El titular puede llegar a sorprender, pero ciertamente la relación entre la enorme devoción que tiene el Señor de las Tres Caídas y la leyenda nórdica de Santa Claus están íntimamente relacionadas.
La iglesia que es sede de esta hermandad del Miércoles Santo acogió a esta cofradía en su reorganización en el año 1939. Un año después Chaveli talla la imagen y se asienta la hermandad en San Lucas, un templo alfonsino que estaba abierto al culto y que recibía a numerosos devotos que cada día acudían a venerar a San Nicolás de Bari.
No es una imagen de talla, se trata de una pintura situada en un altar junto a la puerta lateral del templo. Desde siempre, no hay quien recuerde una fecha, este santo fue y sigue siendo objeto de culto.

Su nacimiento se sitúa en el año 270. Fue obispo y más de 2.000 templos están dedicados a él en todo el mundo. Su reputación evolucionó y se hizo famoso por su legendario hábito de hacer regalos en secreto a los niños pobres.
Esto dio origen al tradicional Santa Claus, San Nicolás a través del Sinterklass que es la fiesta de San Nicolás en los Países Bajos.
Pero cuando el Señor llega a San Lucas y es situado en una capilla, que hacía las veces de sagrario y por conexión, esa ingente cantidad de devotos de San Nicolás empezó a acercarse y a fijarse en el Señor Caído que ya arribó a este lugar con aura de milagroso.
Ya en su traslado a San Lucas desde San Marcos, tras ser bendecido, se le atribuyen dos milagros siendo el más conocido el de la Plaza de Orbaneja con la curación de una anciana paralítica.

El tiempo, la advocación misma de La Salud y la unción que ya arrastraba fue tomando forma en una veneración que a día de hoy lejos de decaer se mantiene e incrementa. El momento en el que se hace más explícita es en su salida procesional cuando tras el oscuro paso desfilan centenares de personas.
Así, la historia unió a estas dos imágenes. Como corresponde, San Nicolás o Santa Claus cedió al ‘Jefe’ la devoción que atesoraba, pero no toda. Si algún lunes pasa por San Lucas podrá comprobar cómo decenas de velas de promesa siguen alumbrando a esa vieja pintura.