Es cierto que nunca se puede decir “de esta agua no beberé” pero tendría que estar en un desierto con la boca llena de arena para beber de la política. Cada vez que leo o escucho algo sobre política tengo más claro que en nuestro país esta brilla por su ausencia. Como se suele decir “aquí hay más jefes que indios” y cuando hay tantos mandando las cosas no pueden funcionar bien. Hoy por hoy no hay nadie en este país que haga política, distinto es que muchos y muchas quieran llamar “hacer política” a eso a lo que se dedican, o dicen dedicarse porque algunos no saben (y lo admiten ante un juez) ni donde tienen que ir a trabajar.
Asco y ganas de vomitar es lo que entra cuando vemos lo que hacen y no hacen aquellos en los que hemos dejado la democracia y el funcionamiento de España. Deseando que se toque ya fondo en este país porque desgraciadamente será la única forma de empezar a levantarnos y que algo cambie. Ya no saben que inventarse para privatizar la sanidad, cientos de personas enferman a diario empeoran de sus dolencias y a miles se les acorta la esperanza de vida poniéndoles en una lista de espera de meses e incluso años para que les atienda un médico especialista. No hay trabajo, no hay dinero, y sin dinero te mueres o pasas el resto de tu vida sufriendo dolores y malviviendo. Si diluvia ponte a temblar si no resides en una planta alta ya que nadie se va a preocupar de si tu casa se inunda, si tú te ahogas con ella, si te has subido al tejado, si a tu coche se lo ha tragado el río o si tu familia está viva o muerta, ni antes, ni después, ni durante una catástrofe le interesa a nadie lo que pueda pasarte. La natación es el deporte del futuro, el que más vidas podrá salvar y suena a ironía, pero “nada” más lejos. Es una vergüenza que cientos de pueblos y personas vivan en España después de una dana como vagabundos. Debe ser que como el papel quedó mojado por el agua, se limpiaron una vez más el culo con la constitución española y por eso lo del derecho a una vivienda digna ha quedado borrado y olvidado. Señores políticos sigue apestando en este país y cada vez más.
En educación nos ganan todos en la Unión Europea y el resto del mundo. El ministro de Cultura hizo a la perfección los objetivos que le pidieron cumplir, el rebaño cuanto más analfabeto mejor y que nadie se preocupe que con maquillar informes y estadísticas todo arreglado. En lo que a igualdad se refiere y con respecto a los derechos de las mujeres parece que el tiempo se paró en el momento en que Clara Campoamor ejerció su derecho al voto en este país. Ayer fue 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y de la mujer trabajadora (de todas las mujeres porque en definitiva todas trabajamos) y sinceramente en este país desde que Clara introdujo la papeleta en la urna hasta ahora hay muy poco que celebrar en cuanto igualdad y mucho que reivindicar y luchar. Clara y otras muchas que nos antecedieron seguro que no podrían creerse que en este país en el año 2025 la igualdad tenga que seguir pidiéndose a gritos y que por desgracia cuanto más al sur nos encontremos peor. También resaltar que la igualdad por la que tanto lucharon e incluso murieron no pocas mujeres no tiene nada que ver con la que defienden y pretenden ahora algunas y algunos.
La palabra feminismo y empoderamiento se han usado y pronunciado tanto que ya carecen de importancia para la mayoría. Seguramente no ha sucedido lo mismo con la palabra igualdad porque pocos y pocas saben verdaderamente su significado y ante la dificultad prefieren tirar de otras e intentar que la sociedad siga creyendo que significan lo mismo. El feminismo es un principio de igualdad y el empoderamiento es un proceso de fortalecer a una persona o grupo de personas con el objetivo de impulsar cambios positivos en la sociedad (al diccionario me remito). Cuando el feminismo deja de ser un principio y el empoderamiento a la mujer aporta poco o nada a la sociedad, significa que el camino para conseguir la igualdad de género en este país no se está recorriendo bien. No estoy diciendo que el conmemorar el 8 de marzo sea innecesario, ni estoy en contra de la igualdad, yo he sufrido las consecuencias de la desigualdad de género y de la educación machista, pero no dejo que el lazo morado me tape los ojos y me impida ver la realidad.
Ojalá el próximo 8M tengamos que celebrar verdaderos avances con respecto a este gran problema social que tenemos en España. No olvidemos que a día de hoy nos siguen sosteniendo las que vinieron antes y que nos deben impulsar las que vendrán después para conseguir la verdadera igualdad entre hombres y mujeres. Cualquier acto que se celebra para reivindicar la igualdad de género está siendo utilizado como una herramienta política. En España se cree que el hecho de que en el congreso exista cada vez más representación femenina es un logro y un avance social, pero ¿Qué se puede pensar cuando dirigentes y políticos de esos partidos que priorizaban el feminismo, la igualdad y el empoderamiento de la mujer son denunciados por abusos, extorsión y acoso a sus compañeras? Como se suele decir por mi tierra ¡Los tontos son los peores! ¡Y aquí el más tonto te hace un reloj!
Dejando mi indignación aparte y reservando lo mejor para el final, quiero felicitar independientemente del día que marque el calendario a todas esas mujeres que han trabajado toda su vida independientemente de cuál fuera su dedicación, a las que han dejado huella y a las que se las han borrado y a las que siguen trabajando incansablemente por sembrar una igualdad verdadera sin importarles si serán ellas o no las que recojan la cosecha. Las mujeres somos inigualables y especiales pese a quien pese. A todas las mujeres únicas y estupendas que andan por ahí ¡Enhorabuena y Felicidades!