De un día caluroso y soleado, como fue el lunes, a una jornada de nubes y más fresco en el ambiente, eso sí, una nubosidad inocente. El Martes Santo fue otra jornada para recuperar los pulsos cofrades perdidos por los que el pasado año se quedaron en casa por el mal tiempo: Defensión, Amor, Salud, Salvación…
En horarios, otro día de retrasos en el palquillo, que se pudo enmendar al final con el Desconsuelo, que de acumular casi media hora recuperó para dejarlo en unos quince minutos. Evidentemente, algo sucede con la sincronización de los horarios y todo apunta a que no se ha afinado bien al suprimir los cinco minutos de separación entre hermandades y no tener en cuenta el tiempo de paso de las bandas de música. Esto apunta a ser una de las posibles causas de los retardos vividos desde el primer día de Semana Santa.

Tercer día de procesiones que nos deja en puertas de los días grandes, en la recta final de lo que empezó el Sábado de Pasión. Martes Santo que en las calles se vivió de forma más relajada en cuando afluencia de público. El día que más hermandades se ponen en la calle cuando hasta hace no mucho era el que menos. Es el efecto de las ‘nuevas’ que han hecho crecer la geografía cofrade.

Este en el caso de la gente del Chicle. La Hermandad de la Salud llegó desde San Rafael o La Clemencia desde San Benito o La Salvación desde Las Torres. Cofradías de barrios populosos o La Bondad desde Icovesa.
Estas de nueva hornada, aunque La Clemencia podría decirse que es la que primera señaló el camino a las demás, deben seguir creciendo más que en patrimonio artístico, en el humano: penitentes. Mantienen un bajo perfil en sus cortejos pese a que viven en zonas muy pobladas.


Carpintería estaba hasta los topes. No en vano se forma lo que se denomina como un trenecito dado que, una tras otra, siguen el mismo recorrido de regreso Bondad, Defensión, Amor, mientras que otra bulla es la que arrastró el Desconsuelo por San Lucas, donde la tradición de la saeta volvió a concentrar a los muchos que gustan disfrutar de ese rato de cante pasional.
En definitiva, el Martes Santo de 2023 ya es historia. Una buena jornada en la que se paladeó muchos buenos momentos cofrades por muchos espacios de la ciudad dada la procedencia de cada hermandad que llegó al centro: desde el Jerez histórico y desde las zonas sur y norte de la ciudad.