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Eterno retorno

Estamos condenados a presenciar una y otra vez el mismo escenario, a repetir incansablemente nuestros errores, nuestro destino

27 de marzo de 2025 a las 10:57h
Asko en 'Cultura inquieta'.
Asko en 'Cultura inquieta'.

Ya sabemos que en nombre de los más altos ideales se han producido las mayores hecatombes. Una enseñanza sí podemos aprender: que es imposible aprender nada. Al menos como especie, aunque tengo dudas de que no pueda aplicarse también al individuo humano. De manera que estamos condenados a presenciar una y otra vez el mismo escenario, a repetir incansablemente nuestros errores, nuestro destino. La Libertad fue un señuelo, una añagaza, como lo fue la Igualdad… y no digamos la Fraternidad. Lo escribí lo mejor que pude en mi libro El Pacto y otras novelas cortas (edit. Libros Canto y Cuento, pagina 131).

"Porque la ambición se hincha en lo universal —Revolución, Patria, Utopía— como una vela desplegada al viento de la Historia, pero se sustenta en lo particular, devorando cuerpos y almas singulares, rostros con nombre propio, carne irredenta".

Una de las mayores majaderías es la afirmación de que quien no conoce su historia está destinado a repetirla. ¡¡¡Como si desde Nerón o Calígula hasta Putin o Trump pasando por Stalin o Hitler no hubiésemos repetido la historia incansablemente a pesar del estudio y del conocimiento histórico!!! Como si hubiésemos aprendido algo. Como si hubiésemos avanzado un milímetro en la consideración de que el reparto equilibrado de las riquezas de este mundo y la garantía de una vida digna para todas las personas es el primer y único mandamiento político. El único. Todo lo demás son zarandajas, farfollas ideológicas, subterfugios de credos, paparruchas de sectas. Una monserga falsamente espiritual o una proclama engañosa por más revolucionaria y antisistema que se presente.

La historia de las ideas, el progreso de la humanidad, es una gran farsa

La historia de las ideas, el progreso de la humanidad, es una gran farsa. ¿Es vedad que ha habido un progreso científico y técnico? Sí, ¿quién lo duda? Pero el progreso en lo que de verdad importa, en el ámbito moral, ha sido igual a cero. Nada. Aunque el progreso tecnológico ha ofuscado el progreso espiritual y nos ha hecho creer esta gran mentira. Apenas si quedan hilachas éticas, saldos morales… solo moral provisional y acomodaticia, solo técnica o evolución natural de la especie que, poco a poco, irá resolviendo todos los problemas…la mayor ingenuidad del pensamiento, la fe más infantil, en boca de los más sesudos ateos !!!! 

Intelectualmente hablando, no hay nada tan irritante como un ateo optimista. (si usted defiende que nada tiene un sentido trascendente y todo se debe a la casualidad, ¿ por qué vamos a pensar que sea más probable que todo tenga un final feliz?) Para salvar su contradictoria creencia los ateos optimistas cuentan el tiempo en milenios  y afean la heurística de la disponibilidad, es decir ponderar el criterio con mayor peso en función de la información más reciente: léase, por ejemplo, las actuales coces de Trump a Europa en el culo de Ucrania. Pero no haría falta tanto, solo sopesar si las embestidas al derecho internacional, a la efectiva sociedad de naciones  o a la organización mundial de salud que proclama a gritos el matón americano, es una novedad histórica, un accidente desgraciado o la lógica inevitable del imperio. Aunque siempre podemos esperar beatíficamente que de la mezcla al azar de protones y neutrones surja -al azar, claro- la paz perpetua.

Los europeos hemos sido señoritos a caballo, no estamos acostumbrados -como el resto de pueblos del mundo- a que nos mangoneen nuestros recursos, nuestras fronteras, nuestra dignidad. Por eso escuece tanto la humillación televisada en directo.

Pero el bárbaro Atila cabalga de nuevo, en un eterno retorno de lo mismo. Es difícil encontrar un continente que haya hecho de las ideas y de las religiones una guerra sin tregua. Pero, ahora, toca, de nuevo, luchar contra los bárbaros. Aunque si queremos hacer pronósticos es mejor no mirar a la Historia.

*Preparando este texto para su publicación me encuentro con esta frase atribuida a Aldus Huxley: "Quizás la única lección que nos enseña la historia, es que los seres humanos no aprendemos nada de las lecciones de la historia".

Podía haberme ahorrado el artículo, Huxley lo dice mejor y con mayor brevedad.

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