En junio de 2022, Juanma, como a él le gusta presentarse, en las últimas elecciones autonómicas andaluzas obtuvo un resultado inesperado que le permite gobernar con mayoría absoluta, a su razón, con gran euforia exclamó que fue “un día muy especial, porque gracias a toda Andalucía y todos los andaluces hemos hecho historia en Andalucía. 58 escaños en nuestro proyecto político". Y, añadió: "Estoy profundamente orgulloso y satisfecho de todos los andaluces.
Andalucía va a tener cuatro años de prosperidad, de avanzar, de mejorar, de seguir adelante. De seguir gestionado los intereses de Andalucía con honestidad, transparencia, con moderación y serenidad. Los vamos a hacer cuatro años más".
Pues bien, desde que Juanma llegó al gobierno, Andalucía sufre una situación diferente y los datos son demoledores. Los números de 2022 y 2023 publicados por el propio gobierno que preside Juanma, nos informan que, mientras los ingresos por “servicios” se incrementan en un 4,1% la cifra de negocios de la industria baja un 16%. En cuanto al empleo, en el sector servicios trabaja el 73, 5% de las personas empleadas en Andalucía, mientras que en la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca lo hacen el 11,9%. La industria, energía, agua y gestión de residuos emplea al 8,5% y, en la construcción trabajan el 6,2% de los trabajadores y las trabajadoras andaluzas. En definitiva, el tejido productivo andaluz está literalmente desvencijado.
La Sanidad pública andaluza está siendo adjudicada al sector privado mediante contratos negociados sin publicidad, entregando a dedo cientos de millones de dinero público a empresas extractivas con sede social fuera de Andalucía en vez de fortalecer la Atención Primaria y el empleo público, al tiempo que falsean las listas de espera que ocultan un aumento del 227% de personas en espera para operarse fuera del plazo legal. Desarmar la educación pública andaluza es otro de los objetivos de Juanma, eliminando de forma progresiva líneas educativas para así justificar el cierre de colegios públicos al tiempo que a la educación concertada le llueve dinero público. Todo ello, con el falso argumento de fomentar la colaboración entre lo público y lo privado.
Cuando Juanma se refiere a la bonanza de los datos económicos de Andalucía no se sabe muy bien de dónde los obtiene, pues quedan desmentidos por la información que divulga la Consejería de Economía relativos a 2022/2023 y son demoledores pues, mientras los ingresos por “Servicios” se incrementaron en un 4,1 %, la cifra de negocios de la industria baja un 16 %. En cuanto al empleo, en el sector servicios trabaja el 73,5% de los ocupados, mientras que el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca representa el 11,9%, la industria, energía, agua y gestión de residuos el 8,5% y la construcción el 6,2%.
Con estos números la locomotora económica de Juanma, como publicaba lavozdelsur.es, “no 'tira' del vagón de cola: Andalucía vuelve a ser líder en exclusión social”, lo que corrobora el informe Arope (Estrategia europea 2030) al señalar que el 37,5% de la población andaluza se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social; que el 43,9% de los hogares andaluces tienen importantes dificultades cuadrar las cuentas del mes y un 46,5 % no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, sin embargo y en “coherencia”, Juanma se sube el sueldo el 19% y acuerda con el socialista Espadas asegurarse una paguita de 75.000 euros hasta la edad de 75 años, de lo que, se beneficiará, como no, Susana Díaz. Esta es, desgraciadamente, la realidad andaluza y no la que dibuja el trampantojo de Juanma.