El 21 de abril de 2025 nos despertamos con la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, el pontífice que sustituyó al conservador Benedicto XVI, fue la esperanza de la progresía católica que esperaba de un Pontífice latinoamericano una visión más acorde a los tiempos que vivimos que su antecesor, que fue conocido como por ser el guardián de la ortodoxia católica.
El discurso de Francisco ha tenido sus luces y sus sombras, donde ha tenido un actos de acercamiento a otras religiones, ha instado a los gobiernos a regular a la población migrante y ha abogado por el derecho a unas condiciones dignas de vida de la población más pobre.
Al otro lado de la balanza se encuentra el discurso más reaccionario en relación a la homosexualidad a la que determinó como “pecado”, o su oposición a que la mujer tuviera un papel más determinante dentro de la iglesia católica.
Es justo destacar que Francisco tuvo que lidiar con una fuerte oposición conservadora que criticó sus discursos más progresistas soportando declaraciones de los cardenales más reaccionarios que criticaban la posición del Papa en relación a la población migrante entendiendo éstas como contrarias a la doctrina católica.
Quizás la obra más importante que nos deja Francisco como líder espiritual de más de mil cuatrocientos millones de católicos es la encíclica Fratelli tutti, escrita en 2020, cuyo tema principal es la fraternidad y la amistad social y donde recoge su posición sobre la migración, entendiendo que los flujos migratorios deben tratarse desde un enfoque humano, en ella cita textualmente “el pecado es negarse a encontrar al otro, al diferente, al prójimo, cuando ésta es, de hecho, una oportunidad privilegiada para encontrar al Señor”.
Los designios por los que se nombrará a un nuevo pontífice son inescrutables, y tradicionalmente la iglesia ha ido alternando (aunque esto no sea ninguna regla inquebrantable) a Papas de corte conservador con Papas de corte progresista. La salida de la fumata blanca nos anunciará al nuevo Papa. El tiempo dirá si este nuevo Papa terminará el trabajo comenzado por Bergoglio o volverá a la iglesia a posiciones más conservadoras. Mientras tanto, habrá que esperar a que el Cardenal Protodiácono nos anuncie Habemus Papam.
“La legítima regulación de la migración nunca debe socavar la dignidad esencial de las personas” Papa Francisco