Saber es sexy

Los planes de Trump con Groenlandia, Canadá, Canal de Panamá, México, recuerdan unos delirios expansionistas que no deberían tomarse como el chiste de un 'chalao'

Donald Trump, en una imagen de sus redes sociales.
Donald Trump, en una imagen de sus redes sociales.

Con Franco se vivía mejor, será la oración más repetida este 20 25 por derechas, derechas extremas, extremas derechas e ignorantes de toda condición. Lo será porque este año se recuerda que el dictador murió. Todos los que no dejaron de repetirla añoraban no tener que dedicar tiempo al vivir y ansiaban seguir vegetando social y políticamente; añoraban aquel tiempo en que solo tenían que ir a trabajar sin-meterse-en-ná, ir al bar sin-meterse-en-ná y meterse en la cama sin-meterse-en-ná-ni-con-nadie. A imagen y semejanza de lo que salía en el NO-DO, igual que había un jefe en España, había un jefe en casa más tirano que el tirano, con la mano muy larga y la lengua muy tosca, siempre dispuesto a amenazar a quien fuera, esposa, hijas, hijos, con aquel en mi casa se hace lo que mando yo y si no puerta. Como con Franco, o se hacía lo que el de la voz en falsete mandaba o prisión o exilio, del tipo que fuera; en los cuarenta, Mauthausen.

Por más que lo dijéramos tantas veces, Educación para la Ciudadanía fue siempre un espejismo y la Agencia Federal para la Cultura Política (en Alemania, Bundeszentralle für politische Bildung) no era algo que la sociedad quisiera imitar, tanta germanofilia como hubo siempre en Spain. En la piel de toro ya se había comulgao haciendo la Transición, un truco del tocomocho por el que la monarquía desea que sus raíces se pierdan en la Historia y muy poca gente sabe que su historia es la de una maceta en la que la plantaron el 26 de julio de 1946, con Ley de la Sucesión en la Jefatura del Estado (a título de rey o regente…), Quinta Ley Fundamental de Franco. Un motivo raigal en el que se funda el deseo de una buena mayoría de la sociedad española para pedir un referéndum y la razón por la que el CIS nunca pregunta por la raigambre de la monarquía y el monarca entre los españoles. En la Pascua Militar,  Felipe VI no pronunció lo que la Casa Real había publicado y luego tachado: “una página oscura de nuestra historia común y un tiempo de división de los españoles, hoy felizmente superado” .

Pero pelillos a la mar, Musk y Weidel se hacen una entrevista y se ponen de acuerdo con que Hitler era un comunista, algo que rechazan todos los historiadores que puedan ser considerados como tales y cualquiera que tenga sentido común: entre otras cosas porque socialistas y comunistas fueron perseguidos y enviados a los campos de concentración nazis. Por no mencionar la terrible batalla contra la Unión Soviética comunista. Solo desde el cultivo de la ignorancia puede alcanzarse una sociedad donde no haya un completo rechazo a tales tesis, a la tesis de que la tierra es plana o insistir en que el sistema solar tenga a la Tierra como su centro. Pero esta afirmación debería hacerle temblar al mundo sobre cuál es la radicalmente terrible amenaza si el propio Hitler es considerado por las actuales extremas derechas como un comunista, un blando, un flojo. ¿Cuáles son los planes devastadores antihumanos que manejan estas ultraderechas? Los planes de Trump con Groenlandia, Canadá, Canal de Panamá, México, recuerdan unos delirios expansionistas que no deberían tomarse como el chiste de un chalao.

Estas derechas y ultraderechas también tienen su representación en España, con una ideología totalitaria que va avanzando pasito a pasito: privatizando la enseñanza, privatizando la sanidad, desfinanciando la cultura, censurándola, etc. Madrid, Andalucía y Valencia son ejemplos claros, junto a Castilla y León, de esas tendencias. Unas derechas que siguen impidiendo, de modo activo, que sea repudiada la dictadura de Franco.

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