Sobre ratas y rateros: Jerez se lo pierde

Nuestra ciudad siempre ha sido muy peculiar y compleja. Sin duda, cada pueblo tiene lo que se merece

Jesús Caballero Ragel

Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y doctor en Artes Humanidades por la Universidad de Cádiz 

Un partido disputado entre Xerez CD y Xerez DFC en Chapín.
Un partido disputado entre Xerez CD y Xerez DFC en Chapín.

Se han cumplido diez años de la nefasta separación del xerecismo en dos equipos. A toro pasado todo el mundo entiende de toros y a partido pasado todo el mundo entiende de fútbol. En 2013, tras un doble descenso del Xerez CD por cuestiones deportivas y de impagos, parte de la afición decidió crear un nuevo equipo. Nació así el Xerez DFC como club deportivo propiedad de sus socios. Tuvo como padrino precisamente a uno de los fundadores del Xerez CD en 1948, Sixto de la Calle, y fue su primer presidente quien fue ídolo deportivo indiscutible del Xerez CD, el fallecido recientemente Pepe Ravelo, “El gran capitán”.

Diez años después esta escisión ha sido muy negativa para el futbol jerezano y para la economía de la ciudad. Los dos equipos se encuentran actualmente en Tercera División, la quinta división del fútbol nacional, que no es sino una antigua categoría regional disfrazada. Ocupan el 6º y 7º puesto en el ranking de equipos de la provincia, que encabeza el Cádiz CF, que vuelve a vivir una nueva etapa dorada en Primera División.

A pesar de que la decisión de crear un nuevo equipo fue democrática y votada por una gran mayoría de socios, la decisión de otro grupo importante de aficionados de mantenerse fiel a su equipo de toda la vida “hasta la muerte” provocó la coexistencia de dos equipos. El Xerez CD, en diez años, no ha conseguido pasar de la Tercera División, aunque ha tenido oportunidades de ascenso. El Xerez DFC, que tuvo que empezar desde la última categoría del fútbol español llegó tras cinco ascensos hasta Segunda RFEF, hasta darse con un palmo en las narices sufriendo un doloroso descenso el curso pasado, que ha creado dudas sobre la las posibilidades reales del futbol popular que representan los clubes de los socios.

Muchos son los que dicen que nunca se debió haber creado el FC hasta haber desaparecido el CD. Pero las circunstancias de 2013 eran otras: el enfado generalizado por dos descensos, la insolvencia demostrada de quien cogía las riendas del club (Ricardo García), la enorme deuda heredada. La propia Liga Profesional pidió la liquidación del club, que no fue judicialmente aceptada por no ser acreedor del mismo. Obviamente, ningún acreedor va a pedir la liquidación del club, porque significaría que no van a cobrar lo que se le debe. Incluso los acreedores particulares privados han rebajado su deuda para ver si consiguen cobrar algo.

El clima social que se ha creado en Jerez a cuenta de esta escisión es insoportable. El problema social se ha trasladado a las casas y a las familias. En reuniones familiares y de amigos se evita hablar de fútbol para evitar trifulcas innecesarias. Los del Xerez CD han llamado a los otros “ratas” (por ser los primeros en abandonar el barco), traidores, y otros términos vilipendiosos. El FC ha pasado a ser para muchos aficionados del CD el club más odiado, más que el Cádiz CF en su día. 

Por otra parte, en una copla del FC se dice que prefieren "ser ratas a ser rateros”, en alusión a la falta de transparencia en las cuentas del CD. Incluso no se sabe a ciencias ciertas quien es el verdadero dueño del club, pues 10 años después sigue constando Joaquín Morales como dueño en el registro. Aún así, las deudas no han impedido al Xerez CD seguir compitiendo. Hacienda se come vivo a cualquier autónomo que deja de pagar un recibo, pero no pasa así con una S.A. En 10 años Hacienda no ha metido el diente al club moroso, que sigue activo y además ha conseguido rebajar la deuda en varios millones. Por otra parte, la Federación de Futbol permite al club competir pese a no tener la directiva actualizada en el registro. Así funciona este país.

El caso es que la ciudad se lo pierde. Una ciudad de 212.000 habitantes podría tener perfectamente un equipo en Primera o Segunda División, con más de 12.000 socios. Jerez sonaría en las quinielas, saldrían reportajes en televisión. ¿Acaso hay una campaña de imagen para la ciudad más completa que tener un equipo en categoría profesional? En esas categorías en cada partido se llenan los hoteles y los restaurantes y eso es prosperidad para la ciudad y trabajo para los jerezanos. Parece que nadie lo ve.

Quien escribe este artículo, junto con un grupo de diez viejos aficionados de ambos clubes y algunos que solo volverían si se unen los dos equipos, tenemos la conciencia tranquila de haber intentado unir a las dos aficiones y a los dos clubes. Intentamos reunirnos en su día con “Afición Xerecista”, que declinó reunirse. Nos entrevistamos con Titín Gil, máximo representante del Xerez CD, para pedirle que fuese receptivo a hablar con la otra directiva sobre una futura unión. Por otra parte, en la última asamblea del Xerez DFC solicitamos que se hiciera un esfuerzo para hablar con el CD para una futura unión. La directiva determinó que debía aprobarlo la asamblea y la propuesta quedó en el limbo. 

Hemos podido constatar que ninguna de las directivas actuales está por la unión, ni muchos aficionados de ambos clubes. Pero sabemos que la mayoría de la ciudad sí quiere la unión, porque sabe que favorece a toda la ciudad. Se echa de menos también una iniciativa municipal por favorecer la unión de los clubes. Sólo un exalcalde, Pedro Pacheco, ha hablado con claridad de las bonanzas de una futura unión creándose un tercer equipo.

Esto es lo que hay. Nuestra ciudad siempre ha sido muy peculiar y compleja. Sin duda, cada pueblo tiene lo que se merece. Y Jerez sí que se lo pierde…

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Comentarios (1)

ernesto Hace 9 meses
El Xerez CD sigue vivo precisamente porque ya no hay rateros. Está en manos de aficionados jerezanos tratando de normalizar su situación, sin apoyo de ninguna institución. Y comenzando a pagar poco a poco su deuda. Los que lo dejaron tirado también dejaron tiradas a las empresas jerezanas a las que se les debía ese dinero, por lo que además de traidores son indiferentes al desentenderse de la situación de esos jerezanos. En Cádiz, Santander, San Sebastián... sus clubes también pasaron
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