A Juan Manuel Moreno Bonilla
Presidente Junta de Andalucía
Palacio de San Telmo s/n
Sevilla
Estimado Presidente,
“Andalucía no está defendiendo y protegiendo a los ganaderos de extensivo, por muchas veces que lo repitan desde la Consejería de Agricultura. Más bien, por el contrario, los está perjudicando y contribuyendo a su desaparición.”
Creemos muy sinceramente en su buena voluntad, pero sospechamos que no está usted bien asesorado en este tema. Sus asesores agrarios no le están diciendo toda la verdad sobre lo que está ocurriendo en la ganadería. Los ganaderos de extensivo están desesperados y arruinados, y abandonan deprimidos sus explotaciones (sin relevo generacional) porque se sienten impotentes ante el calvario económico que vienen padeciendo desde hace décadas, y sobre todo por las negras perspectivas que se les presenta, debido tanto al maltrato administrativo que reciben actualmente con la aplicación de la PAC, como por lo que ven que les va a seguir ocurriendo en el futuro si sigue adelante el reparto, que defiende su Consejería, para los Pagos Directos de la nueva PAC (1º Pilar). Pues son estas Ayudas Directas, Sr. Presidente (y no las escasas “limosnas” procedentes de los PDRs), las que fundamentan los Pagos Compensatorios a la Renta que reciben los productores agrarios desde Bruselas, para mantener activas sus explotaciones sin tener que cerrarlas por falta de rentabilidad.
Sr. Presidente, son precisamente estas imprescindibles ayudas, y no otras, las que están fallando (debido a su mal reparto), y es aquí donde se asienta la injusticia y escarnio económico al que están sometidos los PASTOS. Porque los pastos son la unidad de trabajo agrario y el soporte en el que se sustentan los ganaderos de extensivo para manejar diariamente de forma adecuada sus rebaños. Este profundo problema económico no se soluciona con un Ecoesquema, ni con los Fondos de Desarrollo Rural.
Observe que casi nadie habla de los PASTOS, (nosotros si) de sus magníficas características medioambientales, de su gran extensión en Andalucía (más de 2 millones de hectáreas) y, sobre todo, de su gran valor económico (más de 100 millones de euros anuales), si se usaran racionalmente para alimentar al ganado.
En este contexto de falta de una correcta información, los ganaderos del campo, no llegan a entender bien unas declaraciones, como las que hizo hace unos días en Cádiz sobre unas repetidas y cacareadas “ayudas” para repartir a la ganadería extensiva, procedentes de los Fondos de Desarrollo Rural, y que son solo “el chocolate del loro” de la importante cantidad de Ayudas que llegan de Bruselas. Simplemente queremos trasladarle, con todo respeto, que los escasos y lentos recursos económicos anunciados (muchas veces repetidos) van a ser repartidos competitivamente entre solamente una parte de los ganaderos (70 millones en 5 años), y no pueden servir como cortina de humo para enmascarar los más de 1.000 millones de euros que los ganaderos de extensivo y sus pastos van a dejar de recibir, durante el mismo período de tiempo, si llega a concretarse la injusta negociación que la Junta de Andalucía está llevando a cabo con respecto al próximo Plan Estratégico Nacional.
Los andaluces podemos hacernos las siguientes preguntas:
¿Por qué desaparecen año tras año gran número de ganaderías extensivas (alrededor del 40% en las dos últimas décadas), y se abandonan sus correspondientes pastos?
¿Se ha preguntado la Administración por qué han desaparecido más de 600.000 ovejas de los campos andaluces en la última década?
¿Se tiene en cuenta, a la hora de prevenir los incendios, que la mayoría de las más de 70.000 hectáreas que han ardido en la última década en Andalucía están situadas en estas zonas ganaderas abandonadas?
¿Han hecho los responsables directos el ejercicio de comparar el escaso costo que supondría evitar la desaparición de esta ganadería extensiva y su gran capacidad de prevención de incendios (2 millones de euros anuales) frente a los 175 millones de euros que este año la Junta de Andalucía dedica al Plan Infoca para controlar y apagar fuegos?
En este marco de gestión, poco afortunado para la ganadería extensiva, nos gustaría pedirle que ordenara a su equipo agrario, que no confunda más a los andaluces cuando dicen que están protegiendo y defendiendo a todos los ganaderos de Andalucía en las negociaciones de la nueva PAC. Eso, simplemente, no es cierto. Porque cuando se refieren a los ganaderos andaluces, en general, se olvidan de que en Andalucía hay dos tipos de ganaderos perfectamente diferenciados, unos de extensivo y otros intensivos/industriales, que se parecen entre sí como puede parecerse una pera a una castaña.
El vocablo “ganaderos”, empleado administrativamente sin diferenciar, es formar interesadamente un “totum revolutum” o revoltijo, que hoy día está sirviendo para beneficiar a los ganaderos de intensivo, perjudicando a los ganaderos de extensivo. Esto es lo que está ocurriendo actualmente cuando Andalucía se parapeta en la defensa a ultranza para que en la próxima PAC todo siga más o menos igual (con múltiples regiones y continuación de los derechos Históricos). Pues de esta forma se está favoreciendo a ganaderos de intensivo (que producen carne o leche, en naves y con pienso) en base a unos abultados Derechos Especiales, mientras que se están penalizando y descapitalizando a los ganaderos de extensivo, en base a unos míseros e injustos Derechos de Pago Básico para los Pastos, cuando son estos ganaderos, y no los otros, los que cumplen con las directrices medioambientales de la PAC, ya que tienen a sus animales sueltos en el campo (bienestar animal), pastoreando (consumiendo recursos naturales), conservando ecosistemas (dehesa), mejorando la biodiversidad y contribuyendo a la amortiguación del cambio climático (manteniendo sumideros de carbono).
Por tanto, esta anómala situación debe ser corregida de una forma justa y equilibrada que no debe consistir en perjudicar a los ganaderos de intensivo, sino en primar y potenciar a los ganaderos de extensivo por la gran labor social y económica pues es una actividad que permite el arraigo en los pueblos, el desarrollo de actividades complementarias, conservan ecosistemas como la dehesa, evitan el fuego y la desertización, y luchan contra el cambio climático. Pues todo ello favorece el avance que exige la sociedad europea hacia una ganadería más sostenible desde el punto de vista social, medioambiental y del bienestar de los animales (Pacto verde Europeo y Acuerdos de París).
Señor Presidente, como una carta no es el lugar más apropiado para analizar ciertos aspectos muy insolidarios de cualquier cuenta de explotación ganadera (por ejemplo, no tiene en cuenta la contaminación por GEI), le adelantamos algunas cifras que reflejan la injusta situación actual de los ganaderos de extensivo:
- Los ganaderos de extensivo, que están indisolublemente unidos a los Pastos (captadores de CO2 y generadores “netos” de Derechos de Emisión para su venta en el mercado de compraventa para a la industria y centrales eléctricas), están recibiendo de la PAC la irrisoria Ayuda a la Renta (Pago Básico) de unos 60 euros/hectárea/año, cuando los agricultores reciben de meda 180 euros/hectárea/año (3 veces más). Este incomprensible hecho está favoreciendo la desaparición de los ganaderos de extensivo, cuando es precisamente este tipo de ganadería la que conecta plenamente con las Directrices que marca la nueva PAC, desde Bruselas, y que entronca totalmente con el Pacto Verde Europeo y las estrategias “de la granja a la mesa” y “biodiversidad año 2030”.
- La prórroga de esta incomprensible e injusta situación de los Pastos, que desgraciadamente está provocando el cierre de una gran parte de las explotaciones familiares andaluzas, es lo que está consiguiendo indirectamente la Junta de Andalucía cuando se opone frontalmente, por ejemplo, a la Tasa Plana europea (que consiste en una Ayuda Básica por hectárea, similar para todos los productores), que nos guste o no, es en la que se va a sustentar el futuro de la PAC para todos los países miembros. Los ganaderos de extensivo deben tener claro que la Tasa Plana europea que la Junta de Andalucía rechaza de pleno es, sin embargo, la salvación de la Ganadería Extensiva (ya que los Pastos de hoy pasarían a cobrar, con el actual presupuesto, 156 euros/hectárea/año, en lugar de los 60 que cobran ahora)
En unos momentos en los que el acceso al agua se convierte en un factor clave para la viabilidad de muchas actividades, reiteramos nuestra petición de que se realicen concesiones de agua a los ganaderos de extensivo, muchas explotaciones siguen sin tener garantizado el acceso a este recurso esencial.
Los productos obtenidos de la ganadería extensiva son de reconocida calidad, darlos a conocer en los grandes mercados es también defender la actividad. Echamos en falta campañas de promoción de consumo de productos de ganadería extensiva.
Sr. Presidente, nos despedimos lanzando un SOS para los Pastos en esta negociación y diciéndole que resulta imprescindible para Andalucía que se reflexione detenidamente sobre esta situación y se corrijan sus efectos negativos, pues, aunque reconocemos que esta es una situación que viene de lejos, sin embargo no se trata de dar una “patada” hacia delante a la pelota para que todo siga igual. Se trata de observar nuestra posición de enfrentamiento con otras Comunidades Autónomas, y preguntarse el porqué de nuestra falta de sintonía con respecto a los cambios experimentados ya en el resto de Europa. ¿No es posible aceptar que quizá desde 2015 venimos desfilando con el pie cambiado y que, tal vez, hay que rectificar y adaptarnos a las nuevas exigencias productivas y medioambientales de la Unión Europea?
Muy agradecido por su atención, quedamos como siempre a su disposición para que tenga otras opiniones diferentes a contrastar, porque no hay unanimidad como se dice.
Reciba un cordial saludo.
Francisco Casero Rodriguez
Presidente Fundación SAVIA
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