¡Hola! Aquí os traigo una tercera contribución sobre coaching psicológico y desarrollo personal. Habíamos terminado la última vez con la fortaleza interior, que aparte de ser una condición, también tiene que ver con la actitud que tenemos cuando llega el momento de enfrentar un problema o manejar una situación incómoda. En esa actitud, claro, también influye la forma de cómo vemos todo —positivo / negativo, alegre / triste, optimista / pesimista...—. Frecuentemente solemos preguntarnos si lo hemos hecho o si hemos elegido bien. Cuando decidimos o elegimos siendo optimistas, eso no quiere decir que seamos irrealistas, o que tengamos las gafas rosas puestas (muchas veces nos lo dicen así); tampoco significa que nos movamos en algo ilusorio (aunque la ilusión es algo bueno, ya imprescindible para poder crear).
La actitud de acción y cambio que lleva un optimista inteligente se puede aprender, desarrollar y entrenar. Así te haces un favor; y así también generas oportunidades de mejoría. Cambiamos entonces nuestro microprocesador mental:
1. No Victimismo
Elimino los "es que".
Elimino los "siempre me pasa lo mismo".
2. Siempre bien motivado
Elimino los "ya no puedo más".
Elimino los "nada tiene sentido", "no tengo realmente un objetivo".
3. Fábrica de ideas 1 - Ilusionarse
Elimino los "eso nunca puede funcionar".
Elimino los "con todo lo que me pasa ya no me queda imaginación ninguna".
4. Buen nivel de conciencia plena
Elimino los "no me queda tiempo para nada".
Elimino los "siempre viene todo a su ritmo, no tengo control".
5. Conocer / ver oportunidades (reales)
Elimino los "mis posibilidades son limitadas".
Elimino los "ya estoy cansado/a de estar siempre atento o alerta".
6. Fábrica de ideas 2 - Comunicarse
Elimino los "nadie me hace caso".
Elimino los "para hablar no encuentro a la gente correcta".
7. No temer el riesgo
Elimino los "y si me lanzo y algo va mal...".
Elimino los frenos, por lo menos los innecesarios.
Ya. ¡Que bien debemos sentirnos ahora!
Si es que el miedo o una precaución extrema determinan tu vida por resultado de tus decisiones, eso no es precisamente lo que te conviene, ni es la mejor opción (si es que tienes capacidad decisiva real). Las decisiones o elecciones se toman desde la claridad y una buena sensación (emoción) que nos transmite nuestro cuerpo tan sabio.
Haber desarrollado esa actitud de acción y cambio de un optimista inteligente —sí— nos permite vivir situaciones problemáticas de una manera completamente diferente, y, en vez de mirar problemas vemos ahora soluciones posibles. ¿Qué más necesitamos para sentirnos más felices de lo que somos?
Natalia Matysiok es coaching psicológico y de gestión de cambio. Atiende en su consulta en Jerez de la Frontera. Teléfono 640 07 39 13. Motiva Cambio en Facebook. Visita a oficina/casa por cita (también al extranjero). Atiende en castellano e inglés.