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Al Sur del Sur, otra Constantinopla

Y volvemos a la Avenida Virgen del Carmen 19, para comer en La Flauta Mágica. Pan árabe, exquisito cous cous, pollo asado con patatas caseras, brewa, tajin de kefta con huevo, pinchitos de cordero a la brasa

Pinchitos de cordero a la brasa.
Pinchitos de cordero a la brasa.
11 de marzo de 2025 a las 13:19h

Allí daban en morir de antiguo las ballenas,
entre los farallones de piedra junto al faro.
Gemían largamente bajo los arpones
de un tiempo que hizo del dolor su contraseña.

Aún oigo sus barruntos remover la bahía
con un oleaje oscuro donde su rabia navega.
Y el levante nos grita que ellas fueron tan sólo
el espejo terrible de lo que seremos quizá.

He ahí el ocaso previsible de nuestra singladura
como seres vivos que dejarán de serlo:
despojos de huesos y aceite maloliente,
pero ignoramos acaso que nuestro propio cuerpo
y el universo todo es un reino de agua
en donde agonizamos como los últimos cetáceos
con un íntimo zafarrancho de azul incertidumbre.

Juan José Téllez

 

Mi bahía y la tuya no están tan lejos, y hay dos formas de acercarnos. Pero hoy vamos por la costa, y si se quiere, de playa en playa, de La Barrosa hasta El Palmar. Ay, a la izquierda, sube a Vejer, vamos a enamorarnos por La Corredera. Venga, bajemos para seguir por Los Caños de Meca, qué bonito Trafalgar, y nuestro faro que nos cuida. En plena Breña hasta Barbate y tira para Zahara. Saludemos a las retintas, y cruza el pueblo, que quiero ver Camarinal. Vamos a ver el modo de seguir hasta Bolonia.

Campo de Gibraltar
Ensenada de Getares.  EDUARDO DE LA HOZ 

Ha saltado el levantito: mira qué feroces están los molinos. Y Valdevaqueros. A la derecha el azul intenso hasta Tarifa. Adelantamos sueños y furgonetas, y nos abre los brazos el paraíso que sigue hasta Pelayo, coronado por el bosque de Niebla. El Estrecho se impone, y anochece. Luces de Marruecos guiñan para que volvamos. Al fondo se abre paso el Peñón. Ya llegamos a Getares, y su agua como un espejo refleja las luces del puerto y el trasiego que une dos orillas del mundo.

Ya verás mañana: a la amanecida, temprano, en los alrededores del Mercado de Abastos Ingeniero Torroja, hierve de vida una metrópolis en la que conviven sabores, olores, gatos pintados en las paredes, como el de Lu Escuín, en un canto al barrio que huele a especias y las historias que cuentan sus rincones lo que nos enriquece. Coge sitio en Gloria, y pídeme un pan de sartén y un té con hierbabuena, que voy enfrente, a la Pastelería Alhambra a por pastelas.

La Flauta mágica
Tajin de kefta de La Flauta Mágica.

Y es poesía este desayuno marroquí después de recorrer el Barrio de la Caridad, las tiendas de aquí y de allá, y atravesar el bullicio en lenguas distintas, Luego iremos a la Plaza Alta, para llegar al  Volvemos al mercado: cierra los ojos y cuando los abras, mira hacia arriba. La cúpula es el ensueño  de  todos los vuelos posibles que protege los puestos de pescado, carne, frutas, en una evocación constante de la esencia de Algeciras como crisol marítimo de culturas. Desde allí, hasta las orillas del puerto, vigilado siempre por las imponentes grúas de extraña belleza, subimos para esperar la hora del almuerzo a dar un paseo por el Parque María Cristina. Se acusa aún más el contraste emocional que solo se siente en ciudades como Barcelona, Tánger o Estambul. 

Té
Vasos de té.

Pero la suerte de Algeciras es la fortuna que aún no reconoce: el abrazo entre dos mares, el clima único, el entorno natural de abrumadora diversidad, y el carácter fronterizo y multicultural que es puente hacia la grandeza. Siempre lo dices: Constantinopla de Europa es el Campo de GIbraltar.

Y volvemos a la Avenida Virgen del Carmen 19, para comer en La Flauta Mágica. Pan árabe, exquisito cous cous, pollo asado con patatas caseras, brewa, tajin de kefta con huevo, pinchitos de cordero a la brasa. Siempre es una delicia ir a esta casa de ambiente acogedor que también impactó en otro autor como Pérez Reverte, y que es un lugar de unión y convivencia entre personas muy distintas unidas por el amor a la buena comida.

Comida
Uno de los platos de La Flauta Mágica.

Y sí, es el encanto de lo más moruno de Algeciras, sin ningún pudor, mi forma de expresar mi enamoramiento de la tierra prolífica y fértil en poetas amigos como Juanjo Téllez, Paloma Fernández Gomá, Juana Ríos, Stewart Mundini, Mar Marchante o Nuría Ruíz Fernández. Y hay más. Les confieso que antes de conocerla, para mí Algeciras no era, sólo parecía. Ahora es y está. Y esa ceguera que sufría la sufre mucha gente, no sé si por desconocimiento, prejuicios o pereza. Siempre abrirse a la vida, al aprendizaje requiere esfuerzo y éste no tiene buena prensa.

Tajine
Gastronomía árabe.

Pero los giros de guion traen tesoros, y los encontramos como las orejitas al pasear en la orilla, bellísimas e inesperadas. Así conecté de forma profunda con una ciudad que sorprende, deslumbra y ya no es posible dejar atrás. Tampoco es posible describir mil sensaciones en un solo artículo, y si me lo permiten, habrá más y distintos. Espero que les agrade este primer capítulo.

Vida, gastropoesía y salud.

Sobre el autor

Rosario Troncoso.

Rosario Troncoso

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