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Este es el lío de la luz por el que te pueden cobrar un dineral por un recibo que no es tuyo

Lo que debería ser un simple cambio de comercializador acaba con un consumidor poniendo a su nombre el contrato de otro

Contadores de luz de un edificio.
Contadores de luz de un edificio.
26 de marzo de 2025 a las 22:37h

Hace dos años, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) alertó sobre un incremento en las contrataciones fraudulentas relacionadas con errores en el cambio de comercializadora, lo que puede provocar la asignación incorrecta del suministro. Aunque las medidas adoptadas han mitigado las consecuencias, el problema, como ha advertido OCU, persiste. Y algunas compañías, como Endesa, continúan bajo la supervisión de la CNMC debido a esta problemática.

Los contratos de suministro de gas y electricidad están identificados mediante un código único denominado CUPS (Código Unificado de Punto de Suministro), lo que, en teoría, debería evitar errores en las contrataciones. Sin embargo, en la práctica, estos errores continúan produciéndose debido a que algunas comercializadoras permiten iniciar el proceso de contratación a partir de la dirección de la vivienda, sin requerir necesariamente el CUPS.

¿En qué consiste el cruce de CUPS?

El cruce de CUPS es un error que ocurre cuando un consumidor intenta cambiar de comercializadora, pero en el proceso se le asigna por equivocación el suministro de otra vivienda. Como resultado, este usuario no solo mantiene su contrato con la compañía anterior, sino que también empieza a pagar las facturas de otro punto de suministro. Por otro lado, el verdadero titular del punto de suministro afectado deja de recibir facturas y podría tardar en detectar el problema, lo que podría derivar en cortes de suministro involuntarios.

Muchas comercializadoras permiten formalizar un contrato a partir de la dirección postal de la vivienda, sin que sea imprescindible facilitar el CUPS. Esto puede generar confusiones si los datos de la dirección contienen errores en elementos como el número de puerta o la escalera. Un fallo en la información proporcionada por el usuario, registrado por el operador o reflejado en la base de datos de la compañía, puede derivar en que un consumidor asuma involuntariamente el contrato de un vecino.

Las consecuencias de este error incluyen que el usuario afectado podría estar pagando dos facturas, por un lado, la de su comercializadora original y, por el otro, la del suministro erróneamente asignado. Por otra parte, otro consumidor podría dejar de ser titular de su contrato y dejar de recibir sus facturas, lo que podría llevar a un corte de suministro.

¿Cómo solucionar el problema?

Corregir un error de cruce de CUPS no es sencillo. Si un consumidor detecta que se le ha asignado el contrato de otra vivienda, debe contactar con la comercializadora implicada para tratar de solucionar el problema. Sin embargo, una de las soluciones más directas, solicitar la baja del suministro erróneamente asignado, puede generar problemas a la otra parte, cuyo servicio podría ser suspendido.

Por otro lado, si el verdadero titular del suministro afectado identifica el error, su situación tampoco es sencilla. Al contactar con su comercializadora original, podría descubrir que ya no es cliente. Además, es posible que no se le informe sobre qué compañía gestiona actualmente su suministro, lo que dificultará su reclamación. En muchos casos, la solución más viable para estos usuarios es realizar un nuevo cambio de comercializadora para recuperar la titularidad de su contrato.

El problema del cruce de CUPS sigue siendo un auténtico lío que puede llevar a los consumidores a pagar un dineral por una factura que no es suya. Mientras no se implementen controles más estrictos en los procesos de contratación, los consumidores continúan expuestos a errores que pueden derivar en perjuicios económicos y administrativos. 

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Rubén Guerrero.

Rubén Guerrero

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