Transportes Urbanos de Jerez, Sociedad Anónima Municipal (Comujesa) es la empresa encargada de gestionar el servicio de autobuses urbanos de la ciudad (Jerez) Pero... ¿quiénes son los responsables de las carencias y de la caducidad de estos?
Busco en Wikpedia la historia de los autobuses de Jerez:
Cojetusa fue fundada en 1995 con este nombre, gestionando el servicio con capital privado a modo de concesionaria y con la compra de 36 autobuses Mercedes 405 para sustituir los antiguos Pegaso 6038 y los Pegaso Comet aún más antiguos, conservando, eso sí, varios Escania que junto a los Pegaso, fueron la flota de Transportes Aura S.A. concesionaria anterior. En diciembre de 2012, la empresa pasa a pertenecer de Servicios urbanos Amarillos a Comujesa
En Diciembre de 2012 la situación, según los datos, era la siguiente: Distribución de la flota en, un total de 77 vehículos: Contaba con una red de 18 líneas propias, 6 líneas concesionarias (gestionadas por Autos La Valenciana), 3 líneas especial Institutos, 13 líneas especiales que solo prestan servicio durante la Feria de Mayo y otras 13 líneas especiales que solo prestan servicio en Semana Santa, con un recorrido cercano a los 300 kilómetros de red y transportando alrededor de 5 millones de personas al año.
Durante el año 2000 perdió 7 millones de pasajeros. Cuando en el año 2012, llegó a tener 2 millones de pasajeros respecto al año 2016 que llegó a los 5 millones, lo que significa que va en aumento el número de pasajeros.
Inicialmente anterior a Transportes Aura, los autobuses eran, de color azul y blanco, la bandera de la ciudad, cuando Pedro Pacheco era alcalde de la ciudad se pintaron de blanco y verde probablemente para darle el aire andalucista con que pacheco contaba en aquellos años ochenta. Poco antes de la llegada de Cojetusa y seguramente por el enfado que tenía ya a principio de los noventa, Pedro Pacheco con los andalucistas, se buscó un color que no se pudiera vincular a ningún partido político y se optó por el característico color rosa, señal de identidad durante años de la ciudad.
Siendo alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez, se otorgó la concesión del servicio a Servicios Urbanos Amarillos (S.U.A.) y fueros éstos quienes adquirieron seis buses marca Volvo de color blanco sencillamente porque era el color más barato. En el año 2012, ya con el PP en el gobierno local se “secuestró” y posteriormente municipalizó el servicio, cambiándose a un color azul con motivo del color de la bandera local según unos y por color del partido según otros.
Actualmente y siendo alcaldesa Carmen Sánchez, se realiza la compra de 9 nuevos autobuses y el alquiler de otros 9 y se hace una votación en línea, para que la ciudadanía eligiera entre tres modelos, azul y blanco, rojo y blanco o rojo y gris, ganando este último modelo esta, no exenta de polémica votación, ya que cierta parte de la ciudadanía comentó que se manipuló la votación para hacer coincidir el color con el del PSOE
Cofinanciados a través de Fondos Edusi (actuación cofinanciada por la UE mediante el programa operativo de crecimiento sostenible Feder 2014/2020), con coste de 3 millones de euros, su llegada ha supuesto la mejoría general de la flota ya que ha permitido disponer de 52-54 autobuses a diario con prestaciones suficientes para completar toda la red de líneas. De esta forma, los más deteriorados (muchos de ellos adquiridos en subasta pública en Madrid en 2012 y 2013) ya no están prestando servicio en las líneas, por lo que el departamento de taller de Autobuses Urbanos realiza ahora labores de prevención y mantenimiento en vez de centrar sus esfuerzos en reparaciones urgentes del día a día como hace meses.
¡Se quedó todo en una fábula!
Soy pensionista, para moverme por la ciudad utilizo el “autobús y como yo bastantes personas mayores nos movemos por este medio (por derecho y a su vez por necesidad).
Pero no solo los mayores lo utilizamos, también las personas más humildes, los jóvenes que necesitan llegar a su trabajo o a un centro de formación, e igualmente “mujeres mayoritariamente” para recoger a sus bebés a la guardería o a casa de los abuelos, que ejercen de cuidadores mientras ellas trabajan.
Me liberé a Dios gracias de inhalar la polución que emiten los autobuses urbanos sobre todo los (azulitos), “tienen más años que Matusalén”, al fin pude dejar de residir en la zona del Minotauro, pues enfermé de varias patologías respiratorias, sufrí una neumonía doble en 2018 y los ruidos producidos por la contaminación, aumentaron las dolencias de mi fibromialgia.
Antes de la pandemia, para mi rehabilitación acudía a la piscina en el autobús y en varias ocasiones la línea nº8 al perder agua, se calentaba viéndose obligado a detenerse” para no salir ardiendo, “teniendo que llamar a otro bus paraqué nos recogiera y nos llevara al destino con el consecuente trastorno.
Allí en la parada de la línea 8 y 9 (frente a la piscina camino del Tanatorio) no hay marquesina ni banco. Antes de las mascarillas, antes de la pandemia para subir en ellos, me tapaba la nariz, así evitaba respirar aquel tufo contaminante que se podía oler desde el exterior del vehículo, yo pensaba que los conductores sufrirían con los años alguna patología derivada de esas inhalaciones de CO2.
Las marquesinas y bancos brillan por su ausencia tanto en estas paradas como en las próximas al centro del pensionista de la calle Corredera. En el Área Sur siguen faltando asientos/marquesinas en las paradas de varias líneas, tras años de peticionarlo.
Ahora al residir en Chapín, descubro más… Para trasladarme al centro, el abandono de las líneas como la 12, que pasa por mi calle es total. ¡No existen ni marquesinas ni bancos! En las paradas de las líneas 6 o 9, el asiento existente, está a punto de romperse, asemejan un tobogán. Los viejitos buses azulitos que llegué a montar en Madrid en los ochenta siguen por aquí…
En alguna ocasión me he visto forzada a tomar un taxi a pesar de ser pensionista, pues no soportaba la espera de pie de la llegada del bus sin techado, soportando las altas temperaturas o la lluvia y con mi bastón. (Los comentarios de otras personas mayores eran de queja igualmente).
Al llegar un taxi próximo a la parada del bus, el comentario del taxista me produjo más dolor. El profesional del taxi aludía que como no se utilizaban a penas, no eran una prioridad, yo pensaba que la población mayor de 65 años y sin contar lo antes descrito, éramos bastantes…. Por supuesto aunque fuéramos pocos, los derechos seguirían, las soluciones de tamaño o de equipamiento serían cuentas pendientes de cumplimiento por parte del ayuntamiento. Una ciudad sostenible con menos automóviles es crecer a la europea.
Toda gestión de una ciudad, se mide a través de su transporte público y de su servicio de limpieza
El color no importa.
5,3 millones de usuarios en 2018, la cifra más alta desde 2008
A cierre de 2018, el Servicio municipal de Autobuses Urbanos, ha sumado 5.367.929 de viajeros, en comparación con los 5.305.714 de finales de 2017. El incremento ha sido del 1,17% teniendo en cuenta que en 2018 ha habido 50 días de lluvia que han repercutido en el uso de los autobuses urbanos. Se ha experimentado un crecimiento del 7% en usuarios de la tarjeta joven, como dato positivo en este crecimiento.
Se trata de la cota más alta de los últimos once años "debido a la fiabilidad que da el servicio en la ciudadanía y en la confianza en el autobús como medio idóneo, dada la importancia que este Gobierno está dando a este servicio básico para la ciudad, apostando por nuevos vehículos, por la mejora puntual de las líneas y por la próxima implantación de una aplicación app", ha explicado el teniente de alcaldesa.