Twitter ha bloqueado temporalmente mi cuenta en internet (89.738 tweets ya). Todo ello tras la publicación en el TL de una crónica en lavozdelsur.es sobre Manolita Chen acompañada de un vídeo en el que una agente de la Guardia Civil pedía disculpas a uno de los iconos de la lucha el colectivo LGTBI y lo hacía en un acto público en Algeciras el pasado día 20 del presente mes de octubre. Una noticia que ha tenido amplia repercursión en muchos medios de comunicación en España.
Tanto la agente, Irene García, –miembro del colectivo–, como Manuela Saborido, más conocida popularmente por Manolita Chen, hablaron con libertad y emocionaron al auditorio.
En cuanto al agente de la Guardia Civil, institución que también fue premiada en el acto, decidió intervenir en libertad olvidando el guion que llevaba, tras quedar impresionada por el relato de Manolita Chen durante la dictadura y los crueles abusos de que fue objeto entonces por parte de agentes de la Benemérita y políticos franquistas.
La intervención de la agente provocó una ovación cerrada e intensa por parte del auditorio y de todo ello queda constancia en tanto en el video como en la crónica que publiqué, y lo hice -como siempre- con el mayor de los respetos y la consideración hacía el colectivo y hacia la propia Guardia Civil de la Comandancia de Algeciras cuyo coronel al mando, Francisco Almansa, se encontraba presente en el acto.
En su discurso, la popular trans de Arcos de la Frontera se refirió con mucho cariño a “las mariquitas” y adelantó que se ponía en marcha en su pueblo el primer hogar de acogida para este colectivo al que seguirían otros en Cádiz capital y Sevilla.
Por ello, este pasado viernes 28 me dispuse a publicar un tuit con un vídeo que recogía el momento exacto de la intervención de Manolita Chen y su referencia al centro de acogida arcense para las “mariquitas”, una expresión que Manuela usó con gran cariño y muy popular en Andalucía.
Pensé que era una buena idea resaltar la noticia en un tweet aparte con enlace a noticia original e incluso el cartel de la fundación. Pero entonces Twitter bloqueó el acceso a mi cuenta. Sin más. Y desde entonces espero una respuesta de su equipo de soporte (support@twitter.com).
Justo en ese instante, como si hubiera cometido un delito infraganti, Twitter me comunica que ha suspendido o bloqueado la cuenta, me asigna un número de caso y me invita a aportarle lo que crea conveniente en mi defensa. Y lo hace sin explicarme en ningún momento la razón por la cual suspende la cuenta para poder defenderme. Lo que quiero decir es que a estas horas la cuenta sigue suspendida aunque es visible y desconozco la razón por la cual han procedido de esa forma. Es algo injusto.
Todo esto me lleva a pensar que en Twitter se actúa como en una dictadura, donde todo el mundo es culpable mientras no se demuestre lo contrario y no como en una democracia donde todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia.
Siento que se han lesionado mis derechos cívicos y sobre todo el de la libertad de información. Y resulta irónico que, tras haber luchado contra la dictadura y haber sufrido vejaciones tan humillantes, a sus 80 años, Manolita Chen tenga que librar otra batalla, esta vez digital, contra una red social que, en teoría, defiende la libertad de información. Es indignante.
Irene Montero
Desde aquí solicito el apoyo de la ministra de Igualdad Irene Montero y de todo aquel que quiera defender los derechos de quienes usamos las redes sociales con respeto y dignidad. Y todo esto además ocurre en plena polémica por la ley trans.
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, que ha cerrado definitivamente la compra de Twitter, debe revisar las condiciones bajo las que su compañía suspende la actividad de periodistas y ciudadanos honrados sin informarles sobre las razones de la suspensión y prácticamente te obligan a reconocer que has infringido las normas de Twitter aunque no haya sido así. Casi te inducen a pensar que si no admites tu culpabilidad no podrás recuperar tu cuenta, que en mi caso es una herramienta diaria.
La realidad es que la medida unilateral de Twitter me causa un gran daño como profesional y me impide realizar plenamente mi trabajo como hago todos los días. La cuenta ha quedado en modo lectura por lo cual es visible por cualquiera que quiera acceder a mi perfil pero no tengo acceso al panel de control.
La medida puede prolongarse de 12 horas a 7 días según las normas de Twitter que muy poca gente seguramente conozca y que espero lo hagan a partir de ahora con más precisión de lo que yo lo he hecho. Considero que el tweet, es decir la información, es de interés público y, de hecho, ha sido reproducida por numerosos medios de comunicación en la red por lo que el daño es aún mayor por qué que se sepa no se ha actuado contra ellos.
Recomiendo a todos aquellos que tengan un perfil en Twitter que lean las condiciones bajo las que están publicando en esta red social y exijo de la compañía el restablecimiento inmediato de mi cuenta al entender que no he cometido ninguna infracción y mucho menos estoy dispuesto a reconocerlo si no es así.
A lo largo de mi vida he sufrido momentos muy duros en mi profesión pero nunca me había sentido tan indefenso y agredido como me está ocurriendo en este instante con Twitter.
Y el colmo es que la información que al parecer ha originado la suspensión de la cuenta tiene que ver con el maltrato y las humillaciones sufridas por una persona durante la dictadura del general Franco.
Y lo más emotivo de todo es la gallardía y el estilo de la Guardia Civil al pedir disculpas por los abusos cometidos en otros tiempos. Solicito también al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, miembro del colectivo LGTBI, su apoyo especial en redes contra esta vulneración de los derechos a la libertad de expresión.
Musk ha pagado 44.000 millones de dólares y ha despedido a buena parte del equipo directivo de la red social. Marcando territorio y allanando el camino para la siguiente fase. "El pájaro ha sido liberado", ha celebrado el millonario, que ha cambiado su biografía en su perfil a "tuiteador en jefe". Pues aquí, en España, ya tiene un encargo, restablecer la cuenta de un periodista senior y respetar a quienes, como Manolita Chen, no pueden volver a sufrir una 'dictadura'…digital.
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