Responsabilidad con un talante abierto
Javier Maldonado López de Carrizosa, 54 años de edad, entró como hermano a los cuatro años, siguiendo la tradición familiar de pertenencia a la cofradía. Su elección como hermano mayor del Prendimiento cierra una etapa complicada en la corporación desde que el anterior hermano mayor dimitió y quedó la gestión en manos de un grupo de hermanos que configuraban aquella junta de gobierno. Ciertamente, ese periodo de ‘gestora’ ha sido capaz de allanar un terreno lleno de baches que se venía deteriorando desde años anteriores.
Javier asume la responsabilidad con un talante abierto y de comunicación constante con todos los hermanos sean cuales sean sus pareceres. En esa filosofía es determinante. Tanto que su principal objetivo, por encima de otras acciones patrimoniales o de otra índole, es fomentar la confraternidad, revitalizar la vida interna convencido de que esto llevará a conseguir otros logros.
Ese es el sendero que está señalando al que invita a todos los hermanos sean cuales sean sus sensibilidades, puntos de vista o formas de entender la cofradía. En ese espíritu de consenso espera alcanzar su gran objetivo en todos los ámbitos de la corporación.
Maldonado es también conocido en el mundo rociero jerezano al haber formado parte de la junta de gobierno que tuvo como hermano mayor al recordado Isaac Camacho. Además es hermano del Mayor Dolor, por parte de su madre, y su experiencia en la gestión en el ámbito cofrade se remite exclusivamente al desempeño de su cargo actual, al que llegó tras unas elecciones en las que también concurrieron dos candidaturas más.
De siempre. Por parte de los Maldonado, mi padre, sus hermanos y mi abuelo. Siempre han sido del Prendimiento y han participado.
Hace tiempo que lo planteamos, como se hace en las hermandades, en una reunión entre amigos en la que surgió la idea de proponer algo distinto. A raíz de ese concepto di el paso.

Esos nuevos aires se traducen en ser hermandad. El concepto que se utilizaba es que la cofradía está dividida y no es así. Para mí simplemente no ha sido una hermandad. Nos gustaría que nuestro trabajo redunde en que realmente lo sea. Que participen los hermanos durante todo el año, no solo el Miércoles Santo. Que ayudemos y empujemos todos hacia una cofradía abierta en la que los hermanos se sientan en su casa, se sientan libres de opinar y de presentar proyectos, de ayudar y participar.
"Para mí la del Prendimiento no ha sido una hermandad, nuestro trabajo es que vuelva a serlo"
Siempre he dicho que tanto en el Prendimiento, en una familia, en una empresa, incluso nosotros en nuestra vida propia, tenemos baches. Siempre tenemos rachas. Y aquí se ha pasado por unas circunstancias distintas, pero está viva. Nosotros vamos de paso, pero la cofradía siempre está ahí. Y lleva muchísimos años, ha pasado por distintas etapas y sigue viva. Ahí tenemos nuestro Señor del Prendimiento, que ahí están recibiendo a todos los hermanos y esperando que vayan más a rezarle.
Soy un hermano más y lo que tengo y tenemos toda la junta es muchísimo cariño hacia nuestra hermandad. Simplemente estamos dispuestos a trabajar por y para los hermanos y la corporación. Queremos sumar, no queremos mirar atrás, siempre para delante; apoyar y aportar nuestro granito de arena. Siempre que avancemos, será más grande.
Ninguna, ninguna. Simplemente sumar y ayudar siempre a mejorar la hermandad. Y la única manera es trabajar con el corazón y con fe para que tengamos fuerza.
"Queremos sumar, no queremos mirar atrás, siempre para adelante"
Queremos hacer actividades de forma que participe todo el mundo. Siempre digo que la manera más sencilla de participar son los miércoles en la misa. Que cada vez vengan más. En cuanto a actividades estamos pensando en algunas, pero lo principal ahora es preparar la Semana Santa. Iremos avanzando, pero acabamos de aterrizar. Primero vamos a solucionar lo que tenemos más inmediato. Y después, plantearemos distintos eventos y convivencias que queremos hacer.
Creo que es la única de las maneras, hacer participar a los hermanos, aumentando la convivencia, que también conduce a fomentar la devoción a nuestros titulares. Con fe, caridad y convivencia, seremos grandes. Tenemos que motivar que los hermanos participen.
La guerra se gana poquito a poco. Esto no es una guerra, esto simplemente es ponerla en la línea que a nosotros nos gustaría que estuviese, sumando nuestro interés y nuestro esfuerzo. Siempre que entren en este proyecto todos los hermanos que tengan ganas de sumar, será positivo. Tenemos que ser muy positivos y eso nos ayudará mucho.

Hasta ahora, gracias a nuestra Junta, esas palabras más o menos no existen. Siempre lo he dicho, trabajamos para nuestros hermanos. Y aquí el ego no debe existir. Ni debe participar. Por lo cual no tiene que ser un problema.
"Trabajamos para nuestros hermanos y aquí el ego no debe existir ni debe participar"
Todos los hermanos tienen derecho a tener su cargo. ¿Por qué no? Entonces esto cambia. Sobre todo que los capataces que hemos elegido, en este caso que tú me hablas, son unas personas muy de la cofradía, han participado muchísimo en todos los eventos, siempre han sido positivos, siempre han ayudado y va en la línea que nosotros queremos. Por eso han sido elegidos.
Gracias a Dios es un valor el hecho de que todo el mundo quiera venir a ver a los titulares y encima les transmite paz y fe. Lo importante es que vengan con fe y con cariño. Esa gente que aumenta su fe nada más verlas o que sientan un poquito de alegría y de ayuda a ellos mismos, es sumar. Cuanta más gente venga a vernos, más devotos tenemos y a más cristianos podemos convencer y ayudar.
Ahora queremos hacer la mesa, hay que arreglarla. Esta Semana Santa tiene que salir como está, pero queremos arreglarla. En los bordados estamos analizando lo que tenemos. Ahora mismo hay un parón, ya que vamos a analizar verdaderamente lo que tenemos y de ahí iremos avanzando el proyecto.

Hay que terminarlo, le falta una etapa en su ejecución. También lo estamos valorando. Hay dos acciones importantes, saber realmente lo que queremos hacer y cuánto nos cuesta. Y qué disposición tenemos por parte de los hermanos, que deben opinar.
Lo normal es que sí, que se consiga algo.
"La mano dura no existe cuando hay cariño, mucha fe y mucho amor"
Lo espero muy bien. Y lo dicho anteriormente, deseamos convencer a muchos devotos, ampliar la fe y que los hermanos verdaderamente disfruten; que siempre nuestra cofradía sea más grande, lo que supondrá conseguir un verdadero logro. Lo único que le pido a todos los hermanos es que si tienen una opinión que darnos para mejorar, que lo hagan. Esta es una junta abierta, somos una hermandad abierta, y se abre a todo tipo de proyectos, todo tipo de opiniones. Salir todos los años es una maravilla, porque los hermanos lo van a disfrutar, y a partir de ahí, mejoraremos lo que haga falta. Que opinen y nos ayuden, que para eso estamos
No, lo que pasa es que en la última etapa eran cinco personas las que lo llevaban todo, y ahí no había mucho margen; era como una gestora y dependían también del obispado. No daban abasto. Se necesita más equipo para llevar una hermandad abierta, más aún en una como la nuestra, que saca muchos hermanos a la calle, con un patrimonio mayúsculo. Es una maravilla el patrimonio que tenemos, tanto humano como material.
No, mano dura no existe. Cuando hay cariño, mucha fe y mucho amor, la mano dura no existe. Todo el mundo lo comprende. Para mi equipo y yo mismo, con cariño, respeto y fe, todo funciona.