La Semana Santa en Andalucía vive desde hace lustros una expansión evidente. Cada vez más localidades cuentan con cada vez más cofradías, tanto las que procesionan en los días de Semana Santa como en las vísperas, a veces bajo la denominación de 'asociaciones', y otras como hermandades que cumplen las reglas y esperan luz verde de la Iglesia para entrar en el recorrido oficial.
Debido a esa popularización, la demanda se ha ido incrementando. Y a veces, los talleres -que son muchísimos- no dejan de trabajar, a menudo por precios altos. La globalización, internet, se han acabado encontrando un sitio, y no es más que los encargos a talleres en Pakistán. El país asiático cuenta con su propia tradición de trabajo manual, aunque con características propias, con menos horas de trabajo, con procesos más rápidos. Más baratos, por ende.
El último caso ha sido el del Soberano Poder de Morón. Un grupo de hermanos realizó una donación a la Virgen de los Ángeles. Ha sido aceptada por la Hermandad, que desconocía el origen, pero que ha pasado igualmente al patrimonio de la Virgen, señalaba el hermano mayor a Radio Morón, tras una larga polémica en redes.

En Jerez, la Clemencia optó por el manto de Salud y Esperanza con un bordado pakistaní, por Escodo Embroidery, uno de los más populares en internet. El taller se encuentra a las afueras de Sialkot, en el Punyab, en frontera con la región en disputa de Cachemira, puerta hacia la Cordillera del Himalaya, a unos 9.000 kilómetros de Andalucía.
La Asociación Gremial de Arte Sacro en Sevilla, con su presidente a la cabeza, Francisco Carrera, 'Paquili', se han mostrado reacios y avisan de que si un taller subcontrata en Pakistán o en cualquier otro lugar, puede perder el sello, salir de la asociación. Un evidente rechazo a esa competencia, que califican de desleal.
Pero estos talleres no solo venden por petición expresa. Cuentan, de hecho, con tienda online. Y es curioso cómoestos talleres han llegado hasta la Semana Santa. Buena parte del catálogo se basa en ropa y accesorios relacionados con la masonería.
En la web de Suleman Embroidery, es el principal reclamo. Escarapelas, túnicas, banderolas, estolas... Tienen en común que cuentan con hilos que se asemejan al oro. También los galones militares se pueden comprar.

Por su parte, Skylark Infantry está especializado en uniformes militares de época. Por ejemplo, de la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil estadounidenses. Por entre 200 y 250 dólares uno puede recrear tanto los uniformes del bando británico, o de los confederados. Existe demanda de este tipo de productos. Aunque también tiene una gran oferta de productos masónicos.

Y en esta misma tienda, hay todo tipo de productos de Semana Santa que pueden adquirirse por internet, directamente al carrito. El más caro, una saya de una Virgen de las Angustias por 2.400 dólares, unos 2.200 euros al cambio (el dólar está a 95 céntimos de euro). No queda claro si está a la venta porque salió mal un envío, o si es un genérico de ejemplo, pero puede realizarse la compra.

Y los hay mucho más baratos. Otra saya por unos 600 euros, con menos detalles, o una túnica para un Prendimiento por unos 1.000 euros. Destacan también los estandartes, por unos 600 euros, banderas para para bandas y agrupaciones musicales, o mantolines para las cornetas, incluso de la Centuria Macarena, por unos 50 euros.



Casi todas las tiendas prefieren el contacto por WhatsApp, cuentan con carritos de compra online y han adaptado incluso el lenguaje de redes al castellano para explicar qué quieren vender. Toda una industria que molesta, lógicamente, a los artesanos andaluces. Pero que es a día de hoy una realidad.