Por si no fuera suficiente con los registros históricos que está marcando el precio de la luz en los últimos días, con la subida sin freno de la gasolina y con lo caro que se ha puesto el aceite de girasol, en los próximos días se avecinan nuevas (e importantes) subidas de precios en numerosos productos de alimentación.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando este encarecimiento. Los dos países son claves en el suministro mundial de materias primas para uso industrial y alimentario. En España, en 2020, el 42,2 por ciento de cereal que llegó importado de fuera procedía del país ucraniano. Rusia, por su parte, es un gran exportador de fertilizante.
La subida del grano y de los fertilizantes va a tener relevantes consecuencias en alimentos relacionados con las carnes y los embutidos. Los productos de panadería y la cerveza, que no hay que olvidar que se fabrica con cebada, también van a notar una subida considerable, según los expertos.
Al subir el precio de los abonos a los animales, los productos derivados de los mismos (huevos y leche) pueden incrementar su precio, así como todos los alimentos que tengan aceite en su composición (conservas, mayonesas y aperitivos).
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