Ocho tesis sobre la guerra de Ucrania

La guerra en Ucrania es la expresión violenta de una fractura en las elites mundiales entre la fracción mas extractivista y autoritaria (Trump y gran parte del partido republicano, Putin, las oligarquías petroleras árabes) y la fracción más manufacturera y tecnológica liberal democrática (Biden, el partido demócrata, la UE).
Por consiguiente, ya que es un conflicto bélico; estamos ante una guerra civil dentro de las elites de la globalización.
Erróneamente se atribuye a China ser parte de uno de los dos bandos en conflicto. Como prueba de esta adhesión incorrecta vean sólo el diferencial trato que la administración Trump dio a Putin y a China.
China no está en la guerra porque sus elites están sometidas al control político del estado chino. De hecho China es uno de los pocos Estados en el mundo que tienen bien embridadas a las elites económicas impidiéndoles por completo la conversión en elites políticas.
Erróneamente se confunde también las estratégicas defensivas con alianzas estratégicas de largo alcance. Este es el caso de Venezuela, Cuba o Irán que tienen estrategias defensivas con Putin pero alianzas estrategias de largo alcance con China. Estos países tampoco están en esta guerra.
La guerra civil dentro de las elites de la globalización es por el control de los recursos energéticos y materiales en la era de pos crecimiento.
La entropía metabólica ya se ha trasladado del mundo económico (crisis del 2008, entropía social y desigualdad) a la entropía política dentro de las propias elites de la globalización.
Sería otro error pensar que la izquierda tiene que ser neutral en esta guerra, repitiendo el error temprano de las tesis del social fascismo de la III Internacional, posteriormente corregida por Dimitrov y la estrategia de los frentes populares. Nos interesa que esta guerra civil la ganen la fracción liberal democrática y la principal victoria consiste en el fin de la guerra y la sustitución por la diplomacia multilateral en alianza con China.