Justo eso. Nuestra constitución del 78 tiene un contenido social muy fuerte, sin embargo, dado que casi nadie de mi entorno se la ha leído, pasa totalmente desapercibido. Durante un tiempo me dediqué a leerle a la gente los artículos 128 y 131, sobre todo el 131. Las reacciones eran diversas. Un chaval llegó a decirme que le estaba mintiendo, y cuando le enseñé ese fantástico librito, me lo quitó, agachó la cabeza y nunca lo aceptó. Otros se lo toman con más humor y empiezan a reírse de la República Popular Socialista de España. Pero esos artículos de peso están ahí y nadie los conocía.
El caso es que por lo menos entre los jóvenes la Constitución es una perfecta desconocida, y muchos jóvenes de la izquierda alternativa la han repudiado sin leerla siquiera. Durante mis años locos en las juventudes comunistas, a todo el que venía nuevo se le explicaba en una primera reunión quienes éramos, lo que hacíamos y en lo que creíamos. Y se decía una cosa al respecto bastante graciosa. Era algo así como “nosotros no estuvimos cuando se hizo la constitución, nos parece desfasada, y no la aceptamos”. Sin embargo, volvemos a lo mismo, de allí no se la había leído nadie. Si nos llegan a preguntar por la función social de la propiedad privada todo el mundo se hubiera llenado la boca con ella desconociendo que ya está reconocida en el artículo 33 junto con la expropiación forzosa.
Quizá, el rechazo frontal contra la Constitución sea culpa del Título II de la Corona. La idea de una monarquía parlamentaria no cuaja entre muchos jóvenes, tener que sostener a un jefe de estados con fondos públicos y a su familia solo por ser “hijo de”. A mi tampoco me gusta la idea, pero me he leído el Título X de la Reforma Constitucional y sé que todavía queda un largo camino por delante para llegar a la Tercera República Española sin pasar por un conflicto armado. Según el artículo 168, para cambiar esto sería necesario: Aprobarlo en cada cámara con mayoría de 2/3, disolver las cámaras y convocar elecciones, que se vuelva a aprobar por mayoría de 2/3, y luego un referéndum. Seamos realistas, si se nos va la vida ahora intentando que no entre la ultraderecha y sume con la derecha para formar gobierno, no vamos a conseguir en el corto plazo tal hazaña democrática.
Quitando lo de la monarquía, la constitución es perfecta. Ni siquiera el polémico reformado artículo 135 es malo. En su punto cuatro, ya reconoce que se pueda superar el déficit público en casos como las recesiones económicas y situaciones de emergencia extraordinaria. Lo que pasa aquí, es que la constitución prácticamente está vacía de contenido y remite a las leyes orgánicas que se dicten para completarla. Y en este caso concreto, la LO 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera que hizo el PP es una cabronada. Sin embargo, tampoco es algo que pueda afirmar rotundamente. No me la he leído.
Comentarios