Desde que Sergio del Molino sacará a la luz su libro La España vacía se ha puesto de moda hablar y escribir sobre la España vacía o vaciada. Y ni una cosa, ni la otra. Ni España está vacía, ni está vaciada.
Sí existen pueblos de la España interior que están perdiendo población, desde hace decenios, pero muchos otros pueblos resisten a ese despoblamiento y hay personas y entidades que están comprometidas con evitar ese despoblamiento. Y una de esas entidades es la Fundación Savia que preside Paco Casero, que junto a la finca ecológica Bonilla, que dirigen Vicente Rodríguez y su esposa Mari Carmen Alvárez, en Torres de Albanchez, Jaén, han plantado una semilla que ya está dando su fruto con la creación de un bosque poético.
En medio de un encinar centenario se han plantado los poemas ganadores del I Concurso de Poesía Rural, que en la categoría de adultos lleva el nombre de Felipa Marín, madre de Mari Carmen Alvárez, y en el de jóvenes lleva el nombre de Isabel Montes (Yeye), esposa que fue de Paco Casero.
Emociones contenidas en una jornada en torno a la poesía y al mundo rural en la que estuvo presente el recuerdo de los ausentes, de los que se fueron a destiempo, dejándonos una huella imborrable como ejemplo de vida y entrega hacia los demás, personas que vivieron dedicándose a servir a la familia y a la Comunidad como es el caso de las dos mujeres que llevan el nombre del premio de poesía rural: Felipa Marín e Isabel Montes (Yeye).
Felipa Marín murió con 85 años. Tuvo 12 hijos y les dio estudios y carrera…Todo un ejemplo de mujer rural entregada a la familia, y sacando adelante la casa y los hijos en un pueblo de Interior de la Sierra de Segura como Torres de Albanchez. Isabel Montes, Yeye para sus seres queridos, murió con 73 años. Era de Marchena, y ejerció de enfermera en el hospital Infantil Virgen del Rocío durante unos 35 años. Era una mujer sencilla, trabajadora, que se desvivía por sacar adelante a su familia y por cuantos tenían la suerte de estar y vivir cerca de ella, defensora del medio ambiente y de lo rural.
La jornada empezó con una visita a la finca Bonilla, en Torres de Albanchez, dedicada a la producción ecológica, olivar fundamentalmente, con aceitunas de las variedades picual y royal de Cazorla, y plantaciones de pistachos, y nogales y frutales, cereal ecológico y el pasto ecológico cuidado por 400 ovejas de raza segureña autóctona.
El acto en el teatro de Torres de Albanchez fue muy emotivo
Estos días se recogía azafrán silvestre, para extraer sus pistilos rojos tan delicados y excelsos para condimentar diferentes guisos y platos de la gastronomía local. En la finca, los participantes recorrieron el bosque poético descubriendo las placas y los poemas de los dos ganadores y los dos accésit, y de los miembros del jurado, situados delante de magníficos ejemplares de encinas centenarias, algunas de 300 y más años, donde los autores leyeron sus respectivos poemas, ante el silencio del bosque y la sombra de las copas y las ramas de las encinas que agradecían la presencia bajo sus hojas, de aquella delegación humana amante de la poesía.
El acto en el teatro de Torres de Albanchez fue muy emotivo. Comenzó con la audición de Andaluces de Jaén, del Grupo andaluz Jarcha. Tras las intervenciones de la teniente de Alcalde, Rufina Castillo y de la subdelegada del Gobierno central en Jaén, Catalina Madueño, tomaron la palabra el Secretario del Jurado del premio, Antonio Aguilera, de Isla Cristina, quien leyó el acta del jurado y el presidente del jurado, el poeta y escritor cordobés Alejandro López Andrada, quien explicó las razones del premio y las deliberaciones del jurado hasta llegar a la unanimidad en la concesión de los premios.
El jurado fue formado por: Alejandro López Andrada, presidente; la escritora y poeta de Torres de Albanchez, Mari Carmen Alvárez; la poeta Lola Almeyda; Pepa Parra, escritora y poeta (Fundación Caballero Bonald); la profesora Concha Montes, y el periodista, escritor y poeta Ezequiel Martínez, actuando como Secretario el escritor Antonio Aguilera. Tras las intervenciones se emitieron vídeos y fotos de la vida de Felipa Marín y de Isabel Montes, interviniendo nietos de las dos mujeres que dan nombre a los premios, en el caso de Felipa, los nietos Adriana, Clara, y Mario, que hicieron una lectura de textos sobre su abuela, muy aplaudida por el público que llenaba el teatro; y en el caso de Isabel, intervino su hijo Iván y su Nieto Andrés, quienes visiblemente emocionados interrumpieron su discurso ante el aplauso del público que se solidarizó con la emoción de los familiares de Yeye.
Luego vendría el momento culmen del acto con la entrega de los premios. El Accésit en la categoría joven (Premio Isabel Montes, Yeye) fue para el joven de 16 años, José Andrés Ludeña Martínez, de Moratalla, Murcia, por su obra Caminos de un pueblo. En la categoría de adulto, el accésit fue para Felipe Garcia Pérez de Aragón, por su obra Gabardera. El Premio a la categoría joven recayó en Andrés Felipe Vargas Coronado, de Colombia, por su obra Un lugar en el mundo. Y el premio en la categoría de adulto fue para Jorge Fernández Gonzalo de Madrid, por su poemario Stoikheia. Este premio tiene una dotación económica de 3.000 euros y una estatuilla y diploma.
El premio joven, 1.000 euros, estatuilla y diploma. Los accésit, sin dotación económica, recibieron su estatuilla. Los dos distinguidos presenciales, que acudieron a recibir el premio a Torres de Albanchez recibieron además una cesta con productos locales y sendos libros de Ezequiel Martínez S.O.S. Emergencia climática y de Mari Carmen Álvarez, Voces del campo. Una poeta local de 84 años, María Francisca Bermúdez, recitó de memoria un poema a la Virgen del Campo, siendo muy aplaudida. Intervino también José Luis Vaca en nombre de los patrocinadores y colaboradores, a quienes la organización agradeció su apoyo. Cerró el acto el presidente de la Fundación Savia, mi amigo y hermano Paco Casero, quien puso en valor la poesía y su relación con el mundo rural y se emocionó al nombrar y recordar a su esposa Isabel Montes (Yeye) fallecida el 21 de julio de 2021.
El público arropó con su aplauso sentido esos momentos de emociones contenidas de Paco Casero, quien retomó su discurso hasta el final, anunciando que tras el éxito de esta primera convocatoria, la organización celebrará un encuentro de poetas rurales el próximo año, coincidiendo con la edición del libro que se editará con los poemarios ganadores. El Concurso Internacional de poesía se celebrará cada dos años, con lo que cada año tendrá lugar un evento que encadenará anualmente la poesía y el medio rural en Torres de Albanchez, Jaén. El acto se clausuró con la audición del himno de Andalucía. Emociones contenidas en una jornada de convivencia rural en Torres de Albanchez, Sierra de Segura, Jaén, que se resiste, como tantos pueblos de la Andalucia interior, a perder población con actividades y actos como el que acabamos de referir en torno a la poesía, a la inauguración de un bosque poético y a la entrega de los premios del I Concurso de poesía internacional rural. ¡Larga vida al mundo rural!