Modas absurdas

Algunos niños con menos edad incluso, hablamos de siete y ocho años dejan de creer en la existencia de los Reyes Magos y Papa Noel

Cádiz se ilumina con su mágico alumbrado navideño.
Cádiz se ilumina con su mágico alumbrado navideño. REYNA

En muchas leyendas se describen a los elfos como los habitantes más antiguos de la tierra, en ellas además se afirman que estos seres son nacidos de la luz de las estrellas en medio de los bosques y la naturaleza. Investigando también averigüé que la para inglesa elf proviene de inglés antiguo aelf que usada para componer otras palabras como aelfadl que significa “pesadilla” se culpabilizaba de estas a los Elfos. Según también he leído, la apariencia de un elfo varía según el período de tiempo y la ubicación del escenario. No solo existían elfos, también se cuenta sobre las elfas de las cuales siempre se narra que son criaturas justas. 

Creo que no hace falta mucho más para descubrir que voy a opinar esta semana. Antes de nada, les confieso lo siguiente, yo sin ser muy consciente o nada conocedora, mejor dicho, de que consistía la “moda” de tener un elfo travieso en casa, regalé a las pequeñas de la casa junto con mi hermana dos elfos. Les digo también que me enteré semanas después como se “Jugaba” con ellos en un velatorio (sitio curioso sí, pero conversando sobre las hijas de unos amigos, estos nos confesaron estar aburridos ya del muñeco de rayas). Aluciné cuando conocí con detalles toda la parafernalia que existe alrededor de este personaje. Mi primer pensamiento fue "qué aburrida está la gente para montar los tinglados que montan con los muñecos" y más aburridos aún los que viralizan por redes sociales las historias del “elfo travieso”. Menos mal que cuando llegue el día de Navidad, según me han dicho el elfo se pira y habrá una tontería menos que ver en las redes sociales. 

Pero lo peor de todo no es el aburrimiento humano, lo que ya me parece excesivo e incomprensible es los no pocos casos que me han narrado padres y familiares en primera persona de algunos niños y niñas que se levantan atemorizados por las mañanas y que incluso no quieren salir de la habitación hasta que no saben que hizo el elfo durante la noche y donde está ¡Y es que todo lo llevamos a tal extremo que tenemos a los niños atemorizados y no nos importa! ¡Tiren al elfo a la basura e implanten en sus casas otras tradiciones navideñas que no traumaticen a los pequeños! Hay que reírse con otras cosas, no con el miedo real de un niño. Cuando pase la Navidad, los psicólogos infantiles van a tener más trabajo que nunca. Llámenme exagerada, pero los traumas infantiles son los peores. Es alarmante ver como padres que dicen ser incapaces de educar a sus hijos en ciertas disciplinas, como consiguen que algunos niños y ya no tan niños (con diez y once años) se crean la existencia real de este muñeco y personaje mitológico. Algunos niños con menos edad incluso, hablamos de siete y ocho años dejan de creer en la existencia de los Reyes Magos y Papa Noel, pero es mejor dedicarse todas las noches a inventar una nueva travesura para un duende de trapo que el tomarse tiempo para que aun los pequeños de la casa siguen teniendo la ilusión de la Navidad y la noche de Reyes. Y me pregunto yo ¿Dónde irán a para esos elfos el día 25? Tal vez una quema multitudinaria en una gran hoguera para acabar de atemorizar a los niños sería lo más adecuado. 

¿Dónde quedaron los inofensivos calendarios de Adviento? (que también la locura con ellos se está disparando y los hay ya de piedras preciosas y que hay que ahorrar durante todo el año para comprar uno), pero al menos no hacen llorar a los niños ni atemorizarlos. Un niño debe desear que llegue la Nochebuena para estar en familia y celebrar lo que se celebra en esa fecha. Ahora muchos niños desean que llegue la Navidad para que el elfo desaparezca de sus vidas. Y no digo que en su origen fuera una tradición bonita y divertida, pero el ser humano todo lo estropea dando un mal uso incluso a las tradiciones, porque lamentablemente así somos de tóxicos e irresponsables. Hay una tradición nórdica muy bonita de leer en Nochebuena y en familia cuentos y libros ¡Igual el año que viene se pone también de moda! Seguramente sigo siendo muy ilusa, pero por intentarlo que no quede y de paso, aquí queda escrita. 

Mientras llega la Nochebuena y Elfín, Elfito, Rayín (o como quiera que se llame el elfo que tienes en casa) se va por donde ha venido, vamos a disfrutar con las travesuras menos inquietantes de los pequeños y a mostrarles cómo se disfruta la verdadera Navidad ¡Les prometo que es mucho más sencillo que inventar diabluras! Y por si nos leemos tarde, ¡Felices Fiestas! 

 

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