Perdonen la expresión, pero es la realidad. Sobre las moquetas de Fitur, alrededor del stand de la provincia de Sevilla, no se habló de otra cosa: la independencia de la capital del pabellón de Andalucía. Una decisión tomada por el gobierno local de José Luis Sanz.
En los primeros momentos, el análisis respecto a la decisión, meses atrás, parecía simplemente hacerle la puñeta a una Diputación que gobierna el PSOE, la de Sevilla, la única junto a Jaén (que también ha tenido sus polémicas). Pero no. El Ayuntamiento de Sevilla ha complicado la vida no solo a los pueblos de la provincia (que acuden a Fitur bajo el paraguas de Diputación, a su vez dentro del pabellón andaluz), sino también a la propia Junta.
El gesto más claro fue que todo un presidente de una comunidad no visitara el stand de su capital. Juanma Moreno acudió el miércoles de inauguración por la mañana a visitar el pabellón de Andalucía. Iba con una agenda importante. Pero a su compañero de partido -con quien es sabido no se lleva bien- no le compró el relato y no sacó 15 minutos para, al menos, hacerse la foto en la capital. Sí acudió, curiosamente, Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP, a Sevilla capital.
La foto de Sanz y Juanma sí se produjo, pero cuando el alcalde fue al Pabellón de Andalucía para visitar a su presidente. Y lo hizo en una comitiva junto a Juan Espadas (líder del PSOE andaluz, con quien hubo abrazo, y exalcalde de la capital), junto a Antonio Muñoz (exalcalde) y Javier Fernández (presidente provincial). No hubo tiempo, vino a decir Sanz, de la visita de Juanma a la capital, en una entrevista con lavozdelsur.es. Cierto, pero efectivamente, porque el presidente andaluz no sacó ese tiempo.
En esas, efectivamente, el Ayuntamiento realizó encuentros y dispuso de un espacio propio para ofrecer su visión. El stand de la capital fue bullicioso, como lo es todo Fitur. Pero no es menos cierto que algunos de esos encuentros ya venían de reuniones y anuncios previamente pactados. El caso más claro es el de Ryanair, que no decidió in situ ampliar sus rutas fruto de reuniones en Fitur, sino que se decidió que se anunciara allí. No es algo inhabitual en Fitur, pero sí es cierto que el Ayuntamiento se ha preocupado, como es lógico, por mostrar su agenda en Madrid.
¿Detrás de esos esfuerzos comunicativos hubo más reuniones? Sí. Pero también es cierto que para los operadores turísticos es incómodo, por desconocido, darse cuenta tras un rato en el stand de Andalucía que allí no está este año la capital.
Curiosamente, el mismo año en que el Ayuntamiento de Sevilla decidía salirse de Andalucía, Málaga volvía tras 20 años y dejaba su stand propio. Los operadores turísticos quizás buscaron a la capital como era tradición consolidada, pero acabaron viendo dentro de ese mayor paraguas andaluz a su alcalde, Francisco de la Torre, y a toda la comitiva malagueña.
La provincia también llevó su agenda de encuentros, repartida entre empresas y muchísimos alcaldes (de todos los partidos) que expusieron sus propuestas. Y, curiosamente, en esas alocuciones se hacía referencia siempre a la capital. Porque el éxito de la provincia en Madrid ha sido vender su oferta con la capital a pesar de la ausencia física del megapabellón andaluz.
Entre todos los ejemplos sobre el primer balance de Fitur de la independencia de Sevilla, cabe irse a la gama de colores que ofrecieron ambas instituciones de provincia y ciudad cuando se expusieron en el escenario central del pabellón andaluz.
La provincia de Sevilla reunió a decenas de alcaldes (hay que insistir, de todo color político) en un acto de mañana, a viva voz, en estruendo que resonó en todo el pabellón. Javier Fernández tenía un amplio público de instituciones, medios y del sector turístico en su presentación. Al igual que presentaciones como las de la provincia de Cádiz o Málaga.
Sin embargo, la capital, con el alcalde a la cabeza, que también fue cortésmente invitada por la Junta a realizar su exposición en ese mismo escenario central, fue postergada a las seis de la tarde, a la peor hora del primer día, cuando menguaba de forma evidente el público. La intervención de Sanz, con varios concejales detrás, fue tristona, sin apenas público más allá de la comitiva local. Toda una capital sin protagonismo.
¿Mereció la pena la independencia? El Ayuntamiento seguirá en que sí, probablemente, porque es un asunto muy sensible. Y tendrá sus razones para explicar por qué fue bueno alejarse de quizás el mejor pabellón de Fitur, el de Turismo Andaluz. Quien lo sabe, en realidad, es el sector, los directivos privados que se fijaron en destinos en Fitur. No es fácil medir si Sevilla ha perdido oportunidades. Pero no solo este opinador, sino otros cercanos a José Luis Sanz, también se han manifestado públicamente con palabras algo más gruesas o directas respecto a la independencia de Sevilla en Fitur.
Habrá que ver si habrá reconciliación para 2025. La provincia promoverá un plan estratégico común a todos los partidos, agentes sociales y ayuntamientos. Si Sevilla vuelve a brillar como capital de Andalucía. Se lo agradecerá seguramente la Junta, la provincia que combina destinos y enriquece la oferta de la capital. Y quién sabe, quizás se lo acaben pidiendo los empresarios de la capital.
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