Cuatro años después volvió el más espectacular momento de la Semana Santa jerezana tras el parón de los dos años de pandemia y la suspensión de la salida en 2022.
Volvieron las bengalas al reducto de la catedral para iluminar la recogida del Cristo de la Viga ante las miles de personas que abarrotaron el entorno de la catedral desde mucho antes de adivinarse siquiera la llegada de la cofradía catedralicia a la zona del Arroyo.

Una muchedumbre que no se recuerda y reunida para vivir uno de los momentos más espectaculares y sin duda el más vistoso de la Semana Santa jerezana.
Este ‘espectáculo’ de luminarias o bengalas sólo perdura en la Hermandad del Cristo de la Viga, algo que fue tradicional en casi todas las hermandades, en especial desde la década de los años veinte hasta los años cincuenta del pasado siglo.

En hermandades como la Coronación, Angustias, Cena, Candelaria, Desconsuelo, Flagelación, Prendimiento, Lanzada, Mayor Dolor, Cristo de la Expiración, Soledad o Piedad, además de la ya citada de la Viga, se utilizaron durante años.
La moda desapareció en todas, incluso en La Viga, pero en la década de los noventa del siglo pasado, el que fuera hermano mayor, el recordado Juan Román, tuvo la iniciativa de devolver esta singularidad para la recogida del crucificado de la Catedral.
La tradición sigue y no apunta a perderse sobre todo por el apoyo popular que la respalda.