Estamos viviendo momentos de transformación energética que tendrá una importante repercusión para nuestras futuras generaciones. El territorio se está transformando y el paisaje se está contaminando, el sistema productivo primario está cambiando, la repercusión de la pérdida de biodiversidad es incalculable. Cuando nos desplazamos y viajamos, podemos observar de manera generalizada en el paisaje unas manchas de cristal con efecto espejo sobre estructuras metálicas de soporte, o bien en el perfil de una sierra o montes observamos los elementos verticales que desde grandes distancias podemos distinguir.
Estamos hablando de las mega plantas fotovoltaicas y de los parques eólicos con sus aerogeneradores. ¿Qué está ocurriendo con nuestro suelo agrícola que lo estamos permutando por estas instalaciones? Cientos, miles de olivos se están eliminando, e inclusive en Aragón en algunas actuaciones millones de árboles serán cortados para la transformación del suelo que haga posible este tipo de implantaciones, la fauna y la vegetación están cambiando e inclusive se ven muy perjudicadas por estas instalaciones, la biodiversidad se está transformando de forma muy negativa y, a veces, incluso se está perdiendo.
Pero debemos hacer las cosas bien, por ello desde la Fundación Savia estamos implicados y nos encontramos apoyando las jornadas sobre la Transición Ecológica o Especulación Energética, que, desde la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla, y desde la plataforma de la Alianza Energía y Territorio Aliente se organizan para los próximos días 24 y 25 de octubre. Estamos ante un proceso que en Andalucía juega un papel importante, actualmente se están tramitando 1300 nuevos proyectos aproximadamente, por lo que debemos transmitir la realidad de la situación de los territorios que sufren los efectos de la invasión de sus pueblos y paisajes transformando sus vidas, y donde la voz de científicos y expertos que estudian y analizan las afecciones reales que este enorme despliegue está causando en nuestra biodiversidad.
Todo el territorio nacional se encuentra afectado por este tipo de plantas donde la producción agrícola se va transformando en producción energética, el campo lo estamos convirtiendo en grandes polígonos industriales de producción energética; como ejemplo citamos que entre los términos municipales de los pueblos de Lopera, Arjona y Marmolejo, serán cortados alrededor de 100.000 olivos en plena producción, muchas de las fincas expropiadas con olivos centenarios, es un ejemplo de lo que está ocurriendo en Andalucía y en resto de España.
Debemos cambiar el modelo imperante del despliegue de energías renovables. Es necesario que se escuche más a la ciencia y menos especulación. Debemos pedir a la administración que debe priorizar el autoconsumo y potenciar las comunidades energéticas, no se debe seguir con una política donde las grandes centrales energéticas están presentes. Tenemos que estudiar en profundidad la localización en el territorio de estas instalaciones, ya que muchos proyectos se encuentran ocupando la Red Natura 2000 o cercana a estos espacios protegidos con zonas de alta biodiversidad, además de terrenos agrarios, monte bajo y masas forestales.
En el Atlas de las Energías Renovables 2023 (Observatorio de Sostenibilidad) estima que a finales del 2022 ya existían en España más de 50.000 hectáreas dedicadas a las plantas fotovoltaicas, excluyendo tejados y superficies artificiales. Igualmente, la información existente de los parques eólicos en España, indica que tenemos en todo el territorio nacional 1345 parques eólicos, con 22.042 aerogeneradores, en unos 1000 municipios, y esto va en aumento con los nuevos proyectos.
Las jornadas que se celebrarán próximamente en Sevilla, incidirán en los cambios que deben realizarse en esta transición, como impulso del autoconsumo y las comunidades energéticas como herramientas para un desarrollo sostenible de nuestros pueblos y con un respecto y protección a la naturaleza de nuestro entorno, no podemos salir al campo y cambiar nuestro paisaje por elementos estructurales metálicos en el que el verde se vaya perdiendo. El mundo rural con todas sus características debe de seguir existiendo y el respeto a su medio de vida y sus valores deben de estar presente en esta transición energética. Renovables sí, pero no así.
Comentarios