'Papa gorda', grabar a gente borracha en la Feria de Sevilla ataca a la dignidad

La 'moda' de las redes sociales es 'cazar' a cualquiera que se haya pasado con el alcohol

pablo fernandez quintanilla 0002 4 1000x574 (1)

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

El domingo de la Feria de Sevilla, en imágenes.
El domingo de la Feria de Sevilla, en imágenes. MAURI BUHIGAS

Un año más, en las redes sociales comienzan a difundirse imágenes de personas borrachas en la Feria de Sevilla o tras salir del recinto. Vídeos en el transporte público, tiradas por las calles, fuera de sí... Y hay que ser muy cautos con eso.

Hay un principio que rige la actividad de los comunicadores, y que vale para el resto de ciudadanos cuando tienen en sus manos un móvil y una cuenta de redes sociales. Lo que ocurre en la calle, en principio, salvo alguna excepción de sentido común, es retratable y difundible. 

Es decir, si no hace falta un esfuerzo para ver algo -póngase, mirar a través de una ventana, de una casa o un coche-, la persona está exponiéndose. Pero eso nunca debe ser tan sencillo. ¿Dónde está el límite? En el buen gusto, en personas impedidas, en la difusión sin una razón. Y hay que hacerse preguntas: ¿es un asunto relevante?, ¿tiene interés general?, ¿qué consecuencias provoca la difusión?, ¿está justificado?, ¿a quién perjudica?, ¿por qué publicarlo?

Sin deseo de sentar cátedra, aunque pudiera parecerlo, al hacerse esas preguntas, generar un hashtag en redes sociales para captar y difundir a personas que están en muy mal estado, parece poco recomendable. Legal, muy seguramente -ni sí ni no-. 

Primero, hay que ir a lo obvio: es hipócrita hacerlo. Porque casi todos en esta sociedad, especialmente en la juventud, aunque potencialmente a cualquier edad, ha decidido, libremente, emborracharse. No es sano llegar a esos extremos, ni hay que justificarlo ni tratarlo como algo menor, porque es un problema. Pero es la realidad. Si ahora cazas a alguien, o bien lo haces desde la superioridad moral de que no has llegado nunca a ese extremo, o bien te estás aprovechando como se podrían haber aprovechado de ti.

¿Tiene interés público, relevancia, captar a personas borrachas en la Feria? Depende de muchas cosas. ¿Está, de una forma u otra, alterando el orden? ¿Sirve como ejemplo de una problemática generalizada? ¿Manda un mensaje de concienciación al resto de la sociedad? 

Si ha ocurrido, seguramente, por qué no contarlo. Pero entra en juego un razonamiento más. Una persona puede emborracharse libremente y decidir perder el control de sus actos, sin que nadie le obligue a ello. Pero una vez que se alcanza ese estado, legalmente, por ejemplo, no puede hacer muchos trámites administrativos. Qué tontería, podría decirse, ¿no? Uno, por ejemplo, estando borracho no puede casarse. O, si lo hace, puede declararse nulo el enlace, ya que se ha producido un 'vicio del consentimiento'. 

Ante ese estado, lo que uno haga o deje de hacer, si no molesta a nadie, ¿por qué difundirlo? Y luego, depende de la forma en que se difunda. Mostrar la cara, que una persona sea reconocible, no parece tampoco muy recomendable. Puede hacerse, en todo caso, de espaldas.

El problema fundamental es que la medida está en si se difunden esas imágenes solo para ridiculizar socialmente a una persona a la que se le ha ido la mano en un evento como es la Feria. Hay muchos matices y arriba se muestran algunos. 

Si participa en un accidente de tráfico -algo que es de indudable interés general-, altera el orden público, tiene una actitud negativa hacia los demás, acosando, molestando... Bueno. Y diferente es recoger una imagen que ya ha sido previamente difundida con amplitud. Pero si esa moda de grabar borrachos en la Feria tiene como único fin, como parece, hacer bullying a los demás... Es una conducta, en esta era de las redes sociales, un poco antisocial. La de expulsar de la sociedad a quien ha estado de fiesta libremente. 

Lo preocupante no es un vídeo en sí, una anécdota. Lo preocupante es que las redes se están inundando de vídeos en los que una persona que no responde de sus actos está siendo grabada para ser ridiculizada. Se hace con esa mala baba, esa mala intención. Y eso puede marcarte una vida. Es legal, seguramente. Pero qué mala suerte que el día que te has pasado con la bebida -ni siquiera dos copas de más, sino totalmente dormido o enfermo-, te toque que te graben, ¿no? Seamos un poco mesurados con las redes.

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