Las autoridades norteamericanas son especialmente estrictas en cuanto a los requisitos de entrada en el país. Un error en cualquier detalle mínimo puede dar al traste con el viaje de nuestros sueños, impidiendo nuestra entrada en el país.
Además, la atención médica en EE. UU. no es universal, por lo que es imprescindible contratar los mejores seguros de viaje, fijándose especialmente en las coberturas sanitarias de los mismos.
Veamos qué es lo que tenemos que hacer para estar seguros de que disfrutaremos, sin sobresaltos ni imprevistos, de nuestra estancia en ese país.
¿Qué necesito para viajar a EE. UU.?
Además del pasaporte, en el aeropuerto de llegada nos pedirán:
Un visado de visitante o un ESTA
Si deseamos que nuestra estancia se prolongue hasta los 6 meses, deberemos solicitar previamente un visado de no inmigrante, expedido por el Departamento de Estado de EEUU.
Pero para estancias de hasta 3 meses, la opción más rápida y cómoda es obtener un ESTA (Electronic System for Travel Authorization). Traducido literalmente, el ESTA significa Sistema Electrónico de Autorización de Viaje.
El permiso de estancia ESTA puede obtenerse online en la página web oficial de la Embajada y Consulado de EE. UU. en España y Andorra.
Un seguro de viaje que incluya todas las coberturas médicas
Esto no nos lo pedirá ningún funcionario de inmigración en el aeropuerto. Pero no merece la pena que, por ahorrar unos pocos euros, corramos el riesgo de tener que afrontar una factura médica de decenas o incluso cientos de miles de dólares.
Viajar sin seguro médico a EEUU es una temeridad y hacerlo con un seguro de viaje mediocre es una imprudencia. Contratemos un seguro de viaje completo que incluya todas las coberturas sanitarias.
Con qué nos encontraremos al llegar a EE. UU.
Todos los viajeros deben cubrir un formulario de entrada, en el propio aeropuerto, antes de poder circular libremente por el país.
Las cuestiones son rutinarias y algunas pueden parecernos absurdas, ya que incluso nos preguntarán si tenemos el propósito de delinquir o de realizar actos terroristas en territorio norteamericano.
Lo malo es que los formularios están en inglés y lo habitual es que el funcionario norteamericano no sepa nada de español.
Conque si nuestro nivel de inglés es deficiente, una buena idea es descargarse antes de partir un formulario de internet, traducirlo y memorizar las contestaciones que debemos dar: un error de interpretación al responder el cuestionario puede suponer que nos den la vuelta hacia España de manera automática.
Adicionalmente, los controles aleatorios de equipaje son muy frecuentes: no lleves en ellos nada que pueda suponer un problema, como productos de alimentación o una cantidad de tabaco superior a la permitida.
¿Y si queremos prorrogar la estancia?
Si, una vez allí, queremos permanecer más de 3 meses (entrada con ESTA) o de 6 meses (entrada con visado) en Estados Unidos, procederemos de la siguiente manera.
Con suficiente antelación, presentaremos una solicitud al Departamento de Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), utilizando el formulario I-539. El procedimiento no nos garantiza nada, ya que cabe la posibilidad de que denieguen la solicitud.
En este último caso, la única solución que nos quedaría sería hacer las maletas y regresar a España antes de que expire el visado o el ESTA. Caso contrario, si somos requeridos por un agente de la autoridad para identificarnos, nuestra deportación a España será automática y prácticamente inmediata.