vino y algunos alimentos, sobre todo dulces”. Algo así, ¿no? Claro, algo así responde hoy por hoy muy parcialmente a lo que es la Zambomba (vamos a poner la palabra ya con mayúsculas, como es norma de estilo de este medio). ¿Y si uno de los sabios responsables de tomar una decisión al respecto estuvo, no sé, el año pasado (este ya no hubiera dado tiempo) unos días en Jerez conociendo de primera mano las Zambombas y se presentó con otra definición, digamos, actualizada? Algo tipo: “en la ciudad de Jerez de la Fra, multitudinaria celebración promovida por el Ayuntamiento, en la que, con la supuesta disculpa de cantar tradicionales villancicos, se permite el uso y abuso del espacio público. Véase también zambombada”.

Ah, amigas y amigos ‘zambomberos’, ¿qué se creían? Claro, daban por supuesto que la temida palabra –zambombada– iba a quedar al margen del posible reconocimiento –y necesaria actualización– del término. Pero no… ¿y qué pondrá en la acepción 'zambombada'? Pues lo que es: “dícese de la celebración simultánea en Jerez de la Fra de multitud de fiestas y reuniones conocidas como zambombas”. Blanco y en botella.

Por eso, probablemente, para evitar el choque de estas dos corrientes en la definición de Zambomba, la tradicional y la que se ha puesto al día (con apéndices como zambombada), los de la RAE, cuando ven el tema allá por septiembre, a la vuelta de las vacaciones dicen “ay, qué pereza, con lo bien que se está una semana en Roche o en el Novo (que esta gente es fina) visitando Jerez y Arcos y tener que andar ahora con estas cosas...”.

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