Aún no se ha activado la tan ansiada oficina municipal de Memoria Histórica y Democrática y aún no se ha constituido la comisión de Memoria Histórica y Democrática, que en unión con el Ayuntamiento active, por ejemplo, la retirada de símbolos franquistas aún existentes de la vía pública. Es cierto que el Ayuntamiento de Jerez ha colaborado recientemente con unas jornadas de memoria histórica (organizadas en los salones del Alcázar por Aipaz y por la Junta de Andalucía) y que va a colaborar también en unas jornadas de memoria histórica que dinamizará a primeros de febrero la plataforma por la Memoria Democrática de Jerez y otras asociaciones locales, pero se muestra muy lento en otras cuestiones más principales como la declaración de lugares de la memoria, la derogación de honores y distinciones a personajes del franquismo, la colocación de una placa a los concejales fusilados del Ayuntamiento, la retirada de símbolos franquistas en la vía pública, la adhesión a la querella argentina, etc.
Como puede comprobarse en la relación de abajo, muchos ayuntamientos de las provincias de Sevilla y Cádiz, y la Diputación de Cádiz también, sí continúan adelante con los trabajos de memoria histórica y democrática, pero el Ayuntamiento de Jerez lleva un retraso que asombra a propios y extraños. Recordemos que en Jerez se aprobó, en julio de 2015, la retirada del busto de Pemán del vestíbulo del Teatro Villamarta, y se aprobó también en pleno —a instancias de la plataforma por la Memoria Democrática de Jerez— abrir expedientes (cosa que no se ha hecho) de derogación de honores y distinciones de personajes del franquismo que los recibieron de manos municipales:
No digo nada nuevo al recordar cómo las autoridades franquistas y la Iglesia católica, sobre todo, dotaron al golpe militar contra la II República de un encendido sentido religioso. La guerra de liberación contra el régimen democrático del 14 de abril de 1931 fue calificada por los golpistas, para justificar así su magnicidio y dotarlo de la significación de guerra total, como "santa cruzada recuperadora de los valores esenciales de la nación española". El enemigo no solamente era una fórmula de Estado que ponía en tela de juicio la monarquía y los esquemas de poder de la casta de la época, sino especialmente una cultura humanista, amiga de la ciencia, profundamente laica, que estaba prosperando gracias a los ideales republicanos progresistas de la época, ideales que corrían parejos con las organizaciones obreras y con las corrientes anarquista, socialista, comunista, etc.
Y efectivamente, se exigió a toda la sociedad española, a cada localidad, a cada persona, que expresara vehemente y frecuentemente su adhesión a la Falange, a José Antonio y al general Franco. Y una manera de hacerlo fue sacar de manera continua las reliquias españolistas relativas a la conquista de Granada, a las hazañas antiárabes del Cid Campeador, etc., con idea de entroncar la "santa cruzada" del 36 contra la República con aquellos episodios históricos de expulsión y exterminio de los moros a lo largo de los siglos. De alguna manera las batallas contra los moros derrotados de la historia de España, las conquistas de los ensalzadísimos Reyes Católicos autores de la unidad de España, tenían que ser, para gloria y honor del caudillo Fancisco Franco, los justificadores antecedentes directos del sangriento golpe militar de 18 de julio de 1936, es decir, del glorioso alzamiento.
De algún modo, nada sutil, los derrotados por los Reyes Católicos antaño eran ahora los republicanos anticatólicos que había que abatir por Dios y por España. Y de algún modo los emblemas bélicos conservados de aquellas antiguas épocas -como el pendón de Jerez- tenían que rendir honores, como se comprueba con todo detalle en el recorte de prensa del Diario Palentino de 16 de mayo de 1939, al cruento general victorioso Francisco Franco.
En aquella ocasión, en Madrid, exactamente al terminar la guerra, ante el Caudillo, el pendón de Jerez —que parece que se ganó a los moros en la batalla del Salado en el año 1340— rindió honores militares para gloria y loor de los triunfantes golpistas. Luego el pendón —que al parecer goza de honores de capitán general a guerra, aunque no he podido localizar la disposición legal que así lo atestigüe— ha recorrido las calles de Jerez innúmeras veces, como sabemos, hasta acabar perdiéndose nadie sabe cómo, cuándo y por qué.
El dinamismo de la memoria histórica en otros pueblos y ciudades de la provincia de Cádiz contrasta con la lentitud del Ayuntamiento de Jerez a la hora de remover los símbolos del franquismo de la vía pública, exhumar fosas, etc. Veamos. La Diputación de Sevilla acaba de retirar la medalla de oro de la provincia de Sevilla a José Utrera Molina, exministro franquista; el ayuntamiento de Cádiz acaba de retirar de la vía pública un escudo franquista que estaba situado en la fachada del colegio del Campo del Sur; el Ayuntamiento de Algeciras se comprometió hace pocos meses —a instancias del Foro por la Memoria— a cambiar unos carteles explicativos mal redactados que no hablan de la verdad de la construcción de búnkeres franquistas en la zona; el Ayuntamiento de Jimena —junto a otras instituciones, como la Diputación de Cádiz, y asociaciones— ha aportado su colaboración a la recién inauguración de la Casa de la Memoria; el Ayuntamiento de San Fernando —a instancias del Ateneo Republicano y Memorialista de La Isla— se comprometió justo hace un año a "iniciar los trámites necesarios para la exhumación de los restos de los asesinados por el franquismo que se encuentran en la fosa común del cementerio municipal"; el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María acaba de cambiar el nombre de Plaza de la Tradición por Plaza 14 de abril; con la oportuna representación municipal se inaugura en Puerto Real la glorieta homenaje a las Brigadas Internacionales; el Aula de Memoria Histórica de Diputación llega a Tarifa; el pleno del Ayuntamiento de Sanlúcar aprobó hace pocos meses una serie de importantes actuaciones a realizar en materia de memoria histórica; el alcalde de Medina Sidonia estuvo presente en la inauguración de la Casa de la Memoria en Jimena; la intervención en la fosa de Paterna.
Aunque aún no lo ha cumplido, el Ayuntamiento pleno de Jerez decidió en julio de 2015 derogar los honores y distinciones, aún vigentes, a gerifaltes del régimen:
Otros símbolos del franquismo: