La mañana de este lunes en Sevilla ha dejado en unas cinco horas apenas 12 litros de agua, según la Aemet. Cifras moderadas, dentro de lo normal, y que no cumplen a la hora de hacer esta noticia con los avisos amarillos para la capital y casi toda la provincia. Alguna tromba que ha dejado unos minutos con fuerza y un trueno sobre las 10 de la mañana, aislado pero potente, seguido de otro unos minutos más tarde.
Pero nada fuera de lo normal. Lluvia a principios de marzo a ratos. Así estará Sevilla capital varios días, quizás hasta mediados de la próxima semana. Pero ya ha sido suficiente para que se formen los mismos charcos de siempre.
En la imagen que acompaña a esta noticia, un charco que es habitual en la calle Nuestra Señora de las Mercedes, la continuación de Felipe II, donde ya empieza el Tiro de Línea. Agua hasta los tobillos en una zona donde se aparcan coches, cerca de donde a las dos de la tarde hay que recoger a niños en un colegio.
El charco es habitual. De siempre. Pasan los meses, los años, y cada vez que llueve, hay que andar con ojo. No es que sea peligroso, pero sí molesto. Los autobuses y otros vehículos que pasan por ahí deben reducir velocidad o montan una de esas incómodas olas. Los moteros, por su parte, deben reducir el paso porque pueden perder adherencia. Lo mejor es pasarse al otro carril, porque uno está inundado. Si se va con cuidado y cierta pericia, no hay por qué caer.
Por eso, este artículo no es que sea de una denuncia ciudadana urgente. Es todo lo contrario: revisar el problema de siempre. Porque en muchos barrios de Sevilla, en muchísimas calles, hay zonas que son las del charco de siempre. Los vecinos lo conocen, lo rozan a menudo, pero cariño desde luego no le cogen.
Y es que la ciudad tiene un problema perenne: cuando caen dos gotas, hay puntos o bien mal diseñados o bien donde los sumideros no funcionan. ¿Por qué?
Una cosa es una inundación puntual. Pero que las aceras rebajadas de los pasos de peatones se conviertan durante días en una piscina debe obligar a revisar si se está manteniendo correctamente la red. No es un problema solo de este Ayuntamiento, claro, es estructural. Pero no todos pueden pegar una zancada para sortear el charco.
Al ponerse uno un poco más intenso, hasta puede llegar a preguntarse: ¿está bien que los charcos de toda la vida se queden durante días estancados, acumulando suciedad? Cuando deje de llover, sea esta semana o la que viene, como no venga uno de esos calores preprimaverales, quizás el charco aguante varios días más. El del Tiro de Línea. Y el de otros barrios. Porque opiniones y charcos, como los traseros, en Sevilla, cada uno tiene el suyo.
Sevilla Este y muchos barrios de la ciudad se han inundado por la falta de previsión a la hora de limpiar el alcantarillado. Es evidente que #Sevilla no funciona y que ni siquiera está preparada para soportar las fuertes lluvias. https://t.co/nk05vKhpzi
— José Luis Sanz (@jlsanzalcalde) December 24, 2021
Así de crítico era José Luis Sanz cuando era candidato a la Alcaldía: "Sevilla Este y muchos barrios de la ciudad se han inundado por la falta de previsión a la hora de limpiar el alcantarillado. Es evidente que Sevilla no funciona y que ni siquiera está preparada para soportar las fuertes lluvias". Una promesa aún pendiente.