El independentismo catalán es un tema de debate y controversia en este país llamado España desde hace muchos años. El independentismo se ve desde diferentes visiones e intereses, algunos argumentan que el movimiento independentista en Cataluña representa un peligro para la unidad de España, mientras que otros lo ven como una expresión legítima de la voluntad democrática de una parte de la población catalana.
Los defensores de la unidad de España ven que la independencia de Cataluña lleva a la desvertebración del Estado español y desequilibrio económico, y que otros territorios podrían verse reflejados e instar a la independencia de sus regiones como podría ser el País Vasco o Galicia. Este argumento se basa en la preocupación por la existencia de otros movimientos separatistas.
Ante esta posible desvertebración, la Constitución española del 78 establece la indisolubilidad de la unidad de España. Esto sirve de argumento a los partidarios de la unidad, ya que sería contrario a la Constitución y podría debilitar la cohesión nacional.
Cataluña es una de las regiones más ricas de España, y su independencia podría tener un impacto negativo en la economía del país. La pérdida de una parte significativa del Producto Interior Bruto (PIB) y los recursos fiscales podría afectar negativamente al bienestar económico del resto de España. Aunque hemos visto cómo elecciones tras elecciones, el voto independentista era necesario para conformar gobierno y había concesiones económicas; en estos días la condonación de la deuda de 15.000 millones alarma al resto de regiones.
España es un país con una gran diversidad cultural y política, y algunos defienden que la unidad nacional es importante para mantener esa diversidad. La independencia de Cataluña podría llevar a una pérdida de esta diversidad y a una mayor homogeneización. Por otro lado, los partidarios del independentismo catalán argumentan que el derecho a la autodeterminación es un principio democrático fundamental y que los catalanes tienen el derecho de decidir su propio futuro. Esgrimen que la represión histórica y cultural, así como las diferencias políticas, justifican su deseo de independizarse.
Pero para saber qué es lo que pretende el independentismo debemos remontarnos a la historia, el independentismo catalán tiene raíces históricas que se remontan a la Guerra de Sucesión Española en el siglo XVIII, cuando Cataluña perdió gran parte de su autonomía. El movimiento moderno de independencia se ha desarrollado en respuesta a una serie de factores, incluyendo la relación con el gobierno central en Madrid, la cuestión de la lengua y la identidad cultural, y las tensiones políticas.
El tema del independentismo catalán ha sido una fuente constante de conflicto político en España. La república catalana se ha proclamado cuatro veces: 1641, 1873, 1931 y 2017; el estado catalán en 1934. Tanto Francesc Maciá en 1931, como Lluis Compays, en 1934, podríamos decir que pretendían una república dentro de un país estructurado como federación. En 2017, se organizó un referéndum que el gobierno consideró ilegal y que llevó a una escalada de disturbios. Varios líderes independentistas fueron detenidos y juzgados por su papel en la organización de este referéndum, en 2020, el Tribunal Supremo confirmó las condenas a prisión por cargos de sedición. En las últimas elecciones generales, tanto Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) como Junts per Catalunya, son necesarios para la conformación de un gobierno del actual presidente en funciones, señor Sánchez. Este hecho está haciendo que las concesiones a ambos partidos independentistas estén poniendo en jaque al propio estado democrático y nuestra Constitución.
Algunos defienden la necesidad de reformas en la Constitución española que permitan recoger para Cataluña el reconocimiento de independentismo a través de un referéndum vinculante. El movimiento independentista catalán ha atraído la prensa y política internacional con opiniones diversas sobre la cuestión. Algunos países y líderes mundiales han expresado apoyo a la autodeterminación, mientras que otros han respaldado la unidad de España siguiendo el principio de soberanía nacional. Pero lo que no solo desde otras regiones del país, sino desde la misma prensa y política internacional se está recogiendo es el desagravio que estas negociaciones y concesiones van a traer al país, un nuevo desequilibrio económico entre regiones y una posible inestabilidad social de alcance imprevisible alentada por la derecha y ultraderecha, sin analizar donde queda el poder judicial en todo este tema; algunos podemos pensar que como meros pardillos en un teatro de intereses.