Las derechas azuzan el miedo a la inmigración tras la llegada de unos 120 refugiados a Alcalá de Guadaíra

El Ayuntamiento explica que el Gobierno central no les ha ofrecido más detalles, pero insiste en evitar la desinformación y los bulos que circulan. La acogida se realizará en un hotel de la localidad

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

La sede Comisión Española de Ayuda al Refugiado en Sevilla, que gestiona la llegada de los refugiados a Alcalá de Guadaíra.

Alcalá de Guadaíra acoge a partir de este lunes a alrededor de 120 inmigrantes en pleno esfuerzo a nivel estatal para atenuar la presión migratoria en Canarias, si bien no llegan directamente por ese reparto que están pactando las comunidades con el Gobierno, sino que son personas realojadas tras meses en el país. Este domingo, unas 200 personas se concentraban frente al lugar que será residencia hasta el 31 de diciembre, un hotel, como recoge La Voz de Alcalá.

Entre tanto, en las calles, y en las redes sociales, se ha producido un evidente intento de calentar a la población. Lo han hecho ciudadanos particulares, pero también partidos políticos. Desde Vox, hablan de "alimentar el efecto llamada", y relacionan esta acción con "degradación, delincuencia e inseguridad". "Son todos subsaharianos y todos varones, sobre los 20 y 25 años y en perfecta forma física, no encontraréis entre ellos a ninguna mujer ni a ningún niño". Estarán, según la formación ultraderechista, "a mesa y mantel", "muy cerca de colegios". "Entendemos y comprendemos el nerviosismo, la intranquilidad y el lógico miedo de miles de alcalareños tras conocer la llegada de estos ilegales". 

Un miedo que precisamente viene infundido por este tipo de mensajes que lanzan desde Vox, que asegura que es una situación de "invasión migratoria" y que si bien se abren las puertas a quienes llegan del extranjero legalmente, "a esos otros inmigrantes que asaltan nuestras fronteras, que entran en nuestro país por la fuerza, que no vienen a integrarse y que no respetan ni a nuestras mujeres, ni nuestras leyes ni nuestra cultura, billete de vuelta inmediato a sus países de origen".

El PP, por su parte, asegura que el Ayuntamiento sabía desde antes del jueves sobre la llegada de los migrantes, acusa al Consistorio de "mentir", y ha puesto en duda la seguridad: "Aún desconocemos, de manera oficial, si se trata de refugiados o inmigrantes ilegales". "Los alcalareños son profundamente solidarios y estamos convencidos de que esta situación de alarma y desconcierto entre los mismos no sería tal si la información hubiese sido clara desde un inicio por parte del Gobierno del PSOE y Andalucía por Sí en el Ayuntamiento", señalan los populares.

El Ayuntamiento ha dado a conocer que no les habían avisado de esta llegada de migrantes. "Tuvimos conocimiento el jueves, a través de CEAR, no antes", informaba la alcaldesa, Ana Isabel Jiménez. Ya la tarde del miércoles, de manera extraoficial, la alcaldesa ya fue conociendo detalles por parte de hosteleros y vecinos. "Hemos pedido cita al Ministerio de Inclusión y a la Secretaría de Estado para pedir información", reconoce la regidora.

En todo momento, el Consistorio habla de una situación "imprevista". Pero, según la información recabada, "son personas que llevan varios meses en España y no han tenido ningún tipo de problema, que son de convivencia tranquila". Entre los vecinos "ha surgido una lógica inquietud". Pero pide a los vecinos "que no atienda a bulos interesados, a intereses políticos que generan miedo, incertidumbre, por intereses políticos". Y que, según CEAR, este tipo de experiencias lejos de ser negativa suponen una oportunidad "económico y laboral", con la contratación de diversos perfiles como educadores, personal de mantenimiento...

En cualquier caso, desde el Ayuntamiento informan de que se van a activar "todos los servicios necesarios para que, de forma general, esta situación no afecte a la convivencia pacífica en el municipio y que quede latente el carácter solidario y el sentido de responsabilidad que siempre han definido a la sociedad alcalareña, demostrada en anteriores acogidas a personas refugiadas procedentes de regiones en situación de conflicto".

Si bien la Subdelegación del Gobierno, efectivamente, rehúsa hacer declaraciones a este respecto, en la línea del Gobierno central, que ya cuando llegaron migrantes a Sevilla capital tampoco informó meses atrás al Ayuntamiento, desde CEAR sí han aportado detalles. La gestión recaerá en CEAR, "en principio hasta el 31 de diciembre de 2024", "donde las personas acogidas serán atendidas por un amplio y cualificado equipo de profesionales de la entidad compuesto por técnicos/as de acogida, abogadas/os, psicólogas/os y administrativas/os, entre otros", señala la organización. "En su mayoría, estas personas se encuentran en proceso de reconocimiento del estatuto de refugiado".

Se trata, así, de personas refugiadas "que vienen huyendo de conflictos bélicos o de violación de derechos humanos, de personas apátridas y de migrantes con necesidad de protección internacional y/o en riesgo de exclusión social", señalan en CEAR. "La experiencia de la entidad en los municipios es muy positiva teniendo en cuenta el impacto social, económico y cultural en estos contextos locales, donde a lo largo de los últimos años la convivencia, tolerancia y empatía han primado, permitiendo la inclusión de las personas acogidas en los barrios y municipios y su integración con los vecinos y vecinas de los mismos".

Entre tanto, las redes siguen recalentadas con discursos antiinmigración, hablando de un "temor" por la llegada de estos migrantes, con discursos de odio sin oportunidad, siquiera, de que se haya producido nunca un conflicto, básicamente porque estas personas no han llegado aún.