El curso político está prácticamente finiquitado. Andalucía afronta lo que queda de julio con apenas tres Consejos de Gobierno por delante y un único pleno parlamentario. Para muchos, viendo las temperaturas de la última jornada en el Antiguo Hospital de las Cinco Llagas, incluso podría sobrar la sesión que se tiene que celebrar el próximo 24 de julio, pero el calendario de sesiones es el que es.
La comunidad ha llegado al tramo final con un tono más elevado que nunca. Había consejeros, como José Antonio Nieto, que verbalizaron el pasado jueves su sorpresa por las broncas que se estaban viviendo en el Parlamento de Andalucía. Partido Popular y PSOE han llegado al tramo final con las relaciones pendientes de un hilo. Y, de hecho, el miércoles se rompieron en uno de los pocos temas donde había negociación y consenso: el Consejo Consultivo.
Después de una década, el caso ERE ha vuelto a contaminar todos los debates de la política andaluza hasta el punto de que la gestión de la Junta se ha ido diluyendo pese a que en cuestiones como la sanidad, las protestas no cesan. Además, ha pasado a un segundo plano el tema más importante que queda por resolver antes de las vacaciones de agosto.
Se conoce por boca del propio Juanma Moreno que antes de acabar el curso político va a realizar una remodelación en su Gobierno. Para el presidente andaluz es el momento perfecto ya que estamos a mitad de la legislatura y es oportuno hacer balance de los dos primeros años del Ejecutivo. Más aún cuando ya no se trata del primer mandato y es mucho más difícil colocar el foco en la "herencia recibida".
Hace unas semanas estaba sobre la mesa la posibilidad de realizar algunos ajustes según las sensaciones de los consejeros y hacer el trasvase de algunas competencias mediante cambios en las estructuras de las consejerías. Principalmente en el 'macrodepartamento' que tiene actualmente el portavoz Ramón Fernández-Pacheco, que asumió las carteras de Carmen Crespo una vez la almeriense hizo las maletas para marcharse a Bruselas.
Sin embargo, la posibilidad de que haya ceses y nuevos nombramientos ha cogido fuerza. En el foco está Catalina García, responsable de Salud. Tanto los sindicatos como la oposición ha pedido su dimisión o cese en varias ocasiones por diferentes conflictos sanitarios. Sin embargo, en las últimas semanas la presencia de García ha aumentado para hablar de planes de choque en la sanidad andaluza o desbloquear situaciones enquistadas como la actualización de la Bolsa. En lo que respecta a las listas de espera, Moreno compartió en sus redes los datos en la reducción de pacientes fuera de los plazos garantizados.
Otros consejeros que no han tenido una gestión tranquila han sido Arturo Bernal en Turismo, Cultura y Deporte, José Carlos Gómez Villamandos en Universidades o Patricia del Pozo en Educación. Aunque esta última forma parte del núcleo duro de Moreno y estuvo presente en la primera legislatura. Algún diputado bromeaba recientemente y le pedía que regresara a la Consejería de Cultura, puesto que desempeñó en el primer mandato, para solucionar dos problemas.
Lo que descartan desde el entorno del presidente de la Junta de Andalucía es que los cambios se vayan a producir en la próxima semana. Todo apunta a que habrá que esperar algunos días más para que Juanma Moreno ofrezca su decisión.
Comentarios