El obispo emite una carta a los hermanos mayores en la que, textualmente, dice “dispongo que las hermandades acompañen con una representación a la Hermandad del Santo Entierro, portando estandarte y varas, vistiendo el hábito nazareno propio de cada Cofradía, siempre que lo permitan sus Estatutos”.
Esta comunicación responde a la petición que le hizo la cofradía del Calvario con el objetivo de engrandecer la salida del Señor yacente.
Rico Pavés explica en la carta que “tradicionalmente, la representación procesional de la pasión y muerte del Señor se culmina con el Santo Entierro, haciéndose presentes las Hermandades que han procesionado los días anteriores junto con las autoridades”, haciendo especial hincapié en que su petición es “para que la recuperación del Sábado Santo con cortejos procesionales sea una expresión auténtica de fe”.
También indica que el acompañamiento de las hermandades “se realizará desde la salida de la Real Capilla del Calvario hasta la conclusión del rezo de las preces en la Catedral a Nuestra Señora de la Piedad, siguiendo las indicaciones de la persona responsable de la Diputación Mayor de Gobierno de la Hermandad del Santo Entierro”.