Hace algún tiempo vengo observando que cada vez hay más establecimientos de hostelería en la provincia de Cádiz que apuestan por los vinos de la tierra. Esto me llena de alegría pero también me doy cuenta de que queda mucho camino por recorrer. Cádiz es una provincia en la que el turismo tiene gran importancia. Las personas que nos visitan llegan atraídos por nuestras playas, nuestra cultura, nuestros monumentos y cómo no, nuestra gastronomía. Y dentro de este último apartado viene buscando esos quesos de la Sierra de Cádiz, ese atún de las almadrabas, la ternera retinta... y los vinos generosos.
¡Sí! Esos vinos de los que hablan maravillas y premian en todo el mundo pero que aquí tomamos solo cuando llega la Feria y lo mezclamos con refrescos en forma de rebujito, por mi parte no tengo nada en contra, mientras se beban da igual cómo, pero creo que ha llegado el momento de que les hagamos en hueco en nuestra gastronomía. En la mayoría de los menú degustación de los restaurantes con las afamadas Estrellas Michelin nos encontramos con vinos de Jerez y Sanlucar, en las grandes ciudades como Tokio, Nueva York, Londres, Madrid, Barcelona, Bilbao... nos encontramos con Sherry Bar en los que se pueden degustar infinidad de vinos generosos por copas... y ahora llegamos a la cuna de estos vinos y muchas veces queremos disfrutar de un buen amontillado, oloroso o palo cortado y nos resulta prácticamente imposible.
Muchos turistas que vienen a visitarnos conocen, buscan y piden vinos generosos y otros estararían encantados de probarlos, pero si llegan a un restaurante y no se les da la opción de pedirlos —porque ni están en carta ni se tienen— no se pueden vender. Por esto pido a los hosteleros que hagan una apuesta por estos grandes vinos, que los incluyan en sus cartas, que los ofrezcan y no solo como aperitivo sino como acompañantes de comidas completas y sorprenderán; en la grandeza de estos vinos esta la diversidad.
Hay un vino generoso para cada plato, finos y manzanillas excelentes acompañantes de embutidos, crudos de atún, frituras de pescados, mariscos, ensaladas, etc. Amontillado armonizando quesos, pescados al horno, alcachofas, setas, platos de cuchara, atún elaborado... Palo Cortado con platos especiados, quesos, guisos; un oloroso al lado de Carnes, estofados, y así hasta el infinito y mas allá.
Pero para esto hace falta un interés y formación por parte de los restauradores, para que puedan aconsejar y cuidar de estos vinazos. Pero la esperanza está ahí, y además ya voy descubriendo restaurantes que ofrecen variedad de vinos generosos: en El Puerto de Santa María, el Faro del Puerto, con más de 200 referencias, Aponiente con sus 3 estrellas. Conil, Francisco La Fontanilla, Venta Melchor. Casa Paco, con gran variedad por copas, en Paterna. En Sanlúcar de Barrameda, Taberna Del Guerrita. En Jerez, La Tasca —uno de los pocos sitios en los que siempre te reciben con un fino en la mano—, Hermanos Carrasco, Albalá, Mantúa, y cómo no La Carboná, gran referente no solo por su carta de generosos sino por incluir los mismos dentro de su cocina y ofrecer menús generosamente maridados.
Seguro que me quedan muchos lugares por conocer, si me queréis recomendar alguno contármelo a info@andaluciadevino.com. Y nosotros los consumidores, vamos a descubrirlos, conocerlos, disfrutarlos, hay un tipo de sherry para cada persona, pidámoslos, hasta que consigamos que haya variedad de los mismos en las barras de todos los bares.