300.000 empleos directos y en torno al 17-20% del PIB de la provincia de Cádiz dependen del turismo. Una industria —así hay que entender este sector— que va a más y que, en paralelo a sucrecimiento, debe lidiar con retos decisivos para que no sea una burbuja que acabe estallando: la lucha contra la precariedad laboral, una política de viviendas en los centros de las ciudades en consonancia con marcos regulatorios que pongan coto a los alojamientos turísticos, mantenimiento de la identidad de cada territorio para no caer en ciudades clónicas y tematizadas donde todo parece lo mismo...
Acabada la feria internacional de turismo Fitur 2025 en Madrid, donde un año más se han repartido abrazos, folletos, contactos, proyectos, campañas y premios, los representantes institucionales y de empresas del sector regresaron a Cádiz con un mantra: la sostenibilidad y la excelencia por bandera. El turismo será sostenible o será una burbuja que acabará estallando. ¿Es posible saltar del turismo insostenible al sostenible y, yendo más allá, al turismo regenerativo, aquel que deja las cosas mejor que las encontramos?
"Queremos que la provincia de Cádiz sea conocida como uno de los destinos más sostenibles de España", aseguraba el pasado jueves, Día de la Provincia de Cádiz en Fitur, la presidenta de la Diputación de Cádiz, Almudena Martínez del Junco. Los datos de 2024, ya cerrado diciembre, del destino Cádiz se resumen en: ocho millones de viajeros, el 21% de las registrados en Andalucía; crecimiento en pernoctaciones y estancias, llegando a casi diez días, por encima de Huelva, que con 7,5 es la segunda; crecimiento en el gasto medio y en la desestacionalización, con un aumento del diez por ciento de viajeros en período no estival.

En declaraciones a lavozdelsur.es, el vicepresidente del Patronato de Turismo, Germán Beardo, sostiene que "los datos avalan que el crecimiento sostenible que está viviendo la provincia del Cádiz es el camino. Está creciendo el gasto medio del viajero y eso significa que viene el que tiene mayor capacidad de gasto, y luego la generación de eventos a lo largo de todo el año, fuera del periodo de estival, nos hace que estemos creciendo en turismo interior". En el caso de la red de hoteles de la Diputación de Cádiz, Tugasa, "ha crecido un 20% en la facturación y un 17% en las pernoctaciones, por tanto se está generando un destino diverso".
Opina Beardo que "no hay que renunciar a hablar de que la provincia de Cádiz tiene un turismo natural de playa único en el mundo, pero sí hay que poner en valor el turismo cultural y gastronómico, el de congresos pequeños de profesionales para que conozcan la provincia durante todo el año, y que otros grandes eventos, como la SailGP, vengan en un periodo que no necesariamente es masivo".
"El camino de la sostenibilidad y de la excelencia es que la convivencia entre el residente y el viajero sea una relación bilateral generadora de riqueza común; y eso se hace practicando políticas de vivienda, mejorando las infraestructuras y facilitando la interrelación entre el comercio y la hostelería", apunta el responsable del Patronato de Turismo. En este punto, entiende que "no hay que hacer ciudades museo, parques temáticos, de una ciudad a otra solo cambia el escaparate, pero la identidad se consolida, y eso es lo sostenible, permaneciendo nuestras señas. Hay que hacer un gran esfuerzo en la construcción de viviendas, hay que mejorar los suelos disponibles y crear oferta de políticas de vivienda pública".
En su condición de alcalde portuense, asegura que su posición en materia de vivienda en la localidad de la Bahía de Cádiz es innegociable: "Yo en El Puerto tengo una propuesta 8-10. De cada 10 viviendas que se rehabilitan, ocho son para lo residencial y dos para lo rotacional. La esencia de El Puerto es gente de El Puerto viviendo en El Puerto. No quiere decir que tengan ocho apellidos portuenses, sino que pueda vivir en El Puerto cualquier renta que quiera hacerlo".