Parcheando carreteras

Cualquiera que se haya perdido por nuestro vasto territorio en su coche o caravana habrá podido darse cuenta del estado en el que se encuentran nuestras carreteras. Da igual por donde circules: ya sea subiendo a Enix y Fenix desde Almería o camino de Ayamonte hasta cruzar el puente internacional sobre el Guadiana. Se ve que nos quieren obligar a usar el transporte público. Cosas de Óscar Puente. Lo que no sabe este señor ministro, al que tanto le gusta Twitter (ahora X), es que, por el sur, la red de Cercanías, de autobuses o de metros son de chichinabo. Y las carreteras, como la sanidad. A parches.

Como ya comenté en su día, la entrada de España en la Unión Europea y, especialmente, la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la EXPO de Sevilla en 1992, marcaron un punto de inflexión para nuestra Andalucía. Fue entonces cuando muchas de esas antiguas carreteras nacionales, con los icónicos toros de Osborne en las colinas y los anuncios de bebidas alcohólicas que tanto distraían, empezaron a transformarse. Llegaron las autovías, trayendo consigo un auge en los desplazamientos y el inicio de las grandes operaciones de salida y retorno. Y con alquitrán.

Más de treinta años después de esos eventos trascendentales, nuestras carreteras nacionales, muchas de las cuales fueron diseñadas durante la dictadura de Primo de Rivera en los felices años 20; y las autovías que ayudaron a cohesionar España -beneficiando especialmente a Cataluña y Madrid-, muestran signos de agotamiento en muchos tramos. En Andalucía, estos trayectos se deterioran alarmantemente sin que el Ministerio de Transportes tome medidas adecuadas. Parece que se prefiere dejarlas en estado de abandono para 'rescatarlas' en el futuro bajo un modelo de pago por uso al estilo esloveno, pero con parches, baches y desniveles de épocas pasadas. Y sin alquitrán. 

Hoy me quiero centrar en Huelva, provincia a la que el señor Puente le ha negado el AVE. Cosas de los políticos. La necesaria A49 ha experimentado numerosos cambios en las últimas décadas, especialmente desde su construcción para la EXPO 92. A principios del siglo XXI, la ampliación a un tercer carril fue esencial para gestionar el masivo éxodo de sevillanos hacia las playas. Sin embargo, hay tramos más propios de Mauritania. Un claro ejemplo del estado de dejadez ministerial es la necesidad de eliminar un carril en dirección a Huelva los domingos por la tarde durante el verano en tramos que requieren urgentemente ese tercer carril que se construye sin rubor en Cataluña o Madrid. La A49 es una de las carreteras peor valoradas en redes sociales debido a la casi total ausencia de estaciones de servicio hasta la frontera con Portugal o el deplorable estado del tramo entre Huelva y Ayamonte, antes de enlazar con la red de carreteras portuguesas. Tramo en el que ir por los caminos casi renta más que por carretera. En Portugal si hay alquitrán, por cierto.

Quizás el señor ministro, Óscar Puente, que prefiere llamar drogadicto de forma indirecta a Javier Milei o confrontar por redes con cualquier tuitero contrario a sus ideales, quiere que hagamos el trayecto hacia Huelva como los rocieros, tirados por bueyes y pernoctando en La Raya. Y por caminos de arena. Llegar, llegaremos. El tema es cuándo. Se ve que dinero para AVE o trenes del primer mundo no hay. Para alquitrán, tampoco. Qué cosas.