Con 44 sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, España es el tercer país del mundo en el ranking de países con más sitios UNESCO del mundo, sólo por detrás de Italia (con 49) y China (con 45). Entre sus muchos monumentos, hay 14 catedrales que están considerados como tal, tres de ellas son andaluzas.
Las siguiente catedrales componen la lista: Catedral de Segovia, Catedral de Sevilla, Catedral de Córdoba, las catedrales mujeres de Aragón, Catedral de Salamanca, la Concatedral de de Cáceres, Catedral de Toledo, catedrales del Camino de Santiago, Catedral de León, Catedral de Santamaría de Burgos, Catedral de Ávila, Catedral de San Cristobal de la Laguna, Catedral de Cuenca y Catedral de Baeza.
Sevilla, Córdoba y Jaén se llevan ese reconocimiento en Andalucía y esto es lo que sabemos de ellas.
Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de Sevilla
La espectacular catedral de Sevilla, el soberbio Alcázar y la antigua lonja, convertida en el Archivo de Indias, merecen por derecho propio formar parte del Patrimonio de la Humanidad. El templo gótico más grande de Europa es un prodigio digno de visitarse, y subir a la Giralda permite palpar el pasado medieval de la ciudad como nada más… aparte de pasear por los jardines y las habitaciones del suntuoso Alcázar que tanto gustaba a los Reyes Católicos.
Catedral de Córdoba
La Mezquita-Catedral de Córdoba es el primer monumento de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos del mundo. Resume en su historia arqueológica la evolución completa del estilo omeya en España, es decir, del estilo hispanomusulmán en la época de su mayor apogeo.
La Mezquita-Catedral de Córdoba fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, y una década después, el reconocimiento se extendió a la totalidad del centro histórico".
Catedral de Baeza
La configuración urbana de las dos pequeñas ciudades de Úbeda y Baeza, situadas en el sur de España, data de los periodos de la dominación árabe (siglo IX) y de la Reconquista (siglo XIII). En el siglo XVI, ambas ciudades experimentaron cambios importantes, al efectuarse obras de renovación inspiradas en el estilo del Renacimiento. Estas transformaciones urbanísticas se debieron a la introducción en España de las ideas humanistas procedentes de Italia y ejercieron una influencia importante en la arquitectura de América Latina.