Sra. presidenta:
Ante todo, queremos felicitarla por su elección al frente de nuestra querida Extremadura. Observamos con mucha atención que, dentro de la nueva estructuración de sus nueve consejerías, aparece la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, que incorpora la Tauromaquia a la Dirección General de Infraestructuras y Patrimonio, y la Caza, que la introduce en la Dirección General de Gestión Forestal y Pesca. Entendemos que con ello demuestra el gran interés que tiene por proteger el mundo rural y todas las actividades agrarias que en él se realiza, como ocurre con los toros y la caza en la Comunidad Autónoma Extremeña.
En este contexto de reconocimiento hacia el mundo rural, que tanto amamos y defendemos, nos extraña mucho no ver específicamente representadas en una Dirección General o Subsecretaría de su Gobierno a la Dehesa y la Ganadería Extensiva, que son los dos pilares fundamentales en los que se asienta económicamente el campo extremeño, teniendo en cuenta por un lado la gran cantidad de hectáreas que ocupa (el 32,5% de la totalidad del territorio extremeño) y, sobre todo, al peso específico que tiene dentro de la Producción Final Agraria de esa Comunidad Autónoma (alcanzando hasta el 40% del total).
Le decimos esto, no con el ánimo de criticarle nada, ya que usted acaba de llegar, sino, por el contrario, con el ánimo de llamar la atención sobre la ruina económica y estructural que padece la Dehesa y la Ganadería Extensiva, y con el objetivo de hacerle una petición muy concreta: ¡¡por favor, SÁLVELAS, señora Presidenta!!
Es usted la única que puede hacerlo en toda España, y le comentamos por qué. La Dehesa se está muriendo en toda España por falta de rentabilidad económica, ya que está atrapada legislativamente con unas pérdidas estructurales de 150 euros/hectárea anuales debido a su premeditado abandono y su inconsciente maltrato administrativo (búsquelo en las Regiones 15 y 16 de la PAC, hechas arbitrariamente sin tener en cuenta ningún tipo de estudio técnico-económico). Esto no es ninguna novedad, se viene arrastrando desde hace décadas (por eso está desapareciendo a pasos agigantados), y lo sabe toda la administración y los representantes oficiales del sector agrario (OPAS), pero se mira para otro lado porque existe una compleja serie de intereses particulares y administrativos bien avenidos, por lo que no interesa a nadie hacer nada para sacarla de la ruina económica en la que se encuentra, pues su salvación (recuperación y protección) significa mover el injusto y confuso tablero de la PAC y tener que rectificar la disparatada y casi engañosa aplicación que se hace en España con estos fondos europeos al distribuirlos por todo el territorio nacional (creando este año 20 Regiones Ficticias que son una mala repetición de las 50 creadas artificialmente hace 10 años), para que prácticamente se sigan cobrando las mismas e injustas Ayudas Directas (el 75 % de los Pagos Europeos), sustentadas en cultivos y producciones de hace más de veinte años; lo que a su vez hace imposible para España conseguir la ansiada y homogénea convergencia que busca la Unión Europea y que ya casi han conseguido los demás 26 países miembros (una sola Región).
Decimos que es usted la única presidenta que puede conseguir a nivel nacional la salvación de la Dehesa porque es su comunidad autónoma la más genuina y objetiva representante de este ecosistema único, un tesoro genético y, paradigmáticamente, ejemplo universal de producción agrosilvopastoral por haber logrado alcanzar un perfecto equilibrio socio-económico-medioambiental en unas zonas desfavorecidas de suelos pobres en su composición física, y deshabitados de población, pero de un extraordinario valor natural (y cultura ancestral), cada día más necesarios e imprescindibles para mejorar la calidad de vida y la salud de las personas, especialmente de las que viven en las ciudades y grandes núcleos de población.
Nadie como usted puede defenderlos en nuestro país, porque ninguna otra comunidad autónoma en la que está presente la Dehesa tiene la potencia y dependencia social que tiene Extremadura de este ejemplar modelo productivo, ya que con sus 1,5 millones de hectáreas (mayor cantidad de terreno que el conjunto de todas las tierras cultivables extremeñas) posee el 33% de toda la Dehesa española y acoge el 28 % de todo el censo ganadero extensivo nacional.
También puede usted demostrar que, además de la enorme importancia que tiene la Dehesa y la Ganadería Extensiva para la economía agraria y el PIB de Extremadura, el inseparable binomio que forman ambos les ha servido para conseguir un equilibrio productivo agrícola-ganadero, que es un ejemplo para toda Europa de producir alimentos de forma equilibrada y respetuosa con el medio ambiente y el entorno natural, que es lo que demanda la sociedad actual y exige la Unión Europea a todos los países miembros.
Tenga en cuenta que los sistemas de producción ganaderos extremeños son la principal baza diferenciadora que puede presentar su Comunidad Autónoma, con respecto al resto de España, debido al gran esfuerzo que vienen haciendo para mantener su genuina singularidad (el aprovechamiento racional de los recursos vegetales que existen en el campo, mediante animales de razas autóctonas que pastorean, integrados en el medio natural, formando parte fundamental de unos valiosos ecosistemas a los que conservan, mantienen y enriquecen con su presencia e imagen paisajística).
Pero lo más importante de todo ello es que, aparte de dar lugar a unos extraordinarios productos frescos extremeños como es la IGP 'Ternera de Extremadura', hay que tener el convencimiento pleno de que, sin embargo, su principal valor agrario es el medioambiental, como muy acertadamente ha hecho valer la DOP 'Dehesa de Extremadura', ya que la diferenciación intrínseca que aporta el ecosistema Dehesa es lo más importante que puede ofrecer Extremadura para diferenciar a su ganadería definitivamente de la del resto de España, que solo hace uso de la Ganadería Extensiva y la Dehesa para hacer marketing e intentar confundir a los consumidores haciéndoles ver que los productos cárnicos que producen, mediante procesos de producción intensivos (más del 90% del total nacional) tienen algo que ver con la Dehesa o la Ganadería Extensiva, para lo que se cambia el lenguaje, se solapan conceptos y se hace uso de macro cifras que solo sirven para enmascarar resultados artificiosos de un negocio gigantesco que tiene los pies de barro (no se tiene en cuenta la contaminación ni los efectos secundarios que afectan a los suelos, agua y salud de las personas).
Señora presidenta, aproveche la oportunidad que le brinda la Dehesa (creemos sinceramente que es su gran OPORTUNIDAD), defiéndala, diferencie su ganadería de la del resto de España, sálvela de la persistente ruina económica en la que se le ha metido y en la que conscientemente está anclada, y demuéstrele al sector agrario español que se puede mantener el suelo, conservar el entorno natural y producir racionalmente alimentos para la población de una forma sana y verdaderamente sostenible (conjugando producción y conservación) y con vistas al futuro (descarbonizando el medio). No caiga en la trampa que ya tiene tendida, de querer hacer rentable la Dehesa solo a base de vender carne en un mercado tan competitivo como el español, manifiestamente desleal y engañoso con las producciones ganaderas extensivas.
La ganadería extensiva es igualmente la herramienta más eficaz, valiosa y barata para prevenir y luchar contra los incendios forestales. Nuestros mejores bomberos son las ovejas. Está absolutamente demostrado empíricamente, numerosos estudios lo avalan. Además de ofrecernos los mejores alimentos y productos, fijar población al territorio, realizar una gestión impagable del mismo produciendo bienes comunes, son nuestros mejores aliados para combatir esa lacra para todos que son los incendios forestales que tan tristemente nos acompañan de forma devastadora en los últimos años.
Tenga también la absoluta seguridad de que la solución al gravísimo y profundo problema económico estructural de la dehesa (perdidas contrastadas de 150-200 euros/hectárea/año) que radica en los Pagos Directos (y empieza en la importante Ayuda Básica a la Renta de los Pastos Permanentes de las Regiones 15 y 16) no puede venir nunca a través de las pequeñas ayudas (migajas) procedentes de los concursos competitivos que se convocan de forma bastante aleatoria con los inseguros y dispersos presupuestos de los PDRs (solo el 20-25 % de la PAC). Que tienen prácticamente el mismo efecto que las cataplasmas sobre un enfermo moribundo.
Para terminar este escrito y pueda ser tenido en cuenta por usted, si lo cree interesante, le aportamos modestamente varias ideas:
a) Zonifique bien las áreas de Dehesa con criterios socioeconómicos (Nueva Región).
b) Establezca una estrategia que descanse en la conservación medioambiental de la Dehesa usando como herramienta al ganado (que es donde está el futuro) y no priorice nunca la salvación de la Dehesa en la producción competitiva de los animales de carne (que es por donde se está muriendo a chorros este inigualable ecosistema).
c) Intente recuperar a través de una nueva y justa valorización de los Pastos Permanentes (lugar en el que está anclada la Dehesa) la parte que le corresponde de los más de 500 millones de euros que anualmente se desvían sibilinamente desde la Ayuda Básica para la Sostenibilidad de los auténticos ganaderos de extensivo hacia la producción agrícola (cuando en justicia deberían cobrarlos ellos a través de los Pastos). No hay ganadería extensiva sin pastos.
d) Afortunadamente esta PAC se puede cambiar todos los años. Aproveche cualquier oportunidad, como la que le ofrece en estos momentos el MAPA, que ha expuesto a consulta pública (hasta el 8 de septiembre) la modificación de 5 Reales Decretos relativos a la aplicación de la PAC, para el año 2024.