Hoy rompo mi dinámica dominical en esta voz del sur, al sur del sur, en el día donde el Sur, en mayúsculas, se hace mayor, adulto. Hoy no me queda otra que pararme en mi verea para pedir tierra y libertad, y sobre todo, para que resuene el siguiente verso del himno con fortaleza, más allá de recitarlo de memoria ante los miles de actos que hoy salpicarán esta inmensa tierra desde Ayamonte a Pulpí, desde los Pedroches a Tarifa.
Y hablo en subjuntivo porque así lo quiso Blas Infante, y porque es un ojalá, un puede que, un deseo. Ojalá que Andalucía sea libre de todo aquel que ose manosearla, empezando por nosotros mismos, sus vecinos, los que no la sentimos nada más que tres veces al año, y una de ellas es hoy, porque Canal Sur retransmite cuatro horas de actos y discursos que enganchan con el pueblo llano y hay bandera hasta en la sopa. Y digo que la manoseamos nosotros mismos porque no terminamos de creernos que podemos ser y no somos, que tenemos fuerza pero acabamos desinflándonos por culpa del complejo histórico del a ver si se van a molestar los vecinos. Y ahí seguimos, viendo pasar el tiempo, como si fuéramos la Puerta de Alcalá.
Sea por Andalucía libre de vanidosos y cuchufletas que sólo vienen a servirse de nuestras bondades, y nace, por desgracia, entre nosotros ese servilismo mamón que cantaba Juan Carlos Aragón en Los Yesterday. ¿Por qué rendir pleitesía al mesetario que te mira por encima del hombro a bañarse en tus playas o disfrutar de tu casco antiguo único en el mundo mientras te vilipendia por ser inferior? Jamás. Que coja el camino y vuelva por donde vino. Gloria a todo aquel que viene a disfrutar de nosotros y con nosotros sintiéndose uno más, fusionándose como hicieron las tres culturas en Córdoba. Deja ya de hacerte la víctima, Andalucía. Que ya te vale.
Sea por Andalucía libre de pobreza. Ya va tocando que abandonemos uno de los rankings más vergonzosos que lideramos. ¿Dónde están los hombre de luz que a los hombres almas de hombres les dieron? No queda alma en esa tabla en la que seis de los diez barrios son andaluces. Y los que mandan en Madrid siguen mirando para otro lado, como lo hacen frente al narcotráfico que desde los 80 azota a nuestra costa, permitiendo que campen a sus anchas unos y otros. Una región puntera y libre no puede permitirse estos números y de esto hoy, en los actos, se debería hablar. Pero no, que vivan el azul de nuestro cielo y el verde de nuestros campos.
Sea por Andalucía libre de penas y listas de espera en nuestros centros de salud y hospitales, cada vez más saturados, cada vez menos resolutivos, cada vez más cronificados. De la pandemia saldríamos más fuertes, que viene a ser más libres, sin ataduras. Pero las cadenas pesan en los tobillos, cadenas con forma de burocracia, de horas muertas interminables en una sala de espera mientras desde el gobierno de España no terminan de cuadrar las cuentas para mandar todos los médicos que nos hacen falta entre tanto Ábalos, viajes a Marruecos y paseos en Falcon. Y pensar que somos más de sesenta en el Congreso de los Diputados…
Sea por Andalucía libre, tierra de luz y de inspiración, donde cada rincón respira poesía y cada paisaje es un lienzo en blanco para los artistas. A lo largo de la historia, esta tierra ha sido cuna de grandes poetas como Federico García Lorca, Aleixandre, Cernuda o Juan Ramón Jiménez, cuyas palabras han tejido el alma de esta región con versos inolvidables. Escritores como Antonio Machado, José María Requena, Chaves Nogales o Rafael Alberti han plasmado en sus obras la esencia misma de Andalucía, sus sueños, luchas y esperanzas. Y qué decir de los pintores, desde el genio de Velázquez hasta la pasión de Murillo o el ingenio de Picasso, cada pincelada ha capturado la belleza única de este lugar. En ellos encontramos no sólo artistas, sino también guías que nos muestran el camino hacia nuestra identidad y nos recuerdan la grandeza de nuestro legado cultural, que a veces queda olvidado en un cajón, desde las escuelas a la universidad, desde tu casa a los museos.
Y por último, que este 28F sea por Andalucía libre, como llamada y reclamo tanto al pueblo como a sus representantes para que juntos construyamos un futuro lleno de prosperidad y bienestar. Es hora de mirar hacia adelante con determinación y visión, apostando por la modernidad y el progreso que nos brindará oportunidades de trabajo dignas y sostenibles para todos. Ya basta de ser el sirviente de la vieja España. Toca ser la locomotora de la nueva España.
Debemos trabajar incansablemente para garantizar la igualdad de oportunidades y la justicia social, donde cada persona tenga las mismas posibilidades de alcanzar sus sueños, independientemente de su origen o circunstancias. Y si se ríen de nuestro seseo y ceceo, que se rían, pero no te quedes callado. Solo así podremos asegurar que Andalucía sea un lugar donde queramos vivir y prosperar por muchos años más. Y volver a ser libres. Parafraseando a Medina Azahara, hoy 28F, te digo Andalucía que quisiera poder mirarte, quedarme dentro de ti, quisiera ser la esperanza, que te ayude a vivir. Quisiera romper tus penas, secar tu llanto de sed, ser libre como tu sueño y ver el dia nacer. Y ese día, llegará. Lo veremos. Viva Andalucía libre.
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