Lo que parecía imposible hace solo cuatro días se ha hecho realidad este Martes Santo en Chiclana. Abrieron las puertas de la Iglesia de San Telmo y comenzó a procesionar la Hermandad de Afligidos con la imagen de María Santísima de los Desconsuelos acompañando a Nuestro Padre Jesús de los Afligidos.
En tiempo récord, la talla de la Virgen, que salió ardiendo el pasado viernes como consecuencia de la caída de un trozo de pabilo de una vela sobre el manto, ha podido recorrer las calles del centro del municipio. Después de permanecer desde el pasado Viernes de Dolores en Sevilla, en el taller de su autor, el imaginero Francisco Berlanga, la talla, recuperada en la policromía de manos y cara, ha vuelto al culto en Chiclana y ha podido finalmente procesionar.
Si hace cuatro días la hermandad, que este año cumple 45 años de su refundación, anunciaba que, "desde el más profundo dolor, pena e impotencia, nuestro director espiritual y nuestra junta de gobierno han decidido procesionar el Martes Santo", adquiriendo "el compromiso de que el año que viene nuestra madre María Santísima de los Desconsuelos saldrá restaurada y tan bella como siempre", este Martes Santo la talla volvía a procesionar.

No obstante, desde Afligidos se ha advertido de que, una vez finalice la Semana Santa, la talla de la Virgen deberá someterse nuevamente a una restauración "más profunda en su integridad" y con una valoración "exhaustiva" de los daños ocasionados por el incendio.
Además, han agradecido públicamente al imaginero Francisco Berlanga de Ávila "por haberse dedicado en cuerpo y alma desde el corazón" a la rápida restauración de la talla de la Virgen para que salga en procesión este Martes Santo.
El hermano mayor de la hermandad, José Lagóstena Gutiérrez, aseguraba este lunes que el objetivo y el deseo de la cofradía era tener la talla a tiempo para esta jornada y que el imaginero estaba trabajando "muy duro" para restaurar los daños sufridos en la policromía de la imagen y poder llegar al objetivo marcado por la cofradía. Finalmente, la pesadilla del pasado Viernes de Dolores se ha quedado solo en eso: en un mal recuerdo felizmente superado.