Esta semana, sólo esta semana, Kichi y sus zarrapastrosos han llevado a cabo, entre otras muchas medidas como gobierno de la ciudad, lo siguiente:
⁃ El refuerzo de limpieza y desinfección de los colegios para que la vuelta al cole sea segura.
⁃ Un aumento y mejora de los espacios de carga y descarga.
⁃ Hemos sido seleccionados como catálogo de buenas prácticas en energías renovables.
⁃ Se ha iniciado el proceso de adjudicación para la gestión de la guardería Josefina Fornell.
⁃ Aprobación de los presupuestos de forma definitiva.
⁃ Se ha avanzado en las obras de reparación y mantenimiento en la Barriada de La Paz.
⁃ Ampliación de las mejoras en las instalaciones deportivas de la ciudad (Elcano, con un campo nuevo, el Ciudad de Cádiz y Puntales).
⁃ Ofrecimiento a la Junta de espacios municipales para la vuelta al cole.
⁃ El comienzo de la urbanización de los patios interiores del centro Viento de Levante.
⁃ La presentación de un nuevo modelo de Alcances adaptado al contexto de pandemia.
Y también, además, hemos aprobado en el pleno municipal sustituir el nombre de la Avenida Juan Carlos I por el de la Sanidad Pública. Esto último no era prioritario. Ni urgente. Quizás muchas de las cosas mencionadas anteriormente y que hemos realizado a lo largo de la semana eran más necesarias. Sin embargo, que no os quepa duda, este cambio de nombre también es importante. Muy importante.
Y es muy importante porque, a diferencia de las múltiples gestiones citadas, ha acaparado muchas más portadas y titulares. Es decir, no es baladí ni causa indiferencia. Y es importante, muy importante, porque lo es nuestro callejero y a quienes rendimos honores y homenajes como sociedad.
No sólo de pan vivimos las personas. También de rosas. Y miren ustedes, yo no quiero que la segunda vía más importante de Cádiz lleve el nombre de quien amasó una fortuna gracias a su cargo y luego lo evadió y lo escondió en paraísos fiscales. Yo no quiero el nombre de quien traicionó a la gente. De quien se hacía de oro mientras al resto nos pedían esfuerzos y sobreesfuerzos en mitad de una crisis.
No quiero ese nombre. Y sí quiero, en cambio, a quienes cuidan y nos protegen. A una Sanidad Pública que pese a los recortes vela por nuestra salud, más si cabe, en este contexto de pandemia. Una sanidad pública que tiene rostros y nombres, compuesta por unos profesionales que se dejan la piel y ponen por delante el bien común.
Por eso me siento orgulloso de que Kichi y sus zarrapastrosos estemos en lo urgente, en lo prioritario y también en lo importante. Por eso me siento orgulloso de ser un zarrapastroso, pero nunca un corrupto, ni nadie al que se le pueda acusar de haberse beneficiado de un euro de más de dinero público. Por eso me siento orgulloso de ser un zarrapastroso y también de mi origen humilde, sencillo y obrero. Alejado de cualquier vínculo con el franquismo y de los privilegios de sangre.
Seguiremos construyendo una ciudad desde lo material y lo simbólico. Seguiremos construyendo un Cádiz inclusivo desde la honestidad y con la cabeza alta. Un Cádiz que rinde honores a quien lo merece. Un Cádiz más libre que resalta y destaca lo que nos une como comunidad. En este caso: la Sanidad Pública digna y universal.
Comentarios